CAPÍTULO 16
Luna quedó acostada en la cama mientras Alexandro estaba sobre ella, comenzó a besarla, después bajó a su cuello en dónde también le estaba dando besos y poco a poco bajó con dirección a sus senos, Luna estaba excitada, su respiración se estaba acelerando al igual que su ritmo cardíaco, bajo la mirada para ver a Alexandro quien estaba comenzando a besar su seno derecho y después pasó su lengua por su pezón de lado a lado, Luna estaba soltando pequeños gemidos, Alexandro hizo lo mismo con el seno Izquierdo de Luna para finalmente quedar en el centro de su pecho y así inicio a bajar con su lengua hasta llegar a su ombligo dónde se detuvo para darle un beso y luego continúo descendiendo.
Era la primera vez que Luna tenía sexo y no sabía si tenía que decirle a Alexandro o simplemente dejaba que todo pasará sin interrupciones, estaba preocupada por lo que Alexandro dijera. Lo pensó por unos instantes ya que no tenía mucho tiempo para estar pensando en eso y cuando Alexandro se encontraba cerca de su entrepierna le dijo que se detuviera.
Luna (nerviosa): Espera.
Alexandro: ¿Qué sucede?
Luna (nerviosa): Es que… es mi primera vez…
Alexandro: -Mostró una pequeña sonrisa- ¿Qué pasa con eso?
Luna (sonrojada): No lo sé, sólo pensé en decírtelo…estoy nerviosa y además quería preguntarte si tienes preservativos...
Alexandro: Está bien no te preocupes y sí tengo preservativos pero ahora yo te haré dos preguntas,, la primera¿Te das cuenta de lo que hiciste?
Luna: Perdón, creo que arruiné el momento.
Alexandro: Ahórrate tus disculpas porque en estos asuntos a mi no me interesan. Ahora bien, la segunda pregunta es, ¿Tienes miedo de quedar embarazada o porque preguntas acerca de los preservativos? Antes de que me respondas te informo que yo no tengo ninguna ETS así que no te preocupes por eso.
Luna: No, jamás pensaría que tuvieras eso, pero respondiendo a tu pregunta, si… eso es mi miedo.
Alexandro: De acuerdo entonces voy a solucionar eso pero antes de hacerlo, tengo que hacerte una última pregunta.
Luna: Dime.
Alexandro: ¿Confías en mí?
Luna: Completamente.
Al oír esto Alexandro tomó del brazo derecho a Luna para que se levantará, ella se incorporó y en seguida él habló con ella.
Alexandro: Quiero que te pongas de rodillas y que te apoyes con tus manos.
Luna: Está bien.
Cuando ella quedó en la postura que él le dijo, Alexandro la penetró lentamente, Luna se quejó, se escuchó un gemido de dolor pero eso no importó, él continúo metiendo su pene hasta que entró por completo, Luna empuñó la sábana de la cama mientras continuaba gimiendo. Alexandro inició a moverse hacia adelante y hacia atrás de manera lenta, estaba disfrutando cada momento. Luego de unos minutos se detuvo y dejó de penetrar a Luna quien al fin soltó la sábana. Volteó a ver a Alexandro, ella tenía los ojos llenos de lágrimas y él le devolvió una mirada.
Alexandro: Tranquila, mientras te siga cogiendo de manera anal, no tendrás porque preocuparte por quedar embarazada.
Luna no supo qué contestar en ese momento, no solo era su primera vez sino que fue su primera vez recibiendo sexo anal. Por eso sentía dolor a pesar de que Alexandro se movía despacio. Él ni siquiera utilizó lubricante, simplemente penetró a Luna de manera brusca y luego de que le dijera eso a Luna, él volvió a penetrarla y así la tuvo por un largo tiempo hasta que se corrió en la espalda de ella.
Luego de terminar, Alexandro tuvo que limpiar a Luna ya que había quedado cubierta de semen, fue una escena graciosa ya que Luna quería acostarse pues estaba cansada y sentía mucho dolor como para continuar en esa posición. Después de que Alexandro la limpió se acostó al lado de quien también se había acostado y no quería moverse por tanto dolor que había sentido, aunque a pesar de todo ella también lo disfrutó. Ambos quedaron durmiendo desnudos.
Al siguiente día Luna se despertó, y con apenas moverse hizo un gesto de dolor, debido a lo que había pasado la noche anterior ella estaba adolorida, miró que Alexandro no estaba acostado, pensó que tal se estaba bañando para irse a trabajar pero no escuchaba el sonido de la regadera así que se levantó y en una mesita que se encuentra al lado de la cama, pegada a la pared, miró una nota al lado de su celular.
Alexandro (nota escrita): Buenos días, no te preocupes por ir a trabajar, toma este día de descanso, es una orden de tu jefe. Voy a justificar tu falta diciendo que estás enferma.
Luna: Claro me coge, me deja adolorida y él se va a trabajar muy tranquilo como si nada.
ESTÁS LEYENDO
Es un placer conocerte
RomanceNada es lo que parece... ¿Quieres saber por qué? Entonces continúa leyendo esto que al principio parece una historia de romance y drama pero poco a poco te darás cuenta de que no es así. Está es la primer historia que estamos escribiendo así que esp...