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Desconocido

Quiero que vuelvas, no
paro de pensar en tu sonrisa
y de sufrir pensando que
no la volveré a ver.

-La elegida - Kieran Kass


Deje el celular sobre la cama y me acerque a la puerta. Alguien había comenzado a tocar hace unos minutos.

Me acerque a una de las ventanas y pude ver a alguien frente a mi puerta, iba vestido completamente de negro y tenía el cabello de.. No, es Baek.

Me aleje e intentando ignorar ñoa golpes fui a cambiarme. Tenía la esperanza de que se cansaría y se fuera.

Despues de una hora de esperar por el la idea de salir por la ventana era muy tentadora. Y no la deseche, es más. Comencé a bajar por las escaleras de emergencia con el miedo de que se caigan.

—Vaya ¿escapando de la boda?.

Voltee a ver a la persona detrás mío, y me encontré con nada más y nada menos que el chico de los helados.

—Algo asi—. No quería mentirle, increíblemente el me despertaba una confianza demaciado grande.

—Bueno, estas escapando de algo eso es un hecho.

Termine de bajar, ya cuando solo me faltaba dar el último salto una de las manos de Hoseok se puso frente a la mia.

—Gracias

Tome su mano y salte, ya había salido de aquel pequeño edificio. Espero que el ya no esté cuando vuelva.

—¿A donde vas?

—Tengo que ir a la Universidad. Último día de inscripción— levanto el conjunto de documentos que tenía entre sus manos— espero estar llevando todo lo necesario.

—¿cuarto semestre?— lo mire después de preguntar.

—¿Es tan evidente?

—¿cómo podría serlo? Solo lo digo proque pareces tener mi edad.

—¿cuarto semestre? — esta vez fue él el que preguntó con una sonrisa.

—efectivamente. Kim ____, cuarto semestre de derecho en la universidad Nacional, mucho gusto.

—Jung Hoseok, cuarto semestre de lingüística en la universidad Nacional, mucho gusto.

Ambos soltamos una risa.

—supongo que por eso nunca nos vimos, estamos estudiando dos cosas realmente diferentes.

—talvez nos vemos en el campus Central. Adiós.

Me despedí con un ademan y entre a la heladería en donde me esperaba Hee sung.

—Feliz sábado— dijo con voz cansada.

—Feliz sábado— le respondí de igual manera.

Los sábados no son los mejores día para nosotros, incluso llegarían a ser los peores proque teníamos más horas de trabajo.

(...)

—¿Un helado?— el peligro me extendía el brazo en el cual tenía un helado de chocolate, no podía negarme a eso.

—Hee sung no deberíamos comer los helados. Debemos venderlos.

—Tu solo come, serviremos menos y asi comenzaremos nuestra ración de sábados.

—Es el quinto de la semana— lo regañe mientras sonreia.

—te vez.. Distinta, más decaída— comentó ignorando por completo mi regaño.

¿Porque tenías que preguntar eso Hee sung?

—Termine con Baek— lo solté asi sin más, como ai fuera una cosa del día a día.

—Me parece bien, era un idiota.

Intente no mirarlo pero sentí su mirada y fue suficiente para saber que, aunque no quisiera expresarlo, estaba preocupado por mi.

—Gracias por el apoyo— hable sarcástica mente.

—Hablando del Rey de Roma.

Vimos como aparecía Baek buscándome con la mirada a través del gran ventanal.

Prácticamente me tire al suelo en busca de un refugio.

—¿Me vio?

—Esta entrando— el se agachó junto a mi y me habló en susurros— ¿Porque te escondes?

—No quiero verlo aún.

—Parece desesperado.

—___, se que estas ahi. Necesitamos hablar.

Le. Rogué con la mirada al chico junto a mi.

Hee sung soltó un suspiro y se levantó.

—Lo siento amigo, aveces las relaciones terminan. Animo, te invito un helado

—No me interesa tu estúpido helado ¿donde esta ella?

El golpeó el mostrador haciéndolo vibrar y causándole cólera.

Podía aceptar que este enojado conmigo pero no tenía porque gritarle a el y micho menos tenía que venir a buscarme a mi trabajo. Ya fue a mi casa.

—Qué quieres?

Me pare tan rápido que por un momento mi cabeza comenzó a dar vueltas.

—Tenemos que hablar.. Lo de ayer.

Antes de que comenzará a excusarse lo calle, comencé a hablar yo.

— Porfavor vete, estoy en mi horario de trabajo no puedes venir aquí.

Hable sin titubeos ni arrepentimiento. Esa era yo, esa era la chica que no llegó a este lugar

Baek me miraba aún sorprendido por mis palabras, creo que nunca, desde que lo conocí me había comportado así con el.

—Por favor...

Le señale la puerta.

—No.. No me iré hasta que me escuches.

—Amigo por favor, esta trabajando.

Mire a mi compañero, el cual me puso detrás de el.

—Tu no tienes nada que ver aquí— se quedó callado por unos segundos y después volvió a hablar aún más furioso que antes— ¿Por que la defiendes tanto? ¿Me engañas con el?

Y mis manos se movieron casi por si solas. En ese momento no pensé en lo que estaba haciendo, en ese momento todo fue un impulso.

La Palma de mi mano comenzó a arder y doler. Por otro lado el rostro del hombre que estaba frente a Hee sung tenía una carca roja.

Le había dado un golpe.

—Vete de aqui y espero no volver a verte.

El miro sin decir aún nada, al parecer todos estábamos sorprendidos.

El silencio fue roto por aquella Campanilla que tintineaba cada vez que alguien entraba.

—Park Baek, es sospechoso del asesinato de la señorita Lee— un par de policías entraron al lugar y se acercaron al mencionado— deberá acompañarnos a la oficina de seguridad de gangnam.

Baek protesto y pregunto el porqué, como si estuviera confundido.

¿Asesinato?

Mire horrorizada al chico que se llevaban.

Creí concierlo.. Tal vez todo era cosa mía, tal vez solo era lo que yo quería creer hacer a de el.




Blue Side [BTS, Jung Hoseok] UMPSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora