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[Días después del accidente de Dayana]

—¿Entonces cómo está nuestro padre, doctor?—Angelo

—Se encuentra bien pero sus niveles de azúcar son bastante bajos, les daré algunos medicamentos que lo ayudarán pero tiene que mantener una buena alimentación y sobre todo, guardar reposo—

—¿Pero entonces nuestro viejo se pondrá bien?—Daniel

—Si, de reposo le recomiendo al menos una semana, después de eso puede seguir con sus actividades diarias, también, de acuerdo a que el señor es hipertenso, no debe excederse o hacer esfuerzos por que su presión se dispararía, nada de noticias fuertes ni trabajos forzados—

—Gracias doctor, en la puerta lo espera Pedro con su paga, agradecemos que viniera, de nuevo—Angelo

—Para lo que necesiten, Angelo, Daniel, Francisco, nos vemos luego, un gusto siempre verlos, con su permiso—

—Igualmente, jefe—Daniel

El doctor salió de la habitación y está se quedó en silencio.

—Si muero cuiden de Dayana con sus vidas. Como aclaración, mi segunda siempre será Dayana, si Dayana no está entonces estás al mando Angelo—Angelo asintió y lo miro con lástima—Daniel, contigo ya hablé, sabes por qué no te dejo a cargó y sé que lo puedes entender—Black

—Lo entiendo padre—Daniel

El ambiente se tornó deprimente.

—¿Pueden dejarme sólo y llamar a mi nieto?—Black

—Si, padre—Angelo

—Viejo, no te puedes morir, ¿Qué haremos sin tí?—Daniel

—Jajaja, sé que podrían sobrevivir sin mí, solamente…nunca se separen o terminen en malos términos cómo yo y mi familia—

Angelo y Daniel lo miraron preocupados. Ellos no están teniendo una buena relación familiar.

—¿Y que esperan para traer a mi nieto?—Black

—Enseguida, padre—Angelo

Angelo y Daniel salieron después de darle una última mirada a su padre.

—¿Crees que se muera?—Daniel

—Siempre hay que esperar lo peor, Daniel—Angelo

—Joder, tú y tú…agh, jodete Angelo, uno te habla bien y tú vienes con tus pendejadas—Daniel

Daniel se fue fastidiado y dejó a Angelo sólo.

—Agh—

Angelo se sobó el puente de la nariz.

—¡Alexander, te habla tu abuelo!—Angelo

La habitación de Alexander quedaba literalmente enfrente de la de Francisco. Después de que Angelo vió como abrían la puerta se fue. Angelo se sentó y prendió el televisor.

—Con el nuevo flavorcitone ya no se le pegará la comida, podrá comer sin todo el polvo negro que sale de sus viejos sartenes—

—¡Así es Martha!, ¡Y sólo por ser oferta para la televisión se llevarán toda la batería flavorcitone y diez cuchillos profesionales con un veinte por ciento de descuento!, ¡Pero ésto sólo puede ser para las primeras cincuenta personas que llamen en éste momento!—

—¿Ya están tan jodidos que meten comerciales hasta en las noticias?—Daniel

Daniel se saltó de atrás del sillón y se sentó.

𝒀 𝑼𝑵𝑶 𝑵𝑼𝑬𝑽𝑶 𝑬𝑴𝑷𝑰𝑬𝒁𝑨. ¿𝑪𝑰𝑬𝑹𝑻𝑶?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora