30.-Mi segunda cita

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Estoy tan emocionada de salir por segunda vez con Bruno. Nuestra primera cita fue tan especial para mí. Hice tantas cosas por primera vez que quise volver a repetir esos bellos momentos a su lado. Sé que lo veo en el trabajo pero como casi siempre lo mandan de viaje, lo veo muy poco. Y cuando está aquí es muy tímido para hablarme. No me escribe, no me llama. No me mira...

Esta vez llegué con un poquito de retraso por el tráfico. También porque quería verme bonita para él. Me tomé mi tiempo decidiendo cómo arreglarme, ansiosa por verme bien para él, ajustando el cabello y dándole un toque final al maquillaje, con la esperanza de que cada detalle le hiciera sonreír. Mi cabello tenía que estar impecable y no tenía que comer mucho para que no se note mi barriguita de gatito. Tenía una pancita que me causaba inseguridad. Aunque no se notara mucho, yo sí la notaba. Me preguntaba si él lo notaría.

Estaba tan emocionada de volverlo a ver que mis manos temblaban ligeramente, y no podía evitar que mis ojos destellaran de ilusión. Caminaba por el mall, tratando de ubicarlo en medio de la multitud; incluso mis lentes parecían haberse nublado por los nervios. Cada rostro que pasaba me hacía contener la respiración, hasta que al fin, entre la marea de gente vi su silueta de espaldas  y un cosquilleo recorrió mi estómago. Llevaba una polera ploma y unos jeans. Creo que no se arregló mucho como la vez pasada. Quizás estaba ocupado. 

—¡Hola! —dije, tocando su hombro con mis dedos. Levanté mis cejas sonriendo tímidamente.

Cuando se giró, su mirada reflejaba emoción. Me dio un beso en la mejilla, quise abrazarlo y golpearlo a la vez: abrazarlo por lo mucho que lo extrañé y golpearlo por no escribirme. Pero solo le pregunté cómo le había ido.

—Bien. respondió—¿Y tú?

—Bien

Moría de curiosidad por saber más de él.

—Y que vamos a ver...

—¿Qué tal una película de terror? 

—¿Terror? Suena divertido, pero solo si prometes no gritar más que yo.-sonreí. -Aunque no suelo ver esas películas— el se rió.

Me gustó que me preguntara pero, no sabía como decirle que soy alguien que se asusta con facilidad.

—jajaja Esta te va a encantar.

—Bueno—Sonreí

Cuando fuimos a comprar nuestros boletos noté que él estaba preguntándome mas cosas. Una de las cosas que me llamó la atención es que siempre nombraba a su hermanita y a veces me comparaba con ella diciendo que me parecía en ciertos aspectos. No lo tomé a mal porque me pareció gracioso y una coincidencia.

—La vez pasada noté que te da miedo subirte a mi motocicleta.

—Como te dije antes, nunca me había subido antes.

—Si me di cuenta cuando no subías. Te vi parada viéndome con miedo.

—Creo que fue la impresión.

—No debes tener miedo, he llevado a mi hermana y siempre va segura conmigo. También fui con una amiga y no pasó nada. 

No me gustó saber que subía mas chicas aparte de su hermana y de mí. No sé por qué me sentí mal al escuchar eso. Era solo un amigo, pero la idea de que él compartiera algo tan emocionante con otra chica me hizo dudar de mi lugar en su vida. Quizás estoy pensando mucho.

En cuanto la película comenzó, sentí su cercanía cuando se inclinó hacia mí, su aliento cálido rozando mi piel. 

—No te vas a asustar mucho (susurró)

La máscara de tu falso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora