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1963Gangnam

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1963
Gangnam. Corea del Sur.

-¡Qué vida la mía, Dios mío! Escúchame Namjoon... -La mujer se agitó en el sillón-. ¿Crees que es justo? Yo no me casé para esto. Quien se casa con un médico debe demostrar que lo hizo. ¿Qué puedo demostrar yo? Vamos, dime. ¿Qué soy en la ciudad? La mujer de Kim Namjoon. ¿Y quién es Kim Namjoon?

-Cariño...

-Dime, ¿quién es ese hombre? Un médico. ¿Y qué clase de médico es? Mira, Namjoon, cuando nos casamos... tú y yo hicimos planes...¿No los hicimos? Di, ¿no los hicimos?

-Yewon, cariño...

-Claro que los hicimos. «Soy un médico. Llegaré lejos». ¿Adónde has llegado, dime? A ninguna parte.

-¡Kim Yewon!

-No me digas que estás cansado. Yo también lo estoy. ¿Y qué? Me aguanto, ¿no? Tú vives para tus enfermos. Siempre creí que ser médico significaba algo. No significa nada. Tenemos una señora de la limpieza como cualquier mediocre, tenemos un coche viejo que se para cada seis kilómetros. Bueno, tú tienes una clínica perfecta, eso sí. ¿Pero de qué te sirve?

Kim Namjoon, que leía el periódico sentado frente a su mujer, no se inmutó. Evidentemente se notaba que estaba acostumbrado a los diarios sermones de su esposa. En su agradable rostro, de dócil mirada, se apreciaba la frustración. Y en sus oscuros y rasgados ojos, una sombra de contrariedad y cansancio; mas ninguna de estas cosas salieron al exterior en frases cortantes. Indiferente en apariencia, Kim Namjoon continuaba inmóvil. Yewon, su esposa, añadió cada vez más alterada:

-No soy ni más ni menos que una mujer corriente. Y todo por tu culpa. En cambio, Soojoung es, como yo, la esposa de un médico, ¿y has visto cómo vive?

-Yewon, cada cual...

-Cada cual... Siempre igual -gritó sin dejarle continuar-. ¡Cada cual ¿qué?! Cada cual nada. Lo que pasa es que Kim Seokjin tiene buenos clientes. Sabe lo que significa su carrera. Se dedica a la gente rica. Por cada consulta cobra una fortuna. ¿Y tú qué? Tienes la clínica llena de harapientos, a los cuales no cobras un won. Y tu mujer, como una mendiga cualquiera. Pues no, ¿te enteras? Me gusta salir, deseo tener un coche para mí sola. Estoy harta de esperarte todos los días para ir al cine o al club, y tú te duermes en los laureles atendiendo esos enfermos miserables que no pagan.

-La profesión de médico -Namjoon dijo cuando al fin ella se detuvo, con voz calmada- no es una profesión cualquiera, Yewon. Es una inclinación, una vocación auténtica.

-Eso es. Y tú la sientes. Y pudiste ser un médico famoso. Porque pudiste, eso no me lo puedes negar, y sin embargo, ¿qué hiciste?

-Cariño, gano lo suficiente para vivir. No necesito nada más.

-Genial. ¿Y tu mujer qué?

-No te falta nada.

-No me falta nada... -gritó- ¡¿Qué es lo que tengo?!

Aquello que darnos a cambio 𖤓 Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora