-Querida...
-Fue un viaje espectacular, mamá -exclamó Yewon derrumbándose en el mullido sillón-. Jamás he disfrutado tanto... Claro que yo no llevaba tanto dinero como Soojoung. Pero ella me prestó unos pocos millones de wons...
La madre de Namjoon la contemplaba silenciosamente. No, no era posible la
felicidad entre su hijo y aquella muchacha engreída, fría, egoísta, que aún no había ni preguntado por su hija y su esposo.-He comprado un montón de cosas, mamá. Supongo que a Namjoon no le parecerá mal. Un sombrero precioso. Un abrigo de astracán, un anillo con un baño de...
Todo para ella, sin variación. La señora Kim Miyeon suspiró.
-Soojoung también compró muchas cosas. Figúrate que hasta le trae un prendedor de corbata a su esposo. Soojoung es así -sonrió como quien habla de una heroína.
Su nuera, por lo visto, no traía nada para nadie. La mujer mayor estaba esperando que preguntara por su hija, pero al parecer la rubia con altos botines de marca frente a ella, no tenía prisa.
-Roma me pareció maravillosa -recordaba enamorada-. Yo, mamá, me pasaría la vida viajando. Tengo que decirle a Namjoon que me compre el «Mercedes». No puedo ser menos que las esposas de otros médicos, ¿no te parece?
¿Parecerle? Le parecía irracional, pero discretamente, como su hijo, se dijo que no merecía la pena ni decírselo ni hacérselo ver. El resultado habría sido, sin duda, el mismo.
-Fue increíble, mamá. Llegamos hace un instante. El esposo de Soojoung la esperaba en el aeropuerto.
-Tu esposo tiene hoy cinco operaciones, querida -le mencionó contenida.
-Qué fastidio. Tenía que haber estado en el aeropuerto. ¿No te parece? Los hombres deben complacernos.
Obviamente ella no tenía ningún deber en el matrimonio. Solo derechos. ¡Tan dichosa!
-Como en casa no había nadie más que las criadas, cogí un taxi y aquí estoy.
-Has adelgazado -dijo la mayor por decir algo.
-En estos viajes siempre se baja de peso. Mejor para mí. Aborrezco la gordura. Bueno, ya me tendré que ir, a visitar a mi mamá.
La señora Kim no pudo más y dijo:
-¿No preguntas por tu hija? -que esfuerzo para no zarandearla por una oreja.
-¡Oh, claro! Bueno -rió despreocupada-, a tu lado ya sé que está bien. Y como hoy quedé en acompañar a Soojoung y a su marido a la Ópera te los dejo aquí hasta mañana.
Se quedó perpleja, más su rostro nada demostró. Se limitó a decir:
-Como quieras.
-Espero que Namjoon me acompañe.
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Aquello que darnos a cambio 𖤓 Kim Namjoon
Fiksi Penggemar[1963; Doctores AU] «Raro: ver a un alto y bien parecido psiquiatra famoso cuestionando su existencia en plena acera nocturna. Kim Namjoon, estaba principalmente cansado. Su niña de siete años era su razón de existir. Pero su esposa parecía empeñad...