MIMITOS

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Ya habían pasados bastantes días despues de aquel pequeño incidente, los Gambino se encontraban en su gran habitación viendo un poco la tele, Carlo tenía a su amado como una joya preciosa, pues le impedía hacer cosas como cocinar o organizar la habitación así que solamente lo dejaba en su cama viendo películas o estando en su celular tranquilamente. 

Dejo de escuchar quejas del programa que estaban viendo, miro al chico al lado de el y noto que se habia dormido con los pequeños mimos que le proporcionaba en su rubio cabello, se levantó con cuidado de no despertar al menor y lo arropo con una pequeña cobija color verde. Carlo tenía cosas atrasadas, el haber estado los primeros días con su amado despues de la cirugia le quito tiempo ya que tenía que estar pendiente de él y estar al tanto de que se tomara los calmantes para el dolor.

Fue hacia el baño y se echó un corto baño, se vistió con ropa elegante, se perfumó y arreglo su cabello; cuando ya estaba totalmente listo fue hacia la cama donde se encontraba su preciosa joya para darle un pequeño beso en sus cachete y poder salir de casa. El chico tenía bastantes cosas que hacer, no sabía si le alcanzaria el tiempo, primero fue hacia un garaje para poder sacar uno de sus coches, cuando llegó al lugar se dio cuenta de que habia una pequeña pelea; a Carlo le gustaba ver aquellas peleas ilegales y en la mayoría habían apuestas, cosa que le fascinaba, pues era un ludópata,  los que estaban peleando era dos chicos que en sus facciones se podía notar el enojo.

Uno era de piel morena, su ropa era de calle, sus brazos llenos de tatuajes, tenía puestas unas gafas oscuras junto a una riñonera; el hombre se encontraba peleando contra un chico de piel morena, cabello morado en rastas cortos y ropa color rosa. Al parecer ese pequeño pelea no habia comenzado hace poco, pero los dos hombres aun así se encontraban un poco golpeados, el que dio el primer golpe fue el de ropa rosa ya que parecía bastante confiado. Carlo solamente se quedó de pie apoyando al contrario, quien parecía tener un az bajo la manga, despues de un largo rato de golpes el primero en caer fue el de rosa, ya tenía su labio inferior roto y un ojo morado, el contrario también tenía varios golpes y su respiración era agitada pero aun así se mantuvo firme sin dudar siquiera golpe alguno. Sus energías empezaban ya a faltar, sus cuerpo totalmente golpeados y sus nudillos llenos de sangre, el de ropa rosa cayó desmayado dando la victoria al de calle.

El hombre se alejó del pequeño círculo en el que se encontraba anteriormente, cojeaba un poco pero logro llegar a su coche, un pequeño auto de color morado con gris. -Diste una buena pelea hace un rato -Hablo Carlo apoyándose en la puerta del conductor, al no recibir respuesta continuó hablando -Yo aposte por ti, se nota que eres de calle, pero de bajas calles -Puso sus antebrazos en la ventanilla del hombre, quedando cara a cara.

-Gracias pero si, soy de las calles bajas -Hablo con un poco de nerviosismo el hombre 

-¿Tienes trabajo? -Carlo uso una voz ronca 

-No, estoy busca... -No pudo terminar de hablar, Carlo levantó la mano dando señal de que parara

-Quiero que trabajes para mi, dime ¿Cual es tu nombre? -Se quitó sus gafas oscuras dejando a la vista su penetrante mirada color verde  

-Jose, Jose Heredia -Habló con naturalidad 

-Perfecto Jose, pues nos vamos al Krule -Abrió el carro y sacó al hombre cogiendolo por un brazo, lo subió a su auto en el asiento de copiloto y se dirigió a la tienda. Condujo un rato hasta que llegaron, el hombre por el camino pensaba que sería algo mejor que un simple minimercado, se desiluciono del chico de cabello rubio, el contrario lo siguió jalando del brazo hasta llegar a la bodega de la tienda. Esta aun se encontraba en total desorden, aun estaban los paquetes y botellas por el lugar; Carlo le dijo que se sentara en el sofá café del lugar.

NUESTRO AMOR - *CARLONI*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora