Capítulo 8

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-¿Por qué no están sanando más rápido?- preguntó Stiles en un murmullo ayudando a Isaac a sentarse en el sofá mientras le limpiaba con cuidado las heridas que aún estaban abiertas, ya no sangraban, pero seguían abiertas.

Derek estaba haciendo lo mismo con Jackson quien era uno de los más afectados. El ex-kanima dejó que su Alfa le revisara sus heridas quedandose quieto y en silencio.

Erica estaba medio incociente en los brazos de Boyd, la rubia no tenía tantas heridas, estaba más aturdida por los golpes. Boyd estaba un poco más herido pero le importaba más cuidar a Erica.

-Las dagas tenían acónito- gruñó el Alfa Hale olfateando el aire sintiendo el aroma del acero junto con ese molesto acónito que le picaba la nariz con solo olerlo.

-Tardarán mucho más en sanar- bufó Peter quien era uno de los pocos que estaba en condiciones al no haber estado presente en el ataque.

El mayor de los Hale ayudaba a Malia y Kira a ponerse de pie, no estaban muy heridas ya que el acónito no las afectaba al ser una un kitsune y la otra una coyote, sus heridas ya habían sanado por completo.

Stiles frunció el ceño y apretó la mandíbula.
Con cuidado dejó a Isaac en el sofá, le había vendado el brazo que tenía herido y se acercó a Scott.

-¿Estás bien, amigo?- le preguntó acuclillandose frente a su mejor amigo quien se apretaba el abdomen haciendo presión en una enorme cortada que le surcaba desde la cadera hasta el pecho.
No sería nada grave en otras ocasiones, pero esta vez estaba sanando demasiado lento.

-Estoy bien- Scott lo miró y trató de sonreírle, pero solo una mueca extraña se formó en su rostro.

Estaba acostumbrado a su curación acelerada que había olvidado lo que era sentir dolor por mucho tiempo.

Stiles lo intentó tocar, pero Scott negó al instante con la cabeza deteniendo su mano a centímetros de rozarlo.

El Alfa Verdadero no entendía bien porqué tenía la sensación de que no debería estar ni a cinco metros de Stiles.
Sus instintos le decían que retrocediera y que nisiquisiquiera le tocara un pelo a su amigo castaño.

Sentía por una extraña razón como si su mejor amigo tuviera un cartel en la frente que decía "No tocar" "Aléjate" en letras neones.

Tal vez era por el intenso olor a sangre y acónito que bañaba el lugar, fue por lo que no se dió cuenta que el aroma de Derek impregnaba por completo a Stiles y viceversa.

Stiles lo miró confundido pero desistió de ayudarlo.

-Iré a prepararles un chocolate caliente- les sonrió el castaño caminando hacia la cocina.

Gracias al cielo Derek le había hecho varias remodelaciones al loft y ya no parecía tanto una casa de vampiros.

Los chicos se acomodaron en silencio en los sofás. Derek acomodó con cuidado a sus betas en el sofá mas grande, los cuatro se acomodaron juntos hablando en voz baja entre ellos.

Ultimamente se estaban llevando mucho mejor.

Peter se acercó a ayudar a Scott a levantarse y ponerse en un lugar mas cómodo.
Lydia estaba sentada en un rincón, con el cabello enmarañado, el maquillaje corrido y mirando a la nada.
Parecía ida y estaba perdida en sus pensamientos.

Kira se le acercó y le puso una manta cálida sobre los hombros pero la pelirroja nisiquiera se inmutó.

-¿Lydia?- susurró la kitsune mirandola preocupada.

La banshe al escuchar la voz de la japonesa se estremeció un poco como si la hubiera escuchado gritar, parpadeó un poco enfocando su vista y miró a la pelinegra quien la observaba preocupada.

Entre lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora