Capítulo 16

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Esta situacion se le hacía escalofriantemente familiar.

Recordaba que así fue como empezó todo su infierno.
Él estando en su habitación dando vueltas y vueltas en circulos como un gato persiguiendo su propia cola, con los nervios de punta y el corazón latiendole con fuerza como si amenazara con salirsele del pecho.

Sus manos le sudaban, su cabello estaba hecho un desastre de tanto que lo había despeinado y revuelto en medio de su creciente nerviosismo. Sentía sus manos y piernas temblarle pero no dejaba de caminar en circulos para intentar aplacar la gama de sentimientos que en ese momento revoloteaban por todo su ser.

Estaba nervioso, asustado, feliz, sorprendido, agitado, exaltado, preocupado y un sinfin de emociones que lo embargaban impidiendole estar en paz.

Estaba a punto de sentarse en el suelo y hecharse a llorar.

-Oh Dios, y si es cierto...y si...estoy...- susurraba con la voz temblorosa mientras caminaba de un lado al otro sin detenerse.

Pero lo sintomas estaban allí.
Había estado vomitando los últimos tres días, se había sentido algo cansado ultimamente y su apetito había aumentado bastante.
No le había dicho nada a Derek, ni a su padre, ni a Jarek, ni a Scott...no se lo había dicho a nadie.
No pensó que fuera algo importante, creyó que había sido esas enchiladas que le cayeron mal.

Pero se había olvidado por completo que ahora que era un ser sobrenatural no podía enfermarse.

Y Derek tampoco percibió nada malo en él.
Nadie se había dado cuenta ya que las veces que vomitó siempre esta solo.

Aunque recordaba un comentario de Derek, él le dijo algo como que olía mucho mas dulce...o algo así.

Pero...¿Cuando pasó...?

-¿En serio preguntas eso?- bufó el Nogitsune en su mente- Si ustedes cojen como conejos- se carcajeó al ver la cara colorada de Stiles.

-Cállate- le gruñó el castaño pasandose una mano por el cabello intentando despejar su mente para pensar correctamente.

En primer lugar estaba la mar de feliz.
Si era verdad que podía volver a tener un bebé ¡Era algo completamente maravilloso!
¡Podía tener esa familia que siempre deseó tener!
Sus ojos se anegaron de lágrimas de felicidad al saber que tenía la posibilidad de tener un bebé.

Por otro lado estaba algo triste porque no sabía si esto era otro juego del zorro psicópata, que ahora fuera un Nogitsune y el maldito fuera parte de él, aún no se fiaba del todo en ese zorro loco. ¿Y si era un engaño? ¿Y si solo era un truco para verlo sufrir?

-Me siento ofendido- bufó el Nogitsune- Te dije que no te haría daño, Stiles- le recordó.

-Entonces...¿Es cierto?- susurró el castaño- ¿P-Puedo tener un bebé?- pregunto con la voz temblorosa.

El Nogitsune le iba a decir que no podía tener uno, si no más bien una camada entera.
Pero se guardó ese comentario para sí mismo.

-Los Kitsunes al igual que los Elfos somos considerados deidades de la fertilidad. Incluso los Nogitsunes como nosotros- le comentó fingiendo desinterés.

Pero incluso él estaba emocionado por la idea de tener cachorros.
Era la mezcla de un Nogitsune poderoso con un hombre lobo Alfa ¡Esto era genial! Sus cachorros serían los más poderosos del mundo.
¡Muahahahaha! ¡Dominarían el mundo...! No, esperen eso no...Stiles no se lo permitiría.

-E-Entonces...- Stiles se acercó al espejo y se alzó el borde del sueter para mirarse el abdomen.

No había nada, su abdomen aún estaba plano con algunos de sus músculos bien definidos.
Era obvio que aún no se notaba nada.

Entre lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora