Gynecology II: Evocación

•| El Rincón Feliz

Raúl

Desperté con un terrible dolor de cabeza. No recuerdo nada de lo que paso después de salir del bar.

Me estire sobre la cama con los ojos aún cerrados.

Cuando los abrí, me gire sobre mi cuerpo y vi que alguien esta a mi lado.

Me espante por una fracción de segundo al pensar que me acosté con una chica. Luego me calme al recordar que es Beck quien esta dormida a mi lado.

Ella esta dormida boca abajo y su cabeza esta debajo de la almohada.

Se me escapa una pequeña risa, me acerco a ella para empezar a repartir pequeños besos por toda su espalda y despertarla.

Cuando mi camino de besos llega hasta su hombro derecho observó un nuevo lunar en esa zona.

Inmediatamente me pongo alerta.

Beck no tiene ningún lunar en su hombro,
¡Mierda! Me se de memoria todo su cuerpo y estoy cien por ciento seguro de que ella no tiene un lunar en ese lugar.

No, eso no puede ser. Por favor que no sea lo que estoy pensando.

Quito la almohada de su cabeza. Mi corazón se para por completo y mi labio inferior tiembla y mis ojos amenazan con dejar salir varias lágrimas. Es Kendall.

No, no, y no, no puede ser.

Si Beck se llega a enterar de esto pensara que ya no la amo y me dejara de nuevo. No puedo permitir que eso vuelva a ocurrir, no la quiero perder.

Me levanté de la cama para buscar mi ropa rápidamente.

- ¿Amor que pasa?- Kendall se levanta de la cama con una sabana enredada en su cuerpo.

- No me llames así Kendall. - le digo serio. - ¡Mierda! Esto jamás debió pasar.

- Pero amor, creí que lo nuestro era especial.

- ¿Lo nuestro?. Mierda Kendall, no me hagas reír. Lo nuestro no existió ni existirá, esto fue nada más que un puto polvo del cual me arrepiento y me arrepentire toda mi puta vida ¡Yo no te pedí esto!. - Estaba bastante alterado. - Tampoco te pedí que te metieras en mi cama.

- Pero... Rauw- esta apunto de llorar- yo te amo.

- Sabes que amo a Beck y que nunca correspondere tu amor Kendall. - Tomo mi cabeza fuertemente que el dolor se apodera de ella. - Sabes que la amo a ella y aun así te acostaste conmigo, ¡Te aprovechaste de que estaba borracho!.

- Lo se, pero ella no te ama- se acerca a mi y me abraza llorando- yo si te amo. Deja que te haga cambiar de opinión por favor dame una oportunidad.

- No, lo siento pero jamás te voy a corresponder- la separo de mi cuerpo, ella llora más- encontrarás a alguien mejor que yo Kendall.

- Pero tu eres el indicado para mi- no deja de llorar - desde que te conocí soñé con que tu fueras mi novio, mi esposo y el padre de mis hijos. Te lo suplico dame una oportunidad- se pone de rodillas enfrente de mi.

- No hagas eso, nunca te humilles y menos por un hombre- la tomo por los hombros y la levanto- Kendall ya te dije que entre tu y yo no puede, ni habrá nada. Yo no siento nada por ti. No te puedo ver con ojos de amor, solo te veo como una amiga.

- Esta bien lo acepto, perdón por lo que paso a noche no se volverá a repetir- y sin decir algo más se cambia de inmediato para después salir casi volando de mi casa, dando un portazo a la puerta principal.

Solo me dejo caer en mi gran cama. Pasan unos minutos y tomo mi celular, necesito un consejo.

Kendall

Maldito Raúl me las pagarás. Nadie se burla de mi, nadie y mucho menos tu hijo de puta. No sabes lo que te espera. Voy a darte en donde mas te duele.