CAPÍTULO 13
Continuaron hablando mientras terminaban su cena, cada vez se estaban llevando mejor, seguramente las demás personas del lugar pensaban que eran novios.
Alexandro: Oye, hace un momento dijiste que vives sola, ¿Por qué?
Luna: Desde que mis papás murieron me quedé sola, no tenía otro familiar, tampoco quería ser una carga para los demás, así que a pesar de que varios amigos y amigas me ofrecieron vivir con ellos o mudarnos a un departamento junto, decidí ser independiente.
Alexandro: Tiene sentido, me alegra saber que pudiste afrontar esa circunstancia de una forma madura.
Luna: Gracias. Cada vez mejoras al decir cosas bonitas.
Alexandro: Apresúrate para terminar tu cena, yo terminé desde hace unos minutos, además se está haciendo tarde, mañana tenemos que trabajar y por el clima se nota que no falta mucho para que comience a llover.
Luna: Si, ya casi termino.
Alexandro ya no pudo decir nada más debido a que se escuchó un fuerte rato y Luna no pudo terminar de cenar ya que luego del estruendo se fue la luz en todo el restaurante así como en el resto de la zona que también se encontraba a oscuras.
Luna (grito de miedo)
Alexandro: Tranquila todo estará bien, no me alejaré de tu lado. -agarro a Luna de su brazo izquierdo y la acerco a él-.
Luna se sintió segura y con su brazo derecho rodeó el cuerpo de Alexandro para abrazarlo.
Alexandro no sabía que hacer o que decir, era la segunda vez que Luna lo abrazaba, su respiración había cambiado, estaba un poco agitado, al igual que su corazón había acelerado un poco. La sensación era calidad, se sentía cómodo con ella pero los nervios lo traicionaron.
Alexandro: Eeeh ¿Vas a terminar de cenar?
Luna: -Miró hacía arriba para ver el rostro de Alexandro- Está todo oscuro, ya no quiero cenar, mejor pide la cuenta.
Alexandro: Está bien.
En ese instante comenzó a llover muy fuerte.
Luna: Este tipo de noches no me agradan. El estar sin luz y escuchar los rayos me asusta. Claro que la lluvia es muy bonita, cuando hay lluvia y los rayos no son muy fuertes lo disfruto pero en ocasiones como hoy no me gusta.
Alexandro: No pasará nada, pronto volverá la luz y respecto a los rayos ya se están escuchando más lejos.
Luna: Aún así, está todo oscuro y no me agrada.
Alexandro: Eres infantil pero bueno, si no quieres estar aquí vamos a mi auto.
Luna: ¿Por qué a tu auto?
Alexandro: Porque mi auto si tiene luz.
Luna: ¿En serio? Entonces vamos.
Alexandro pagó la cuenta y ambos se fueron a su auto, sin embargo, había un pequeño inconveniente... el auto estaba en el estacionamiento el cual se encontraba al aire libre y para llegar al vehículo debían de caminar un poco bajo la lluvia.
Luna: ¿Y si nos quedamos aquí? Mira, están colocando velas.
Alexandro: Yo iré, tu espérame acá, regresaré con el auto te subes y volvemos a estacionarnos.
De la nada se escuchó un rayo casi igual de fuerte que el primero.
Luna: Mejor vamos los dos.
Alexandro: Está bien.
Alexandro se quitó su saco y se lo colocó a Luna para cubrirla de la lluvia, así ambos salieron corriendo hasta llegar al auto. Una vez ahí Alexandro le abrió la puerta a Luna y el dió la vuelta para subir del lado del conductor. Ambos quedaron muy empapados por la lluvia.
Luna: Lo logramos. Llegamos, aunque estamos mojados.
Alexandro: Es tu culpa.
Luna: Tu te ofreciste, no me culpes.
Alexandro: Bueno lo acepto, fue una mala idea -sonrió-
Luna: Pero fue divertido. Por cierto gracias por darme tu saco. -sonrió-
Alexandro: Si, fue divertido pero no podemos quedarnos así porque podemos enfermarnos y respecto a lo de mi saco, no te preocupes, no tienes porqué agradecer.
Luna: Tienes razón, esto nos puede dar un resfrío y bueno está bien -volvio a sonreír-
Alexandro: Bien entonces debemos irnos pronto para cambiarnos.
Luna: Sí, llévame a mi departamento y ya luego te vas a tú casa.
Alexandro: No, iremos a mi casa porque está más cerca.
Luna: Ni siquiera sabes dónde vivo, ¿como puedes decir que tu casa está más cerca?
Alexandro: Con mayor razón no iremos a tu casa, no de dónde vives, ahora ponte el cinturón de seguridad porque ya nos vamos.
Luna: No es justo.
Alexandro: Puedes bajarte si quieres.
Luna (haciendo pucheros): Esta bien iremos a tu casa.
Alexandro: De acuerdo.
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Es un placer conocerte
RomantizmNada es lo que parece... ¿Quieres saber por qué? Entonces continúa leyendo esto que al principio parece una historia de romance y drama pero poco a poco te darás cuenta de que no es así. Está es la primer historia que estamos escribiendo así que esp...