21

81 6 0
                                    

Llegamos a la casa de Pedro, ahora sí, con la dirección exacta y sin que nadie nos siguiera.

—Guarden la camioneta y nos vemos en diez con Pedro—Dayana

—¿En dónde mierda está Pedro?—Daniel

—No les hablaba a ustedes dos. Roberto, lleva a Angelo y Daniel a la habitación que compartía…con Alexander…Cuando los dejes ahí te reúnes con nosotros en la oficina de Pedro—Dayana

—¿Piensas dejarnos de lado en éste momento?—Daniel

Daniel me tomó del brazo y me miró furioso.

—Primero daré mi informé y después hablaremos todos juntos, pueden reunirse con mi padre si quieren pero no me jodan hasta que YO, vaya por ustedes. Y te lo diré claramente, Daniel. DEJÁ DE METERTE EN MIS PUTOS ASUNTOS—Dayana

Me solté a la fuerza y lo miré mal.

—Vámonos. Roberto, a lo que te ordené—Dayana

Entré a la casa y me dirigí directamente a la oficina de Pedro. Los demás me seguían sin decir nada.

—¿Hay alguien?—

Toqué dos veces la puerta.

—Si, pasá—Pedro

Entré a la oficina dejando fuera a los chicos y miré a los presentes, Pedro, Liam y Pablo.

—¿Y bien?—Pedro

—¿Quién mierda fue el culpable de tardarse en darnos la ubicación?—Dayana

—Liam, él era el encargado—Pedro

Me acerque a Liam con enojó. Pensar en todo lo que tuvimos que pasar sólo por qué el niño se tardó en completar su UNICA tarea.

—Imbécil, por tu culpa casi morimos, hirieron a Cuauh y a mí me toqueteo un idiota igual de arrogante que Pablo—

Él me miró sorprendido pero antes de que pudiera decir algo le dí una bofetada con toda la fuerza que podía ejercer contra él. Es el hijo de mi amigo y prometí cuidarlo, no le puedo hacer nada.

—No vuelvas a cometer errores cómo ése, si algo así vuelve a pasar por tú culpa te castro, chamaco baboso—Dayana

—Pero Dayan-....

—¡Te callas, no quiero escuchar excusas estúpidas!—

—Dayana, no le tenías que pegar al niño—Pedro

Lo miré enojada, él sigue con su típica sonrisa.

—Tu te callas miserable arrastrada, no pedí tu puta opinión y menos si la das con esa estúpida sonrisa—Dayana

—Wow, si que viene molesta—Pablo

—¿Disculpa?, ¿Molesta?, ¿Yo?, ¿Yo molesta?, ¿Me veo molesta?, ¡¿Me veo molesta, maldito idiota?!—Dayana

—Dayana, ¿Y si mejor hablas primero con tu padre?—Pedro

—Joder, saben cómo arruinar el día de una persona sólo con mostrar sus caras—sali dando un portazo—¡No quiero saber nada de ustedes hasta que hablé con mi padre!—Dayana

—¿Patrona?—Cuauh

—¡No me sigan!—Dayana

Empecé a caminar directo hacía la habitación de mi padre.

[…]

Omnisciente.

—Lo dejaste solo, ¿sabes?—

𝒀 𝑼𝑵𝑶 𝑵𝑼𝑬𝑽𝑶 𝑬𝑴𝑷𝑰𝑬𝒁𝑨. ¿𝑪𝑰𝑬𝑹𝑻𝑶?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora