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Sus pasos eran pesados, e iban sin ánimos de volver realmente, pero no tenía de otra.

Al llegar a su casa, se detuvo en la puerta un segundo, y volteó a ver a la casa de Jungkook, suspirando por última vez.

Quería odiar a Jihyo, ella logró quedarse con la persona de la que estuvo enamorada todos estos años, e incluso sabiendo acerca de sus sentimientos hacia él, aún así fue capaz de aceptar el pepero de Jeon. No obstante, sabía que no era culpa de Park que ella sea una cobarde que no puede confesar sus sentimientos como se debe.

Giró su rostro, y finalmente entró, dejando salir un silencioso sollozo.

Pasó de largo la sala, ignorando a sus padres que le preguntaron como le había ido, y subió a su habitación, tirándose de lleno en la cama.

— Oye rarita — Distinguió la voz de Soobin acercarse — ¿Ya tengo cuñado?

— ¡¿Qué?! — Roja de la vergüenza, se dio vuelta a verlo.

— ¿Eso es un no? — Consultó el menor, retrocediendo un paso.

— ¡Mocoso metiche, estuviste revisando mis cosas! — Exclamó la chica, tomando su almohadón para ir a matar a su hermano.

— ¡No fue mi intención, lo siento!

Y rápidamente, antes de que NaYeon logre alcanzarlo, le cerró la puerta, y huyó a refugiarse a su dormitorio, dejando sola a la castaña.

Ésta bajó las escaleras, y al ver que sus padres ya no estaban por ahí, se tiró en el sillón a mirar televisión por un rato indefinido.
Luego de aburrirse, y in más que hacer, fue a su baño, se dio una ducha de quince minutos, y ya al salir, se quitó los lentes de contacto, colocándose los anteojos, los cuales para ella, eran más cómodos. Después debería comprarse unos nuevos y devolverle esos a Jeongyeon.

Oh, cierto, Jeongyeon.

Tomó su celular, y entró al chat con la peligris para disculparse por haberla dejado plantada, otra vez.

Jeong

El que seas la mayor
no te da derecho a abandonarme
13:36 pm

— Mañana hablaremos seriamente.
13:37 pm

— Lo siento, mañana hablamos
21:49 pm

Bloqueó el aparato, y se acostó en su cama, soltando un suspiro al ver los peperos en la mesita de noche, tal vez solo deba comérselos luego, o dárselos a Yoo como forma de disculpa.
Su almohada estaba muy cómoda, o ella estaba muy cansada, por lo que, sin darse cuenta, comenzaba a dormirse poco a poco, cuando de repente, escuchó unos golpes en su ventana, provenientes del balcón.

Miró hacia dicho lugar, y frunció el ceño.

Seguramente era Soobin, quien salió sin permiso y se quedó afuera por tonto, no era la primera vez que pasaba.

Se colocó su bata rosa, sus pantuflas de conejo, y fue al ventanal.

— Esta es la última que te cubro, mocoso, ahora entra y ve a tu cuarto antes de que mamá y papá te vean — Sentenció, abriendo las grandes ventanas para que su hermano pase.

No se molestó en regañarlo más, solo se dirigió de vuelta a su lecho de descanso.

— Umh, creo que te equivocas de persona.

Aterrada, se dio vuelta a ver hacia la persona que dejó entrar, a la cual, debido a su falta de anteojos, no logró reconocer, y sólo vio una mancha que se acercaba a ella.

— ¡N-no sé quién eres, toma todo lo que quieras pero no me hagas daño! — Suplicó, agachandose en su lugar, y cubriéndose la cabeza con ambas manos.

Hubo silencio por un momento, y de repente, unos pies se posicionaron delante suyo.

— Aquí, toma.

El intruso tomó su mano, y en ésta depositó sus gafas, las cuales se puso rápidamente, y miró a quien dejó entrar a su dormitorio.

— Esto es un sueño — Murmuró.

— N-no, bueno, en realidad yo-

— Oh, si, esto en serio es un sueño — Se paró, riendo sarcásticamente — Es imposible que Jungkook esté en mi habitación, solo estoy cansada, eso es todo — Trató de convencerse.

— NaYeon-

— Sip, definitivamente lo es.

Se dirigió a su cama, pero su invitado la tomó del brazo, haciendo que se detenga y lo mire intrigada.

— No es un sueño — Repitió, pellizcando ligeramente el hombro de Im.

— Auch — Se quejó, sobando dicha zona — Espera, s-si no es un sueño... ¿Cómo llegaste aquí?

— Tuve un poquito de "ayuda" — Le guiño un ojo.

Maldito Soobin.

— B-bueno, eso no me interesa por ahora, ¿qué haces aquí? Son casi las diez de la noche, mañana tenemos clases y-

— NaYeon — La interrumpió, dando un paso firme hacia adelante — Me gustas.

Dos palabras, solo dos palabras bastaron para desconsertarla y dejarla sin habla, estética en su lugar, mientras que Jeon moría de los nervios.

— Ayer, hice esto para ti — Habló el muchacho, sacando una pequeña caja de su mochila para dársela.

La mayor la tomó aún sin salir de su estado de shock, y al abrirla, dentro de ésta se encontró con peperos, caseros, por lo que podía ver.
Levantó la vista, y lo observó un instante.

— Tú... En realidad, me gustas desde hace mucho, pero yo no- quiero decir, yo solo-

— ¿Esto es en serio? — Preguntó en voz baja, como si tuviera la obligación de guardar silencio.

— ¿Ah? Bueno, s-si — Retrocedió un paso, ¿había ido muy rápido?

Él esperaba una respuesta, por lo que vio atentamente como ella se daba la vuelta, tomaba una caja que estaba en una mesita, y se la pasaba.

— Jungkook — Pronunció, acercándose lo más que pudo — Tú también me gustas.

Y ahora, aquel dormitorio con paredes pintadas de rosa, era invadido por los fuertes latidos de dos jóvenes correspondidos, quienes no paraban de sonreírse el uno al otro.

De pronto, el pelinegro se acercó a ella, y plantó un beso en sus labios, dejándola completamente en shock.
Pero al momento de reaccionar, la castaña llevó sus brazos a los hombros del menor, y disfrutó cada segundo de esa tan anhelada unión.

Si en realidad estaba dormida, realmente le gustaba como besaba el Jungkook de ese sueño.

🍥
m emocioné escribiendo esto jeje
Falta el epílogo, más un bonus y terminamos 😼

Nimin_36

Pepero Day ¬ NaKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora