Entre lobos

Capítulo 9

Todos la tenemos...pero nadie se la puede quitar...¿Qué es, Stiles?

Recordaba como si fuera ayer, esa fría oscuridad que lo envolvía como un manto abrazador que no lo dejaba escapar.

Recordaba esa maldita sensación de estar en un lugar oscuro, atrapado, viendolo todo sin ser él quién lo hacía.

-....les!-....

Ah, recordaba la sensación de sentir el poder maldito y corrupto recorriendo cada parte de su cuerpo.
Como una energía retorcida pero exitante que se extendía como un fuego ardiente por cada parte de su cuerpo llenandolo de poder.

Y de esa lantente Oscuridad.

-¡Sti...-

Recordaba perfectamente esa voz macabra y susurrante que estaba con él todo el tiempo.
Si...recordaba la sangre que fue derramada por sus manos aquella vez.

Recordaba haber golpeado a Kira, haber tomado esa espada y haber torturado a Scott, sentía la vibrante alegría retorcida del zorro a través de su propio cuerpo, sintiendo lo que él sentía.

Cuando tomó el dolor del lobo, fue una energía tan latente, dolorosa y oscura que le erizó la piel, fue una sensación de dolor combinando con un placer abrumador.

Dolor.

Caos.

Oscuridad.

-¡St...les...!-

Porque cuando el Nogitsune fue mordido y su sacado de su cuerpo, todos los recuerdos del zorro llegaron a él.

Recordaba haberles ordenado a los Oni matar a Allison y a Aiden.
Recordaba el momento en que una sonrisa cruzó su rostro cuando la espada del Oni atravezó a Allison y minutos después a Aiden...arrebatandoles la vida.

Recordaba la agonia que le causó a sus amigos, su familia cuando él estaba atrapado en esa oscuridad. Ese terrible dolor que les causó se quedó impreso en su alma...

-¡Está...un...ataque...pánico...Sti...¡- las voces de la manada se esuchaban lejanas, como un eco lejano que a él no le importaba.

Él lo estaba recordando.

Recordaba estar de pie en el hospital disfrutando de la vista que le ofrecían los Oni al estar masacrando las personas en el hospital.

Allí, se recordaba él, bajo las luces parpadeantes contemplando con una sonrisa maníatica los cuerpos ensangrentados como si estuvieran servidos a sus pies mientras sus Oni avanzaban cortando con sus espadas cada ser viviente que estuviera en frente.

Y recordaba...haberles ordenado atacar la comisaría.

A su padre.

Si, él recordaba haberles dado la maldita orden.

No era él.

Pero a la vez...si lo era.

-¡Me...uchas...¿S...les?!-

Oscuridad.

Vacío.

Dolor.

Caos.

Derek y la manada observaban preocupados a Stiles. El chico castaño estaba aferrado a Derek apretandolo fuertemente, pero su cuerpo temblaba violentamente, su piel estaba más pálida, sus ojos desenfocados llenandose de lágrimas y su olor estaba lleno de miedo, angustia, arrepentimiento y dolor.