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¿De verdad las necesito?...

Se preguntó a si mismo mientras en sus manos sostenía la pastilla que hacía que se controlará.

Mondo siempre es sincero conmigo...

¿Por qué yo no lo soy?...

Quiero que me conozca...

Se acercó lentamente la pastilla a su boca mientras se decía a si mismo que era por el bien de mondo, que lo hacía por él. Pero se detuvo al notar que su celular había sonado, así indicando que le había llegado un mensaje.

Tomó su celular y notó que mondo le había mandado una foto junto a un mensaje que decía "ya estamos aquí 🤘". Este mensaje hubiera hecho a taka sonreír de no ser por el contenido de la imagen, en la que se podía apreciar a mondo junto a una chica, a quien abrazaba vistiendo una sonrisa en su rostro.

Taka apretó sus dientes, los cuales tenían pequeños colmillos que para algunos lo hacían ver tierno, pero que para el mismo no eran más que espantosos ya que le recordaban el monstruo que era.
Regresó su mirada a la pastilla para luego por primera vez tirarla al inodoro, tiró la cadena y fue a buscar su mochila en la que llevaba un taper con una torta dentro y un cuchillo para cortar.
Se fue ya que iba a ir a una juntada con mondo y con algunos amigos de este ya que el motociclista quería que se sintiera aceptado en su grupo.

El pelinegro llegó al parque, el cuál era bastante grande y había un pequeño escenario al que las personas sólo iban cuando había algún día festivo, por lo cual estaba vacío. Hacían algunas payasadas y taka no podía evitar apartar su mirada de la chica que abrazaba a mondo de más, así causando celos en el monitor de pasillos.

Cortaba la torta que había preparado especialmente para mondo mientras pensaba de manera no controlada en que eran las extremidades de la chica, lo que hizo que soltara el cuchillo de repente junto un pequeño jadeo de susto, así sorprendiendo a todos ahí, quienes se fijaron en la torta para ver qué era lo que había asustado al chico, pensaron que quizás algún insecto se había metido ahí pero no había nada.

Mondo: taka ¿Estás bien?-

Ishimaru: ¡Sí, estoy bien! ¡Más que nunca! ✨

Dijo con una sonrisa al ver la preocupación en mondo. Volvió su mirada a la torta para notar que todo ya estaba en la normalidad, sólo había sido producto de su mente la terrorífica imagen que había tenido. Empezó a cortar la torta de manera prolija para luego dársela a la chica, trataba de mantenerse a raya y lo lograba ya que mondo estaba ahí, sintiendo que el era su verdadera medicina, la que había necesitado toda su vida para sentirse satisfecho.

Habían pasado una gran tarde ese día, sólo quedaban taka, mondo y Azami, una amiga de mondo que parecía querer algo más de él según los celos de taka, el motociclista se estaba por ir ya que era algo tarde. Mondo le sugirió a taka llevar a su amiga a su casa la cual no quedaba muy lejos, esto ya que podría haber algún loco suelto, dijo en broma pero taka lo hizo, esto lo iba a considerar la prueba más grande a la que se había sometido ya que trataría de no matar a la chica.

El menor abrazó a mondo con mucho cariño en su mirada, oliendo su cabello al ver que tenía la oportunidad de hacerlo. Quería quedarse en los brazos de mondo por siempre pero se separó para que se despidiera de su amiga.

Ahora caminaba junto a la presiosa chica por un camino de tierra, ninguno hablaba y todo estaba oscuro, sólo siendo iluminados por la luna y por uno que otro foco de luz que había en el lugar, los cuales no eran muchos.

Ishimaru: ¿Cuáles son tus intenciones con mondo?...

Preguntó después de un corto silencio, la chica se sonrojó levemente.

Azami: oh pues...jeh, n-no sé a qué te refieres

Hazlo.

Se acomodó un poco de su largó y lindo cabello para ponerlo detrás de su oreja.

Ishimaru: todos tienen una intención cuando hacen las cosas....y en especial cuando abrazas a alguien de más....

Dijo apretando uno de sus puños tratando de controlar su impulso, por suerte lograba que su voz sonará tranquila y para nada sospechosa.

Hazlo.

Azami: e-es que somos buenos amigos...además se siente bien

Mencionó con una sonrisa, taka la miró a los ojos para luego bajar su mirada al cuello descubierto de quién quería que fuera su siguiente víctima de asesinato, quería ahorcarla o cortar su cuello para quedarse tranquilo de que no le robara a mondo.

Hazlo.

Ishimaru: sí, se siente muy bien eso...

Otro silencio apareció, taka rezaba internamente a todos los dioses para que nada pasará, quería llegar a su casa lo antes posible para tomar sus pastillas y que la voz en su cabeza que le decía "hazlo" se detuviera, no quería hacerlo de nuevo ya que tenía 18, podía ir a la cárcel si era descubierto por la policía pero un peor castigo para taka sería el hecho de que mondo lo odiara por haber matado a su amiga sólo por un mero capricho.

Sabía que su padre iba a ocultar cualquier prueba que lo incriminaran en los asesinatos ya que takaaki quería mucho a su hijo pero eso significaría que no podía confiar en él. Aún recordaba cuando realizó su primer asesinato a uno de sus niñeros, cuando a penas tenía 10 años de edad, takaaki le dijo que le contará a la policía que estaba obligándolo a tocarlo, lo que los policías creyeron al ver que era tan sólo un niño pequeño y que no le haría daño a nadie de no ser porque fuera necesario para sobrevivir.

Su niñero no merecía morir pero no era la mejor persona del mundo ya que solía agarrar sin el permiso las latas de cerveza que habían en la heladera y solía ser grosero con taka cuando estaba borracho, el pequeño niño nunca había dicho nada ya que no sabía si su padre le creería, aunque en el caso de que lo hiciera no sabría si podrían contratar a otra niñera.

Uno de esos días, taka estaba realmente molesto con el chico ya que le había tirado una de las latas, lo que hizo que tomara una de sus tijeras, las cuales no tenía permitido tocar debido a que eran muy filosas.

Recordaba ese escenario tan sangriento viendo las filosas tijeras con las que había cordado la garganta de su niñero, era sólo un niño y lo estaba disfrutando mientras mantenía una fría y calculadora curiosidad en su mirada.

Lo que taka sintió en ese entonces fue un alivio ya que la voz en su cabeza se había saciado, pero no tardaría mucho para que le pidiera más y más...

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😊💊My happy pills💊😊 (ishimondo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora