•| Tú Duda Y La Mía

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Raúl

Dos semana después de esa magnifica noche, pensé  que Beck y yo estamos bien.

Pero no, no es así. Perdí la paciencia cuando me llego la invitación para su boda.

Una noche los dos estábamos en enredados en las sabanas de mi cama después de hacer el amor toda la noche. No me pude contener y le exigí que ya dejara de una vez por todas a Salomón.

Ella dijo que estaba intentándolo, pero a mi me daba a entender que no le ponía mucho empeño. Le aconseje como hacerlo y ella me prometió que lo haría al día siguiente.

Al día siguiente, no lo hizo.

Entonces de nuevo le dije pero esta vez terminamos peleados y a partir de ese día, cada vezque nos veíamos era para pelear ni siquiera hemos vuelto a hacer el amor.

Estoy desesperado falta un maldito mes para que ella se case y se aleje de mi.

- ¿Puedo pasar?- pregunta Kendall.

- Claro- es lo único que respondo.

Kendall se a convertido en una gran amiga para mi. Ella sabe que soy el amante de Beck, que pronto ella se va a casar y que tengo muchos problemas por la boda.

- ¿Sigues pensando en ella?- no necesito responder la pregunta ella sabe cual es la respuesta- Rauw sabes que eres mi amigo y no me gusta verte triste por culpa de esa mujer que solo te hace sufrir, ella no te merece.

- Pero yo la amo y no quiero dejarla ir.

- Lo se, pero ella no siento lo mismo que tu. Si lo hiciera esa boda ya estaría cancelada desde hace meses, pero no lo ha hecho- no digo nada en parte tiene algo de razón.- ven vamos a tomar una copa, yo invito

Me llevo a un pequeño bar que estaba cerca de mi consultorio, por suerte ya había terminado mi turno de trabajo. Empezamos con unas cuantas cervezas, pero después Kendall me pedía mas y mas cervezas.

Perdí la cuanta de cuantas me había tomado. Estaba mas que borracho eso era un hecho, no recuerdo mucho.

Solo que Kendall me lleve a casa y no se como paso pero de un momento a otro Beck estaba allí. Kendall había desaparecido, en ese momento Beck se acerco hasta darme un apasionado beso el cual yo le correspondí sin titubear. No me importaba que no estuviera en mis cinco sentidos, solo quería hacerle el amor a mi mujer... Y lo hice durante toda la noche no pare de hacerle el amor.

Gynecology II: Evocación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora