4.-Explorando un nuevo mundo

12 0 0
                                    

La espera me ponía un poco nerviosa.

¿Por qué me hacían venir tan temprano y tenía que esperar hasta tarde? T.T 

Mi pancita sonaba en protesta porque no llegué a terminar bien mi desayuno. Rayos, debí saborear un poco mas mi desayuno, comí tan rápido que ni lo sentí.

-Hola, hola- dijo una voz alegre y muy linda. Se trataba de la señorita Elizabeth. Salí de la sala esperando que me ayude a conocer a todos o que me diga que hacer, lo que sea.

-Buenos días señorita Elizabeth me llamo Nina-me presenté a mi misma.

-Hola, tu debes ser la nueva practicante, ven que te presento a todos. ¿Ya los conociste?

- Sí, me ayudó Juan de sistemas.

-Ah bueno, entonces te enseño todos los edificios para que te orientes. Espérame un ratito que saludare a todos en esta oficina.-dijo sonriente.

La señorita Elizabeth era tan alegre y amigable que se recorrió toda la oficina saludando a todos. Se notaba el compañerismo y el respeto que le tenían. Ella era un encanto. Me enseñó el kitchenette, el comedor, el gimnasio, el centro principal donde estaba mi amigo José y por último su mostrador (su lugar de trabajo desde donde atendía a los visitantes) 

-Desde aquí puedes pedirme todo lo que necesites, si te puedo ayudar yo encantada.

-Muchas gracias- lo que me dijo me alivió los nervios que sentía.

-En un rato viene Eduardo para que te pueda dar tu inducción de seguridad. Si quieres puedes sentarte aquí o en la sala de reuniones.

Decidí esperar en la sala de reuniones así no tenía que lidiar con la cara de sorpresa de todos. Mientras esperaba, me quedé mirando el patio donde estaban esas maquinas, me daba miedo acercarme, ojalá nunca tenga que ir allá.

Esperé unos minutos más hasta que...

-Hola, soy el Ingeniero Eduardo, me dijeron que ya estabas en la oficina, tú debes ser Nina.- El ingeniero Eduardo tenía el pelo lacio con ojos pequeños y una estatura similar a la de Juan.

-Si ingeniero, buenos días.

-Por favor, dame 5 minutos, tengo que hacer una llamada.

Se notaba que hablaba muy bien, su dicción era muy buena, parecía que tenía acento neutro. 

-Ya regresé, Nina cuéntame ¿ya conociste a tu jefe?

-No, aun no. Perdón sí, lo conocí en mi entrevista. Hoy me dijo que estaba en camino.

-Ese pedro el debió ser el primero en darte tu inducción. Bueno, yo te ayudaré. Dime de que universidad eres y cual es tu carrera.

-Vengo de la universidad del sur y soy de la carrera de administración. 

-Vaya, tu conoces a Jimmy? es de tu escuela hizo practicas también en esta empresa. Muy buen chico pero se bloqueaba cuando tenía problemas en el trabajo.

-La verdad no lo conocía, quizás era mas antiguo.

-Sabes creo que el era el primero de su promoción, bueno no importa, te voy a ser franco. En esta empresa hay mucho trabajo por hacer. Antes de ti trabajaba Nidia una muy buena chica, se encargaba de muchas cosas, pero ella era supervisora. No sé como esté tu perfil de practicante. Hay algunas cosas que no podrás hacer. Convérsalo con tu jefe, pregúntale cual es tu rango de trabajo. Hoy te daré una pequeña inducción de seguridad y después un examen. Si jalas no podrás ingresar.

Me asusté cuando me dijo que me tomaría examen, porque no había estudiado. Si jalaba no podría trabajar. No se si fue broma o solo quería asustarme...

A las 10:30 a.m. Llegó mi jefecito, lucía cansado y un poco estresado, estaba conversando con la señorita Elizabeth acerca del tráfico de Arequipa. Apenas me vio me saludó y me llevó a la sala de reuniones para darme la inducción de mi área. Me hablo de la empresa de mis funciones y sobre todo que estaba feliz de tenerme dentro de su equipo. El me hizo sentir que era bienvenida también. Luego me preguntó si ya conocía a los demás yo iba a decir que sí cuando salió y me presentó con medio mundo. 

-Hola que tal buen día con todos, me gustaría presentarles a Nina, ella es practicante de mi área y desde hoy trabajará con nosotros.

Sin embargo, todos lo miraban como si fuese un extraño. No entendía porqué. Mi jefe era muy amable y cordial. No daba la pinta de ser creído y menos enojado. Era correcto y tenía una muy buena forma de expresarse. 

No se porque se me ocurrió preguntarle en que sería bueno estudiar o especializarme. El solo me dijo:

-No necesitas nada, aquí aprenderás todo. 

No sé que quiso decirme...









La máscara de tu falso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora