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(narra kiyotaka ishimaru)

Todos me ven como el simple monitor de pasillos, alguien por quien no debes preocuparte o sentir que no debes darle espalda por miedo a que te ataque....

Nadie me conoce de verdad....

Exceptuando a alguien....

Sólo él....

Mi mondo owada....

Ese chico que era mi todo...

Desde siempre estuve luchando contra el infame deseo de matar todo lo que toco y lo lograba controlar a través de diferentes medicamentos y una actitud limpia de crímenes, siguiendo al pie de la letra cada una de las reglas para olvidar sus deseos más ocultos y mantenerse ocupado, lo que lo ayudaba mucho.

Todo ese deseo incontrolable venía de una gran soledad, abandonado por todos creciendo un gran rencor por las personas que lo apartaban y lo creían nada, un deseo de venganza.
Siempre se había sentido realmente pesado por toda la carga de sentimientos que se encontraba dentro de él pero a la vez vacía de sentimientos, se sentía extraño ¿Tal vez culpa?...

Nunca supe bien lo que era, sólo sabía que me pesaba todo, si no tomaba mis medicamentos tenía que hacer mucho esfuerzo para una conversación normal sin querer hacer daño a otros, lo que me llevaba a hacerle daño a mi propio cuerpo para castigarme por tener esa clase de pensamientos, todo para encajar con los demás.

De todos modos había logrado fingir ser buena persona hasta que todos finalmente terminaron creyéndolo, terminaron creyendo en una clase de persona que era perfecta y que jamás levantaba ni un mal pensamiento.

Que ilusos...

Recuerdo ese día, un día normal en el recreo por alguna razón mondo owada y yo habíamos empezado a hablar, por primera vez en mi vida me sentía ligero...por primera vez estaba sintiendo cariño...un cariño diferente con el que tendría con mi padre...

Me hacía sentir bien...

Podía decirle todo...

Quería que supiera todo...

Quería que me conociera...

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Mondo: wow ¿Entonces debes tomar estos medicamentos?

Preguntó sorprendido sosteniendo un frasco en blanco con medicamentos, los cuales eran una mitad de color amarillo y la otra mitad de rojo, al igual que los ojos de taka.

Ishimaru: sí, debo tomarlas cada día...

Mondo: hum ¿Y que pasaría si no las tomarás? Jeh ¿Te convertirlas en un hombre lobo o algo?

Dijo con una sonrisa divertida al estar algo incómodo por como taka actuaba al contarle esto, parecía serio pero el alto motociclista le costaba hablar en serio. Le pasó el frasco con sus medicamentos.

Ishimaru: algo así, me convertiría en un monstruo...

Mondo: jeh ¿De verdad?

Ishimaru: podría decirse que sí

Dijo con una sonrisa mientras lo miraba, el motociclista se sonrojó ligeramente y luego aclaró su garganta.

Mondo: debe ser duro...

Ishimaru: lo es...pero ya estoy acostumbrado así que no te preocupes...

Mondo: ¿Y alguien más lo sabe?

Ishimaru: claro que no...nadie confiaría en mí sabiendo esto...

Mondo: entiendo, entonces no diré ni una palabra

Dijo con una sonrisa dulce, apoyó su mano suavemente en la pierna de taka al ver que se sentía un aire alterado al por fin decirle a alguien más sobre esto, alguien tan importante como mondo.
Taka se sentía genial cuando lo tocaba, lo hacía sentir especial ya que se atrevía a tocarlo a pesar de estar loco, no le dijo bien que era lo que evitaban las pastillas pero creía que bastaba.

¿No?....

Mondo le dió un abrazo, lo que taka no acostumbraba ya que se mantenía lejos de las personas. Por primera vez no quería apuñalar, no sentía asco ante el contacto de otros, no pensaba en nada más que aferrarse a mondo para que no se fuera. Taka rodeó al chico con sus brazos para corresponder el abrazo, sus mejillas estaban rojas ya que por su mente pasaban muchas cosas.

¿Será el indicado?...

Sí, lo es...

Y no se me va a escapar...

Abrazó un poco más fuerte a mondo junto a estos pensamientos que lo hacían sonreír de manera genuina, no tenía que practicar su sonrisa para estar con mondo. Se sentía tan ligero...era como si mondo fuera alguna especie de pastilla felíz.

Aunque este sentimiento cambiaba de repente al ver a mondo hablando con otras personas o incluso cuando se tomaba fotos y la publicaba en sus redes sociales, en las cuales taka había puesto sus manos para espiarlo, quería saber más de él y lo había logrado.

Utilizaba la información que había en sus redes sociales para saber de las cosas que le gustaba, quería y tenía que saber cada detalle de mondo. Miraba sus fotos con gran ilusión en su mirada, una sonrisa de par en par se dibujaba en él mientras rascaba su brazo con sus uñas pensando en no llamarlo de nuevo ya que hace tan sólo unos minutos lo había llamado, había tenido una larga charla en la que había reído mucho de manera genuina y no podía evitar querer más de esa felicidad.

No alcanzaba a lastimar su brazo pero dolía y le quedaban por algunos pocos minutos marcas rojas en su piel, lo hacía para contener sus nervios o impulsos. Estos impulsos se descontrolan cuando veía las fotos que mondo tenía con otras personas, en especial chicas, las cuales solían ser bastante bonitas según los ojos tan celosos de taka.

Revisaba sus redes sociales notando que todas estas habían empezado a subir contenido como imágenes o información en ese año, cuando empezó la escuela, lo que no le parecía extraño ya que él jamás había tenido redes sociales antes de querer investigar a mondo.

Lo mantenía ocupado el revisar una y otra vez sus conversaciones con mondo por mensaje, en especial reproducir los audios que el chico le mandaba, amaba eso y se alteraba mucho cuando tenía que borrarlos por falta de memoria en su teléfono, lo que se debía a la gran cantidad de fotos que tenía, una gran mayoría siendo sobre mondo, quien hacía poses divertidas para sacarle una sonrisa.

Normalmente no me abro así con las personas…

Tu efecto sobre mí es extraño....

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El taka yandere ganó en la encuesta 💅✨

Espero que les guste esta historia ùwú 💕

😊💊My happy pills💊😊 (ishimondo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora