Harry y Louis son residentes en el Hospital Saint Thomas de Londres.
Harry es residente de Neurología y Louis es residente de Cirugía pediátrica.
No tienen nada en común más allá de su amor por la medicina y su pasión por salvar vidas.
O eso es l...
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Harry PDV
Observé mis libros sobre la mesa y froté mi frente con frustración, llevaba demasiado tiempo estudiando, me dolía la cabeza, pero aún tenía mucho por hacer. El examen era sólo en una semana y tenía que conseguir una buena calificación para poder obtener mi título y mi certificación en Neurología.
Tras de mí escucha el sonido de la voz de Chester cantando una canción de Queen desde el baño, en un volumen bastante alto. Eso me irrita, no sé por qué continúa haciendo tanto ruido, cuando sabe que estoy estudiando, cuando prometió que no lo haría.
Me vuelvo a frotar las sienes, suelto un suspiro y cierro mis ojos para intentar calmarme, lo último que quiero es comenzar una discusión con él, comenzar a gritarnos y después intentar arreglar todo con sexo ya no nos funciona y definitivamente ya no tengo ánimos ni tiempo para hacerlo, tengo cosas más importantes que hacer, como finalmente presentar este examen. Sé que puede sonar egoísta y soy bastante consciente de eso, pero Chester no está respetando nuestro trato, no está siendo fiel a sus propias palabras cuando prometió que me apoyaría, que me ayudaría y sobre todo que me entendería.
Finalmente escucho sus pasos venir hacia mí, siento sus manos posicionarse sobre mis hombros y su sonrisa contra la piel de mi cuello suelto un suspiro nuevamente, inundo mis fosas nasales con el olor de su perfume y por alguna razón me siento relajado. Odio totalmente ese efecto que tiene en mí, ese efecto que ha tenido desde el día que nos conocimos y que sigue provocando en mí, a pesar de todo.
—¿Estás bien? —me pregunta sonando sincero
—Solo estoy cansado y un poco estresado—le contestó sintiendo mi voz entrecortada, por alguna razón me han entrado ganas de llorar, debe ser el estrés. —Y tú no estás ayudando, te escucho cantar a Queen desde aquí.
—Lo siento bebé, me dejé llevar por la emoción.
Me volteo a verle y veo lo bien que se ve, está totalmente vestido y arreglado, se nota muchísimo que está listo para salir.
—¿Vas a salir? —Le pregunto, no con celos, no con ningún tipo de mala intención, solo curiosidad.
—Sí, tengo la fiesta de cumpleaños de Hilary, ¿Quieres venir? Te haría bien venir a despejar tu cabeza por unas horas, tomar algo, comer pastel y bailar con tu sexy novio.
Me río ligeramente por su voz y la elección de sus últimas palabras para referirse a sí mismo.
—Sabes que tengo que estudiar—Le recuerdo, haciendo énfasis al apuntar mis libros sobre la mesa.
