Pepero Day ¬ NaKook

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Se miró otra vez al espejo, y soltó un suspiro. NaYeon realmente odiaba su aspecto.

Pero eso iba a cambiar, la semana que viene, tiene cita con un estilista, y él se encargará de arreglarla para cuando llegue su día, el día que cualquier adolescente espera con ansias.

¡El Pepero Day!

Once de noviembre, 11 del 11.

¿No saben qué es? ¡Déjenme darles un resumen!

Es considerado el segundo San Valentín en Corea del Sur, y consiste en regalar cajas del famoso aperitivo a tu pareja o amigos. De hecho, muchas personas no se conforman con regalar una caja de pepero a sus allegados, sino que los decoran a mano o, incluso, llegan a hacer tartas con ellos.

Pero, ¿esto que tiene que ver con nuestra personaje? Simple, ella aprovechará esta oportunidad para confesarle sus sentimientos a su amor platónico.

Jeon Jungkook.

Ah, el famoso Jeon Jungkook, encargado de robar un montón de suspiros a las chicas que pasan a su lado, e Im no era la excepción.

Ambos eran vecinos, pero ella nunca había tenido el valor de acercarse a hablarle, por lo que la cercanía de sus hogares, no era un punto extra en su método de conquista.

Pero en fin, volvamos a la realidad.

Bajó a desayunar, y encendió la televisión, dejando que las voces de las noticias llenen el silencio que había en el comedor.

A los minutos, apareció su madre con una bata celeste, quien la saludó con una leve sonrisa somnolienta, y se sirvió un café.

— ¿Y papá? — Preguntó la pelinegra.

— Sigue durmiendo, anoche volvió un poco tarde de su turno — Respondió, soltando un bostezo.

— ¿Soobin aún duerme?

— Si, ya sabes como es tu hermano, dormilón, además hoy no tiene clases, así que probablemente se la pasará en la cama — Contestó, sentándose junto a su hija — ¿Qué estas viendo?

— Nada interesante, sólo prendí la tele para que hiciera ruido — Admitió — Ya debo irme — Anunció, parándose y levantando las cosas que utilizó para su desayuno.

— ¿Quieres que te lleve? — Ofreció la mujer.

— No te preocupes, iré caminando, tu vuelve a la cama, aún es temprano — Mencionó.

Tomó su mochila, y se despidió de su mamá dejando un beso en la mejilla de ésta.

Ya en la calle, cerró los ojos al sentir los fuertes rayos del sol sobre su rostro, lo que la llevó a caminar por la sombra para evitar quemaduras.

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Nimin_36