Le Antipapillion: [Segunda temporada de Mi pequeño Louis]

Capítulo 10

Narra Abigail:

Vuelvo a estar en mi lugar especial, el solo hecho de pensar en que mamá se iba..... Me pone mal, casi la pierdo a ella y ahora debo preocuparme por esa extraña transformación de mi hermano, algo que ni él puede controlar.

–Hola Abi– Una voz interrumpe mis pensamientos, volteo y me encuentro con Alexander.

–Oh Alex, sabes lo que pienso de sorprenderme– Me enderezco y miro la luna.

–No puedes regañarme solo cuando estés de mal humor– Serio y molesto.

–Manten tu posición Alexander Rossi, no me levantes la voz de esa forma– Ordeno rígida con mis manos tras la espalda.

–A eso me refiero, yo solo quiero ser tu apoyo pero tu forma seria y fría no me deja– Responde.

–No necesito apoyo “emocional”– Hice comillas– Soy la líder de todo un pelotón, el único apoyo que requerire el día decisivo–

–No siempre podrás evitarnos Abi, perdón, Generala– Hizo una reverencia de mala gana.

–Retirate, no requiero de sus servicios aquí– Ordené y volteé, admirando la luna, creo que es algo de familia.

No escucho más nada, supongo que se fue, no me gusta actuar de esta forma, pero la situación lo requiere, debo mantenerme fuerte, otros deben depender de mi, no yo de ellos.

Es lo mejor.....

Narra Louis:

Se que lo que voy a decir es algo raro, pero estoy seguro, me enamoré de Jane, básicamente no hay nada de malo, pues nuestros padres no son los mismos, pero aún así no es correcto.

–Louis...– Su voz interrumpe mis pensamientos.

–¿Eh?– Disculpa, estaba algo ido– Me disculpo rascando mi nuca.

Ella sonríe – Extrañe mucho a mi hermano mayor– Dice golpeando mi hombro con el suyo.

«Hermano, solo me ve como su hermano»

Suspiro algo triste pero lo disimulo soltando un bostezo, estuvimos así un tiempo, en un silencio no tan incómodo, sino tranquilo, mientras observábamos las estrellas.

Narra Jane:

Tuve que decirlo, tengo que meterme la idea de que es mi hermano, no lo puedo ver de otra forma, Marinette y Adrien estarían decepcionados si supieran que después de todo lo que hicieron por mi me metí con su hijo.....con mi hermano.

Si tan solo hubiera crecido con él, no lo vería de otra forma, pero no, tuvo que irse cuando yo tenía tres años, crecí recordándolo y extrañandolo, ese sentimiento de hermandad se convirtió en amor, un amor prohibido.

–Jane ya no quiero ser tu hermano – Rompió el silencio tan agradable y eso hizo que mi corazón parara.

–¿Q-que?– No se que pensar, si es bueno o malo.

–Que....ya no quiero ser ti hermano, quiero ser algo más – Contesta nervioso, su sonrojo a la luz de la luna se veía hermoso.

–¿Que quieres decir con eso?–

Se acercó a mi y me tomó de la cara con una mano– Quiero decir que te amo....– Solo para luego depositar un beso en mis labios, el cual no dudé y correspondi.

Se que esto está mal, pero se siente bien, tengo que parar pero no puedo, necesito más de él, yo necesito de él.

«La fruta prohibida es la más dulce
y rica jamás probada por el ser
humano,
solo que no muchos se atreven a
probarla»

Continuará...