2.-Presentimiento

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Días antes de iniciar mi primer día, tuve que cambiar de horario mis clases de oratoria para el horario de la noche. Me dio un gran alivio saber que mi nuevo grupo era gente de mi edad porque me costaba hablar con chicos más jóvenes que yo y siento que ellos lo sentían: que no podía abrirme a ellos con naturalidad.

Un viernes me escribió un número desconocido a mi WhatsApp felicitándome por mi nuevo trabajo y presentándose como José un empleado de esa empresa. Sentí extraño que hubiese otra persona encargada de el proceso de reclutamiento aparte de la señorita Sánchez. Sin embargo, pensé que debió ser algún asistente que me ayudaría también, di las gracias y  pregunté su nombre. Quería ser amable.

Solo me dijo que era parte del equipo de finanzas y me ofreció su ayuda para cualquier cosa que necesitase en el futuro.

Me pareció buena persona y lo agregué a mis contactos.

En la noche, me volvió a escribir preguntándome si él podía llamarme para contarme como se manejaban las cosas en la empresa y así ayudarme en mi primer día. Su generosidad me asombró, así que, decidí decirle que estaba bien por mensaje y que no era necesario una llamada. 

¿Por qué quería llamarme de noche fuera de su horario? acaso se preocupa por mi, la practicante nueva, pero porque.

José insistió nuevamente y tuve que atender su llamada para no ser descortés. Al escucharlo me pareció que tenía un acento peculiar, como si estuviese cantando. Me sonó familiar. Sin querer recordé que ese acento era similar al que tenía un amigo de la universidad. 

José me contó que la empresa estaba ubicada en un lugar lejano y por eso se destinaba una movilidad especial para llevar a todos los empleados a dicho sitio. Mi horario de recojo era a las 6.30 am y el viaje duraría una hora. Todo eso ya lo sabía, pues la señorita Sánchez se había comunicado conmigo para darme esos detalles... Lo que me faltaba era llamar al conductor del bus para que me recoja a mi también. Sentía pena de llamar al señor conductor a las 9p.m. Se lo comenté a mi nuevo amigo y el me sugirió que por ser mi primer día baje hasta su paradero para que el me pueda presentar con el conductor del bus de la empresa. Estaba muy agradecida porque la verdad tenía miedo, no conocía nada a la empresa y no sabía que hacer.

-Gracias José mañana nos vemos.

Esa noche traté de dormir pero no podía, estaba muy emocionada por mi nueva aventura laboral. Como sería la empresa industrial en la que estaría. ¿Haría amigos?¿ que impresión tendrán de mí? ¿ y si no les agrado?

Solo un pequeño detalle me incomodaba, la señorita Sánchez me dijo que mi lugar de trabajo solo era una sede secundaria y como es más operativa todos los que trabajan son hombres, a excepción de la señorita Eliza, asistente del área de servicios generales. La única chica de mi trabajo podía ser mi amiga o no podía serlo. 

No soy buena socializando con hombres, de hecho me va mal, soy pésima pues casi siempre los evito, tendría que tenerles mucha confianza para hablarles.

"Diosito, Por favor quiero llevarme bien con mis compañeros de trabajo"

"no te preocupes por ellos, son chicos buenos y respetuosos" La mayoría ya está casado y ya son mayores, son buenos chicos", me dijo la señorita Sánchez. "Pero si por alguna razón te sientes acosada o pasa cualquier situación que consideres inapropiada por favor ten la confianza de hablar conmigo"

Vaya, sus palabras si que fueron tranquilizadoras pero ¿Por qué rodeada de hombres? socializo mejor con chicas. Ni modo este será mi reto, llevarme bien con ingenieros que trabajan años y tienen experiencia. Todos deben ser respetuosos y seguro quieren que los llame "ingeniero".

Rayos pienso mucho las cosas, mañana se verá...-dije en voz alta para callar a mis pensamientos.

Tan inocente e ingenua 


La máscara de tu falso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora