Capítulo 4

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Noah y Stiles estaban sentados uno frente al otro en la mesa.
Ya habían terminado de cenar y ahora ambos estaban en un tenso silencio esperando a que uno de ellos dos se atreviera a hablar primero.

Stiles golpeaba impacientemente la madera de la mesa con la punta de sus dedos en un gesto impaciente.
A pesar de haberse convertido en un ser místico y haberse curado de su TDAH, la paciencia no era un rasgo suyo y se impacientaba con mucha facilidad.

Iban para diez minutos de estar en silencio sentados uno frente al otro mirando a cualquier otro lado para no hablar primero.

Noah miraba el reloj en la pared viendo las manecillas pasar lentamente mientras él trataba de buscar la manera de explicarle todo sin que su hijo se enojara por ocultarle algo tan importante como esto.

El mayor soltó un suspiro resignado y volteó a ver a su hijo quien miraba el vaso de jugo frente a él como si fuera lo más interesante del universo.

-Cuando conocí a tu madre pensé que era un sueño- empezó Noah mirando hacia otro lado- Mis padres y los suyos eran buenos amigos, fuimos a Polonia aquella vez a visitarlos. Vivían en un lugar precioso rodeado de naturaleza. Yo era muy joven y me sentí fascinado por todo el hermoso lugar, que fui a recorrer el bosque- sonrió recordando aquellos momentos. Stiles alzó la mirada para verlo, escuchando atentamente cada palabra que decía- Me terminé perdiendo en aquel enorme lugar- admitió soltando una suave risa- Y entonces allí fue cuando la conocí- miró a su hijo.

Stiles era muy parecido a su amada Claudia, cada vez que lo veía recordaba a su adorada esposa en él.

-¿A mi madre?- preguntó Stiles frunciendo el ceño.

No se parecía en nada a la historia que sus padres le habían contado hace mucho tiempo de como se habían conocido.

Noah asintió con una suave sonrisa recordando aquel momento.

-Pensé que estaba alucinando o que estaba en un precioso sueño- suspiró con una sonrisa tonta recordando una y otra vez ese momento- Apareció entre el bosque, vestida de lino blanco y con su cabello castaño adornado con flores, su belleza resplandecía como la luz del sol y su belleza etérea la hacían ver como un ángel, y cabalgaba sobre un hermoso caballo blanco con alas- soltó una suave risa al ver la mirada estupefacta de su hijo- También intentó matarme- admitió negando con la cabeza- Pensó que iba a invadir el bosque y me apuntó con una flecha en la cabeza. Pero yo nisiquiera pensaba en eso, su belleza me tenía hipnotizado y con gusto la hubiera dejado dispararme- soltó una alegre risa mientras jugeteaba con el vaso de agua.

-¿Ella...ella era...?- preguntaba Stiles entre balbuceos incrédulo mirando a su padre con los ojos abiertos como platos.

Noah asintió.

-Tu madre era una Elfa, una del clan de los Elfos de la Luna. Al igual que sus padres y toda su familia- suspiró mirando fijamente a su hijo- Y tu heredaste su sangre- admitió.

Stiles abría y cerraba la boca sin saber que decir en ese momento.
Su cerebro trataba de procesar la información que acababa de recibir.

Nada de esto tenía sentido.

En primer lugar.
¿Su padre ya sabía de antemano de la existencia de los seres sobrenaturales?

¿Por qué nunca le dijo nada?

En segundo lugar.
Si su madre era una Elfa ¿No se supone que tenía que ser inmortal?

En tercer lugar.
¿No que los Elfos eran inmunes a las enfermedades?

¿Por qué su madre había muerto entonces?

En cuatro lugar.
¿Dónde estaba la familia de su madre?
Se supone que eran todo un clan de Elfos de la Luna...¿Dónde estaban?

Entre lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora