Capitulo 11. (II)

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Niall

Una semana, una semana había pasado desde que Liv se molestó conmigo y le puso fin a lo nuestro. Una semana sin mensajes ni llamadas. Trate de buscarla a través de Oliver, pero al parecer sabe que algo paso entre nosotros y ahora me odia por romperle el corazón a su sobrina.

Una semana sin salir de mi habitación, no e ido a la oficina, no e salido para nada de casa y no me apetece hacerlo todavía. Nana está preocupada por mi, dice que jamás me había visto así y tiene razón, jamás me había pasado algo parecido.

Pienso en ella cada segundo, en como debe de estar odiándome, y ni si quiera sabe la historia verdadera.

Ya no quiero seguir con esto, necesito verla, saber cómo está, si esta sufriendo igual que yo. Se que con tan solo verla de lejos me alegraría el día, pero no puedo. Me prometí no molestarla y darle su espacio, pero al demonio con el espacio necesito tenerla cerca.

El alcohol a sido mi aliado en todo este tiempo, tomó hasta no recordar hasta la fecha, tratando de borrar nuestros recuerdos juntos, pero no se van. Botella tras botella, pero no puedo olvidarla, es inútil. Mejor su recuerdo me lo bebo y listo, simple pero efectivo.

Toc toc

Alguien llama a mi puerta y me vale un comino no voy a abrir, nana esta abajo que se encargue ella.

-Niall? Hijo? Abre la puerta, necesitamos hablar- me dice mi madre al otro lado. Apuesto a que nana le fue con el chisme y le dijo sobre mi estado. Termino mi wisky y dejo el vaso junto a la botella en mi mesa de noche. Tropiezo un poco con mis pies pero logro llegar a abrirle la puerta a mi madre.

-¡Por el amor de Dios, niall!- me reclama y trato de cerrar la puerta pero ella me lo impide.

-Qu-Que ne-necesitas madre? No ves que es-estoy ocupado?

-Niall, que estás haciendo? Tienes que dejar de beber, por favor- entra a mi habitación y toma la botella y el vaso que estaban junto a mi cama.

-Que crees qué haces? Aún n-no me la termino- trato de quitarle la botella de la mano pero lo impide.

Ah maldición solo déjenme seguir tomando tranquilo.

-Niall no estas bien, has estado tomando toda una semana seguida, tienes que parar. Vas a volverte adicto.

-No voy a vol-volverme adicto, deja de decir estupideces- le digo mientras siento en la cama.

-Hijo, porque no hablas con ella? Estoy segura que te escuchara y cambiara de parecer.

-No quiere ni verme en pintura madre, hasta su chofer me odia.

-Haz intentado hablarle?- me pregunta sentándose a mi lado.

-Prometí no llamarla y darle su espacio, pero el espacio me esta comiendo vivo.

-Entonces ve y háblale.

-Estas loca? Me bloquearía el numero.

-Bueno, pues no la llames, ve hablarle directamente.

-Quieres que vaya a su casa?

-Es más fácil hablar frente a frente- me dice y se encoge de hombros.

-Me echaría a patadas de su casa- le digo y suspiro- es que no lo entiendes, este mismo asunto ya me había causado problemas en el pasado y lo había superado, pero porque ahora no puedo simplemente olvidarlo y seguir con mi vida?- le pregunto y mis ojos empiezan a cristalizarse.

-Porque estás enamorado de ella.

-N-No, nada que ver.

-Lo dudaste.

Destino [N.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora