Harry y Louis son residentes en el Hospital Saint Thomas de Londres.
Harry es residente de Neurología y Louis es residente de Cirugía pediátrica.
No tienen nada en común más allá de su amor por la medicina y su pasión por salvar vidas.
O eso es l...
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Durante los siguientes días nos mantuvimos en guardia en el hospital, a la espera de mejoras o noticias sobre Thomas.
El doctor Klaison me había ofrecido tomarme algunos días para estar con mi familia, pero me negué, no había mucho más que yo pudiese hacer por mi hermano, solo quedándome ahí de pie, tomando la mano de mamá. Así que volví a trabajar, volví a mi rutina y me enfoqué en mantenerme ocupado, así mi cabeza no volvía a todo lo que está sucediendo con Thomas ahora mismo.
Harry y yo nos habíamos cruzado solo una vez desde aquella tarde, nos vimos en patología, cuando ambos estábamos esperando por resultados de análisis. Me sonrió como siempre lo ha hecho y me dio un apretón en el hombro cuando se despidió. Solo tuvimos una corta charla, pero escucharle hablar y sobre todo verle, mejoró totalmente mi día.
Thomas seguía en coma, lo habían puesto en un coma inducido para ayudar a su cuerpo a relajarse y así poder mejorar. Sus cirugías habían sido bastante delicadas y de intensidad, así que lo mejor para él y su cuerpo era descansar. El doctor Holms había estado monitoreando de cerca la actividad cerebral y el estado neurológico de mi hermano, pero siempre eran las mismas palabras; "sabremos más cuando despierte" y sí, sé que es correcto, sé profesionalmente que eso es cierto, que muchas veces hay que esperar a que el paciente despierte para ver su actividad cerebral de una mejor manera, pero sé también que muchas de sus respuestas son vagas, porque mi hermano no está completamente bien neurológicamente y eso me preocupa.
Me preocupa de sobre manera todas las consecuencias que puede traer para él, si hay algo neurológico fallando.
Observo la ficha del paciente que tengo en mis manos, quitando los pensamientos de mi hermano de mi cabeza, anoto un par de indicaciones y hago la respectiva derivación para que sea internada y posteriormente llevada a quirófano, nada complicado, solo una apendicitis detectada a tiempo. Firmo el documento y le aviso a la enfermera a cargo que todo está listo. Cuando estoy listo con ello, me muevo hacia la sala de descanso de residentes, necesito un café con urgencia ya que estoy sintiéndome sin energía y aún tengo un par de horas antes de que mi guardia acabe.
Michael está ahí, sentado en un sofá bebiendo un café y vistiendo ropa normal, nada del hospital. Al verme entrar me saluda y regala una sonrisa que se siente bien.
—¿Cómo estás Lou? —Pregunta, sé que se refiere a Thomas. Todo el hospital sabe lo ocurrido con mi hermano, eso no es un secreto.
—Estoy bien—Cojo una taza de cartón y me sirvo café recién hecho, le pongo la tapa para evitar derramarlo y me siento al costado de Michael.
Dejo salir un gran suspiro de alivio, mis pies sintiéndose en el cielo cuando dejo de estar caminando.
—Sobreviviendo—Digo, agregando una poco más de dialogo a mi anterior respuesta tan vaga.
