04 | Pediatría y Neurología

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Harry PDV




Mi día comenzó demasiado ajetreado, comenzando por el hecho de que tuve que estar en el hospital a la cinco de la mañana para comenzar con una cirugía asistida en un paciente con Alzheimer, pasando de allí a otra cirugía simple en una mujer con una aneurisma y por último atendiendo y cubriendo las urgencias neurológicas que se presentaron en sala de urgencias.

No había tenido tiempo para comer, sentarme o siquiera ir al baño. Entre cada cirugía tenía menos de quince minutos disponible, así que aprovechaba para orinar rápidamente, beber algún café y tragar, casi literalmente una banana que compré en la cafetería camino a mi última cirugía. Estoy agotado, pero totalmente feliz de los resultados obtenidos hoy. Mientras voy hacia la cafetería pasada la hora del almuerzo, pienso en que tengo que ir a hacer la compra en cuanto salga de mi turno, ya que esta mañana vi que no habían muchas cosas en la nevera. Lo bueno, es que mañana tengo muy pocas cosas que hacer y no tengo cirugías, así que podré concentrarme en estudiar para el examen, el cual se acerca cada vez más.

Como tuve que levantarme tan temprano y el día anterior había llegado muy cansado, no cociné nada, así que decido comprar un almuerzo en la cafetería. Escojo una ensalada completa con pollo, una porción de ensalada de frutas, una porción pequeña de patatas fritas y un té verde de limón. Al ser pasada la hora de almuerzo hay muchísimo espacio disponible para sentarme, así que escojo una mesa cerca de la ventana y me ubico allí.

Como tranquilamente, revisando por primera vez en el día mi teléfono, leyendo mis correos nuevos, respondiendo los de la universidad y poniéndome al día con las nuevas fechas para los exámenes. Le respondo también los mensajes a mamá, a mi hermana y le envió un mensaje a Chester comentándole que pasaré por el supermercado al salir del hospital. Él me contesta diciéndome que me pasará a buscar allí para irnos juntos a casa.

Estoy comiéndome la ensalada de frutas cuando veo a Niall venir hacia donde estoy. Mi amigo está sonriente como siempre y mientras se sienta me quita un pedazo de sandía de mi porción de fruta.

—Claro, adelante, sírvete amigo—le digo negando divertido al verle masticar la fruta con estusiasmo.

—Gracias, gracias—contesta tomando con rapidez otro trozo y llevándoselo a la boca. —me gusta la sandía, recuerdo que Zayn y yo la ocupamos una vez en la cama, dios que buen día.

Sus palabras me hacen reír, Niall tiene una verdadera fascinación con recordar y contarme sobre sus experiencias sexuales con Zayn. Sí, al principio fue incómodo, sobre todo porque estaba conociendo a su novio recientemente, pero pronto aprendí que mi castaño amigo es así de liberal, en todo sentido.

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