Es un placer conocerte

Un plan que está saliendo bien

CAPÍTULO 11

Una vez en el quirófano Alexandro comenzó a preguntar cosas relacionadas a todo lo que podía observar, Luna hizo su mejor esfuerzo y aunque algunas preguntas no las supo responder, la mayoría de las cosas que Alexandro preguntó fueron respondidas correctamente o al menos demostraba que ya tenía algo de conocimiento al respecto. El examen duró aproximadamente un hora.

Alexandro: Bien hemos terminado tu serie de preguntas, me alegra saber que si aprendiste algunas cosas acerca de lo que hay a tu alrededor.

Luna: Al fin puedo descansar, ya estaba aburrida con tantas preguntas.

Alexandro: Así es, ya has quedado libre pero aún tienes que seguir estudiando, haremos esto cada noche, te quedarás conmigo una hora para que de este modo pueda ir notando tu avance en este sector.

Luna: ¿Qué? ¡Eso no es justo! Mire la hora que es.

Alexandro: 11:07 p.m.

Luna: Exacto, aún tengo que ir a mi casa y ahora por su culpa tendré que irme en un taxi porque dudo mucho que encuentre algún autobús.

Alexandro: Si ese es el problema no te preocupes, yo te llevaré a tu casa.

Luna: No gracias, de seguro luego pensará en cobrarme.

Alexandro: No lo haré, es más para que veas que no soy tan malo como piensas, cada noche que termines de estudiar conmigo te invitaré a cenar, ¿qué te parece?

Luna: ¿Está bromeando?

Alexandro: No.

Luna: Bueno, apenas lo estoy conociendo pero su comportamiento conmigo ha sido indiferente así que no pensé que hablara en serio.

Alexandro: Tómalo de esta forma, la cena es tu recompensa, además también puede servir como una disculpa debido a mi comportamiento contigo.

Luna: Eso me parece bien, aunque no soy su mascota para que diga que una cena es mi premio.

Alexandro: Si, como digas.

Luna (molesta): si va a empezar con tu carácter mejor olvide todo.

A Alexandro se le estaba haciendo costumbre intimidar a Luna así que hizo lo mismo que las veces anteriores, la arrinconó contra la pared.

Luna: ¿Por qué tiene que hacer esto? Aléjese de mí.

Alexandro: En primera porque tienes que entender que no vas a llevarme la contraria, y si yo digo que te invitaré a cenar y luego te llevaré a tu casa así será y no porque te vea como una mascota, eso tienes que tenerlo muy claro. Así que mejor guarda silencio si no tienes algo bueno que decir. En segunda porque no me agradó la forma en como me acabas de hablar y la actitud desafiante que pones ante mí. Recuerda que soy tu superior así que esto hace hincapié en el punto uno, no debes oponerte a mí. Y en tercer lugar, si hago esto es porque quiero y tú no vas a decirme que puedo y que no puedo hacer, ¿Entendiste?

Luna (intimidada, voz nerviosa): Sí… Está claro, perdón por haber dicho lo de la mascota, sé que quiere hacer bien las cosas y que nos llevemos bien, pero... mi actitud no va a cambiarla… así que podrá ser mi jefe pero… no va a decirme cómo debo de hablarle…

Alexandro: Está bien, no te preocupes por eso y respecto a lo segundo… -la miró fijamente a los ojos- por el momento diré que no hay problema… Aún estás aprendiendo. Ahora hay que irnos o será más tarde.

Luna: Está bien.

Ambos salieron del hospital, se dirigieron al auto de Alexandro, Luna se sentó en el lugar del copiloto. Alexandro se dirigió hacia un restaurante y cuando iban en camino comenzaron a ver relámpagos, parecía que iba a llover. Durante el camino continuaron platicando.

Luna: Oye tengo una duda, ¿Cómo es que siendo tan joven te convertiste en el mejor cardiólogo del estado?

Alexandro: ¿Podrías ser más respetuosa?

Luna:. no, si tú puedes intimidarme entonces lo mínimo que puedo hacer es hablarte de esta manera, así que no pienses que seguiré hablándote formalmente..

Alexandro lo pensó por un instante, lo que ella decía era cierto y no tenía ningún problema con que le hablara de esa forma, además la cordialidad está demás entre dos personas que se llevan bien y eso lo sabe por Oliver que, tampoco lo trata con respeto.

Luna: ¿por qué te quedas callado? Mejor responde a lo que te pregunté.

Alexandro: El prestigio de que soy "el mejor cardiólogo del estado" fue debido a que logré realizar una cirugía muy complicada la cual ningún otro cardiólogo quería aceptar, en ese tiempo estaba iniciando en mi especialidad y aunque no tenía mucha experiencia los familiares del paciente aceptaron que hiciera el trabajo, ellos confiaron en mí así que me enfoque en estudiar el caso y cuando llegó la hora conseguí hacer con éxito la operación.

Luna: ¿Qué operación fue?

Alexandro: Tuve que hacer un trasplante de corazón a una madre que tenía poco tiempo de dar a luz a su hija. El problema es que con el parto, la mujer estaba muy debilitada, sumado al problema en su corazón. Esto daba muy pocas probabilidades de que pudiera sobrevivir a la operación. Aun así accedió y estuve durante poco más de 5 horas.

Luna: Entonces ese reconocimiento es solo porque los otros cardiólogos no quisieron operar a la mujer.

Alexandro: Exacto. Todos dijeron que no soportaría la operación pero yo fui el único que dijo que al menos tenía que intentarlo, claro que para mi edad todos se burlaron de mí, sin embargo logré mi objetivo y pude realizar el trasplante de corazón y con ello me gané el respeto de mis compañeros.

Luna: Vaya, tu historia es muy interesante.

Alexandro: Tal vez sí, lo que pasé fue interesante pero a su vez fue muy estresante, imagina a un recién egresado de una especialidad que decide llevar la contraria a sus superiores. El deber de demostrar que podía lograrlo me dejó muy agotado, tanto así que luego de la cirugía y de haber dicho que todo había sido un éxito lo siguiente que hice fue llegar a mi sala de descanso y dormir. Lo siguiente que recuerdo es que desperté en una cama de una de las habitaciones del hospital, había estado inconsciente un día entero. Eso es debido al estrés postraumático que tengo y que con eso que pasé se agravó.

Luna: A pesar de que es una gran historia también tiene su punto negativo. Debido a eso ahora sufres de estrés pero ¿si te dedicas a las cirugías como te autocintrolas?

Alexandro: De hecho lo del estrés es debido a otra situación, aunque debido a mi trabajo también pasó por mucho estrés pero lo que me ayuda es el ejercicio, eso me tranquiliza y desde siempre me ha funcionado.

Luna: Entonces has aprendido a sobrellevar tu estrés, eso es muy bueno para tí. Tal vez lo que te diga pueda molestarte pero si necesitas ayuda con tu estrés puedes contar conmigo, juntos podremos ver si el ejercicio es lo más efectivo para tí o podemos encontrar algo mejor como tocar un instrumento o simplemente platicar porque si te das cuenta, has hablado más que en otras ocasiones y eso de igual forma ayuda para liberar la tensión que tienes.

Alexandro: Lo tendré en mente, gracias por tu apoyo y bueno hemos llegado al restaurante.

Ambos se bajaron y entraron para ordenar su cena. Mientras tanto los relámpagos cada vez eran más continuos y las nubes taparon la luna y las estrellas. Sería una noche lluviosa…