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-¡Cómo estás perdiendo a tu esposo y su cariño!

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-¡Cómo estás perdiendo a tu esposo y su cariño!

Yewon se echó a reír. Bella, insensible, encendió un cigarrillo y fumó con placer.

-Tú no sabes, mamá, cómo es Namjoon.

-Es un caballero.

-¡Oh, sí! Sin pasiones, sin amor, sin ambiciones.

-Yewon... ¿Dónde están arraigadas las tuyas?

La rubia abrió mucho los ojos, asombrada por esa pregunta.

Yiyeon sabía que si las cosas seguían como iban en la actitud de su hija, pronto ocurriría un desastre. Llevaba meses, y hoy ya un buen rato, tratando de hacérselo ver. En vano. Pero como su madre al fin y al cabo, siguió intentándolo.

-¿Qué dices, mamá?

-Te hice una pregunta. ¿En dónde están puestos tu amor y ambiciones?

-¡Ah!

-¿Dónde, Yewon? Ya que si tan desapasionado es tu marido, si no tiene ambiciones ni deseos masculinos, ¿qué haces tú? Porque si eres capaz de juzgarle a él así, es que tú eres diferente. Dime...¿A dónde van tus anhelos materiales y espirituales?

-Qué cosas se te ocurren, mamá.

-Muy bien, qué cosas se me ocurren. ¿Ves qué pobre es tu respuesta cuando no encuentras frases convincentes y convenientes para ti? Tú, y no él, eres la que no tienes ansiedad de amar. Para ti solo existe la vanidad del mundo, tu ambición y tu orgullo.

-¡Mamá!

-Lo siento, hija, pero observo que estás perdiendo a Namjoon. Y tal vez lo lamentes cuando ya no tenga remedio. Dime, ¿no temes que Namjoon busque el placer en otra mujer?

-Si Namjoon no tiene deseos, mamá.

-¡Oh, qué tonta eres! Qué lástima que uses y pierdas tu capacidad de pensar en ilusiones de grandeza.

-Mamá, desde que llegué me estás ofendiendo.

-Es que la ofendida soy yo, por tener una hija como tú.

-¿Qué te parece? -se enojó Yewon-. Vengo a verte después de varios días y me recibes con críticas y ofensas.

-Escucha, hija mía, ayer en la tarde mi doncella fue a tu casa a llevar un regalo a Sunni por su cumpleaños. La casa estaba llena de niños. Tu doncella recibió el regalo y le dijo que tú no estabas, que estaban el señor y la enfermera.

-Y es claro, mamá. Yo estaba en una reunión con mis amigas. Un compromiso social me impidió complacer a Sunni -se encogió de hombros.

-Exactamente. El cumpleaños de tu hija y la dejas con una enfermera.

-Y su padre.

La dama empequeñeció los ojos.

-Yewon, ¿no temes que tu esposo se enamore de la enfermera?

Aquello que darnos a cambio 𖤓 Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora