¬ 25

233 38 20
                                    

— ¡Mamá! — Gritó.

La mujer corrió escaleras arriba al oír el grito de su hija mayor, preocupada por lo que le podía llegar a pasar.

— ¡¿Qué sucede?! — Exclamó, ingresando al dormitorio, buscando indicios de algo alarmante.

— ¡Mira! — Señaló su rostro.

Su madre la vio detalladamente, frunciendo el ceño al no notar qué era lo que le quería enseñar la muchacha.

— ¿Qué? — Dijo confundida.

— ¡Me puse los lentes de contacto! — Anunció algo exasperada.

Y ante eso, la mayor explotó en una carcajada, llevándose las manos al estómago al sentir una presión ahí debido a la risa.

— Ay, tesoro — Se recuperó la femenina — Si te pones los lentes de contacto, no hace falta que uses los anteojos, ya te lo he dicho — Rió suavemente, quitándole las gafas a la menor.

Ésta parpadeó varias veces, como acostumbrándose a esas cosas nuevas en sus ojos, y cuando lo hizo, le dedicó una leve sonrisa a la de mayor edad.

— Te ves muy bonita — Sonrió, pero de pronto le propinó un pequeño golpe en la cabeza — Para que no vuelvas a gritar de esa forma, me asustaste, ahora baja a desayunar.

La contraria salió del cuarto, y la dejó sola.

Im caminó hacia el espejo, y se vio de pies a cabeza.
Y por primera vez en muuuchos años, incluso con el viejo pijama, y su cabello despeinado, NaYeon se sintió bonita.

🕒

— ¿Qué haces? — Consultó Soobin, llegando con su hermana.

— Cocinando, ¿que no ves? — Bufó, frustrada de que no le salgan las cosas como quería.

El de cabello colorido sonrió. Sabía lo que la mayor estaba queriendo hacer, lo descubrió cuando entró a su cuarto para buscar la pelota que ella le escondió, y allí encontró aquella tonta hoja de aún más tonto plan, no obstante, le daba puntos por su esfuerzo.

— ¿Quieres ayuda? — Ofreció, acercándose a la castaña.

— Solo si sabes como carajos evitar que el maldito chocolate no se queme — Protestó, batallando para sacar el dulce del recipiente.

— Lo estás haciendo todo mal, tonta, no tienes que- ahg, déjame hacerlo — Demandó sin más.

Le quitó las cosas de la mano, y las hizo a un lado, tomó otras limpias, y se encargó de hacer todo de nuevo, pero bien, explicándole a su acompañante como se debían hacer de la forma correcta.

— Y listo, ahora debes decorarlos como quieras — Concluyó el menor, luego de sacar los bocadillos del horno.

— Gracias Binie, eres el mejor — Chilló, intentando abrazarlo, y fallando rotundamente, puesto que el contrario la esquivó.

Se estaba propasando.

Al día siguiente~

— ¡Holaa! — Exclamó Jeongyeon, ingresando a la vivienda, y abrazando a su amiga.

— Holiss, ¿preparada? — Pronunció nerviosa la más baja.

— Yo si, ¿y tú? No recuerdo cuando fue la última vez que pisaste una estética o una peluquería — Bromeó Yoo.

— Nunca lo hice directamente — Admitió — Pero en fin, vamos, ¡ya me voy, mamá! — Gritó lo último.

¡Cuídense y no vuelvan tarde! — Contestó la anteriormente mencionada desde la cocina, cocinando junto a su esposo.

Ambas adolescentes salieron de allí, y pagaron un taxi que las llevase a su destino.

NaYeon estaba nerviosa, ansiosa, emocionada, aterrada, y muchas cosas más, puesto que en serio, jamás pisó una estética o peluquería, no sabía si lo que iban a hacer con su cabello le iba a quedar bien o se lo iba a arruinar, por lo que tenía motivos de sobra para espantarse.

No obstante, no quería arrepentirse, ya había llegado muy lejos, y haría lo que fuera para que Jungkook la vea con otros ojos aparte del que usaba para dirigirse a ella como una compañera de colegio, vecina, o  amiga.

Por él, es que estaba haciendo todo eso.

🍥
Dedicated to Violet0403 vuelve
a casa Gary

Nimin_36

Pepero Day ¬ NaKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora