My Kittie Frankie -frerard-

Capítulo I: Meow

Caminábamos por aquellos fríos pasillos del refugio de animales, Mikey no dejaba de meter los dedos entre los barrotes de las jaulas jugando con los pequeños gatitos.
Yo no sé... A mi me daban lastima todos.

- Gee, ¿que tal éste? - preguntó señalando a un gatito gris de ojos azules.

- Gris no, que se ensucia pronto. - reí viendo ahora un gato marroncito.

Mikey bufó.

- Pansy es gris y no se ensucia. - respondió viendo al mismo felino que yo.

- Ay es que no sé Mikey... - murmuré en un bostezo.
Seguí caminando por la sala hasta que un maullido me hizo girar la vista hacia su propietario.
Un pequeño gatito negro se encontraba tumbado en un cojín rojo, mis ojos se encontraron con los de él.

Ojos marrones.

No.

Verdes...

O más bien...

- Tus ojos parecen un kiwi cortado por la mitad... - reí al escuchar la risa de Mikey acercándose también.
Mi hermano pasó su brazo por detrás de mi hombro.

- Estás fatal Gerard... - murmuró mirando al gato también.

- Es que es verdad ¡miralo! - grité divertido señalando al gato.
Mikes se fijó más en los ojos del gato e hizo una mueca tonta.

- Yo los veo marrones...no sé, será tu visión artística. - dijo sonriéndome de lado, yo le devolví una sonrisa y las miradas se dirigieron a nuestra nueva mascota.

...

Me encontraba en mi cama mirando el techo, el felino dormía a mi lado, ronroneando cada vez que acariciaba su cabecita.

- No sé que nombre ponerte... - bufé sin quitar mi vista del techo.
El pequeño abrió esos ojos kiwis que tenía y se levantó para estirar las patitas. Besé la cima de su cabecita cuando la puerta se abrió.

- Gerard, tengo que irme, hay una reunión urgente con la empresa y debo irme. - decía con prisa, yo le miré y sonreí de lado.

- Claro, no te preocupes. - dije viendo al gato sentarse frente a la ventana.

-Es que es en Japón Gee... - murmuró rascándose la nuca. Ahora mis ojos estaban fijos en él con una expresión sorprendida.

¿Japón?¿Estaba de broma?

- ¿Te vas a Japón?¿Así de repente? - pregunté sentándome en la cama. Mikey se acercó un poco y bufó.

- Si...Dos semanas, lo siento... - se giró para irse después de ver mi reloj de pared, lo miré también, era bastante tarde.

- Vale, vale... No te preocupes, yo cuido de Pansy. - sonreí jugando con mi móvil.

- Volveré lo antes posible, cuidate. - dijo y salió cerrando la puerta de mi cuarto detrás.

- Te quiero. - Alcé la voz para que llegara a oirme.

Escuché una risa al fondo.

- ¡Marica! - gritó cerrando la puerta principal.

Idiota.

Miré de nuevo al gato.

- ¿Y a ti como coño te llamo? - el felino ronroneó.

Suspiré sentándome frente al ordenador sin plan previo. Jugué con el ratón hasta finalmente darle icono de Skype para ver en a Lynz en línea, sonreí de lado abriendo el chat.