NUESTRO AMOR - *CARLONI*

GUARRO

Ambos chicos salieron de la bodega, pues ya era tarde y al día siguiente tenían cosas que hacer, como la Reunión con el abogado y contarle sobre el próximo gran negocio de los Hermanos Gambino. Los rubios cogieron el auto y se dirigieron a la nueva casa, no tenían muchas cosas debido a que Toni no hizo toda su labor, así que ambos se quedaron en una cama que habia en la casa, hay que decir que no era de las mejores pero por lo menos no dormirían en el suelo, el próximo día la cambiarían, los hermanos ya habían cenado en la tienda así que solamente se dirigieron a casa a dormir en total tranquilidad junto al otro.

Al día siguiente el primero en despertar fue Toni, se le hizo bastante incomoda la cama en la que habia dormido, estaba acostumbrado a un colchón de plumas  y almohadas suaves como las nubes, para él eso era la cama perfecta pero hoy no le toco esa comodidad. El ojiazul se levantó de la cama y fue a la cocina a comer algo, cogió una manzana y la comió mientras veía el celular,  al rato su hermano bajo y se dirigió hacia él, le dio un pequeño beso de buenos días y le pregunto que hacer de desayuno, a ambos les gustan los pacakes así que decidieron hacer eso para desayunar. Fue un desayuno bastante tranquilo, pero tenían que volver a su realidad, la cual era arreglarse y empezar con la venta de drogas, tomaron puestos para bañarse, una vez ambos estuvieron listos Carlo le escribió al abogado para que se reuniera con ellos, el hombre no tardo tanto en responder mandándoles una ubicación que al parecer era su despacho de abogado. Tocaron la puerta del lugar un par de veces y un hombre de traje color café y corbata naranja, sus zapatos negros perfectamente lustrados, el cabello hacia atrás y de bigote color negro abrió la puerta.

-Buenos días -El abogado saludo haciendo un ademán con la mano para que lo siguieran

-Buenas -Carlo entró primero y luego Toni, siempre era así

El abogado se sentó en una silla color negro que estaba detrás de un escritorio -Bueno te quería presentar a mi hermano, se llama Toni -Carlo se hizo un poco hacia un lado para dejar ver a Toni mejor, el ojiazul como siempre tenía unas gafas oscuras

El menor se quitó las gafas oscuras dejando a la vista sus hermosos orbes azules -Buenas!, mi nombre es Toni Gambino -Hablo con un alto ego 

-Ho- Hola, mi- mi nombre es Raúl, Raúl Salinas  -Salinas se notaba bastante nervioso, esto hizo que Carlo estuviera alerta 

 -Toni el es el abogado, se encargará de limpiar el dinero y dar a conocer la mercancía -Carlo se giró hacia su hermano, una vez terminó de hablar lo puso atrás de él, podía sentir como el abogado lo miraba 

Toni era bastante más bajo que Carlo, haciendo que su vista quedará por encima del hombro del mayor -Correcto, entonces nosotros nos encargaremos de vender esto y tu limpiaras el dinero -Carlo levantó un poco la voz par que el abogado le pusiera atención

-Si- si, yo lavo el dinero, como se llama el producto? -El abogado intentó volver a la realidad dejando a lado sus pensamientos con el ojiazul 

-Pirula! -Grito Toni, ambos quedaron sorprendidos por el repentino grito del ojiazul 

-Esta bien, pues se llamarán Pirulas  -Hablo Carlo

Después de una larga charla, los hermanos se fueron del lugar para empezar a dar muestras de las Pirulas y resultó que a muchas personas les gustaron. Mientras tanto el abogado se fue a una pequeña habitación que habia en su despacho, habia mucho desorden, desde tarros de comida vacíos hasta una bolsa llena de marihuana en una esquina de la habitación, el hombre apartó todo lo que habia en su cama para poderse acostar en ella, en un par de segundos cayó en los brazos de Morfeo. Salinas empezó a gemir como si de perra se tratara.  

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El resto del día de los hermanos Gambino fue todo un caos, empezaron en el casino y terminaron en el hospital debido a una pelea que habia comenzado Carlo al ver como un chico se acercaba y rompía la burbuja de espacio personal del rubio ojiazul.