𝑷𝒊𝒏𝒄𝒆𝒍𝒂𝒅𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓 ┊♡︎𝑼𝒛𝒖𝒊 𝑻𝒆𝒏𝒈𝒆𝒏 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂

𝐈

El cantar de las aves mezclandose con los leves ruidos de autos transitar las desoladas calles, indicaban que un nuevo día había comenzado.

La tenue luz de los rayos del sol colándose por las rejillas de la ventana provocaba que aquella habitación fuera iluminada. En aquel lugar yacía una pareja profundamente dormida, o al menos eso era lo que intentaban seguir haciendo.

El peliblanco giro a su costado abriendo los ojos, sonrió tiernamente al ver la tranquila expresión que tenía T/N, cuando dormía se veía tan calmada. Con cuidado se acercó a la joven y dejó un pequeño beso en su frente.

-Levantate perezosa -Hablo agitando su hombro, soltó un quejido antes de retorcerse como un gusano y se enrollarse en las sábanas.

-Cinco minutos más - respondió con la voz adormilada.

-Nada de cinco minutos. Levántate o llegaremos tarde,T/N.

-Ya voy, ya voy. Madre mía, que pesado eres.

La muchacha se levantó con los ojos cerrados y se sentó en la esquina de la cama, al abrir los parpados lo primero que enfoco fue un zapato tirado debajo de un closet, su mirada quedó fija en el calzado como si fuera lo más entretenido del mundo. Mientras Tengen la observaba con una cara de extrañes.

-¿Que carajos estás haciendo T/N?

-Veo un zapato...

-¿Pero, por qué lo ves? -insistio extrañado.

-No se, es raro. ¿Nunca te has preguntado porque existen los zapatos? ¿Que propósito tienen los zapatos en este mundo? ¿Si no existieran los zapatos que usaríamos en los pies?

Uzui la miro totalmente desubicado, su novia si que solía ser extraña cuando se lo proponía, decidió no darle más vueltas al asunto y le lanzó una almohada para que reaccionara, obviamente la T/C dió un saltito saliendo de su trance.

De mala gana se levanto y se estiró dirigiéndose al baño, preparandose para su día. Luego de unos cuantos minutos, por fin ambos estaban listos.

-¿Listo para un nuevo día? -preguntó con una sonrisa.

-Listo, es hora de enseñarle al sol como se brilla -respondió haciendo una pose rara.

Los dos jóvenes sonrieron y entrelazaron sus manos iniciando su camino charlando y riendo.

Desde hace cinco años, Tengen y T/N mantenían una linda y estable relación, ambos se habían conocido en la secundaria y al comenzar su primer semestre en la universidad, formalizaron su unión. Apesar de que Tengen estudiaba artes y T/N botánica, sus diferentes carreras no fueron un impedimento para ser felices, al contrario, gracias a esto, tomaron la decisión de mudarse juntos y así poder compartir todo su tiempo libre, disfrutando de la compañía del otro.

Cuando llegaron a su destino, se despidieron con un beso y cada uno se marchó a sus respectivas clases.

Al entrar a su salón, se encontró con una sonriente Kanae, quien al verla rápidamente ensanchó aún más su sonrisa e hizo señas para que se acercará.

-¡Buenos días Kanae!- Sonrió, sentandose a su lado. Le devolvió la sonrisa, amable como siempre.

-Buenos días T/N, ¿Que tal amaneciste?

-Muy bien, ¡Estoy muy feliz por este último semestre!

-Y pensar que hace tan solo unos días atrás habíamos comenzado la universidad, ¡Ahora nos graduaremos!

Ambas rieron y comenzaron a platicar. Luego de un rato el profesor llegó, iniciando la clase.

Sonrió al pensar que este era su último semestre, era increíble que seis años se habían marchado en un abrir y cerrar de ojos, el hecho de que pronto serían profesionales provocaba que sus corazones dieran un vuelco de la alegría, tantos esfuerzos, desvelos y momentos de estrés, daban sus frutos.