NUESTRO AMOR - *CARLONI*

UN BUEN FINAL

Sei davvero tu?

Carlo salía con dos autos de alta gama tras el, todos con dirección a la ubicación que habia mandado García, unos fusiles los acompañaban en la parte trasera del vehículo y todos ya con el nombre de la persona que los usaría. Sin precaución conducían por las calles de Marbella hasta llegar a una gran casa en la punta de una montaña, los presentes aparcaron sus coches en la falda de la montaña para en total silencio subir por la misma.

-Salinas colócate esto, asi sabremos si llega a decir algo sobre Toni -Habló Carlo dándole un pequeño micrófono

-Vale...? -Salinas cogió el pequeño micrófono y se lo coloco por debajo de la camisa para dejarlo en su cuello, se aseguró de que por nada del mundo se pudiera notar a simple vista

-Jefe! Si está dentro, ya vimos movimiento en la casa -José se acercó y tocándole el hombro hablo

-Esto saldra perfecto, porque si no es asi no se que haria... Hai! Busca con Igor entradas para evitar hacer ruido -Carlo se acercó al asiático ordenandole en un susurro

Los dos hombres se levantaron para salir de detras del arbusto en el que se encontraban para buscar las posibles entradas, se aseguraron de que sus pisadas no se escucharan. Carlo volvió con Salinas para contarle sobre el plan, el abogado asintiendo con la cabeza dio a entender que si entendía todo.

-Jose, tu te quedas conmigo -Hablo mirando al colombiano -¿Todos en radio? -Pregunto por el dispositivo. Todos confirmaron, incluyendo a los que estaban aún cerca a el -Bien... Asegúrense de que no los vean, Salinas ve a la puerta -Hablo por el dispositivo para que todos se enteraran del inicio del plan

El abogado, ahora alcalde, se dirigió a paso firme a la gran puerta café de la casa blanca con pequeñas partes igualmente cafés; Toco el timbre un par de veces a esperar que le abrieran, del otro lado de la puerta se escucharon unos pasos acercarse hacia la misma, Salinas se arregló la corbata y se paró firme ante la puerta. El ex policía aparecio junto a su reciente esposa Sabrina.

-Salinas! Hombre -García habló con gran entusiasmo

-Garcia! -Hablo con un poco de nervios al estar de vuelta frente a la mujer que una vez lo rechazó -¿Qué- Que tal? -Pregunto

-Nada hombre, disfrutando de un poco de dinero que me he conseguido -Hablo abrazando a su mujer de la cintura

-Que bueno... ¿Puedo pasar? -Pregunto intentando mirar hacia dentro de la casa, intentando mostrar interés en ella

-Claro! Y de paso me cuentas como te va la vida como alcalde; Espero que Marbella no vaya en picada -Se movió ligeramente para darle paso al abogado -Dime, ¿Ya no eres abogado? -Pregunto dejando atrás a su esposa para estar al lado de Salinas

-¡¿Que!? No! Yo sigo siendo un abogado y amigo, aunque ahora alcalde también -El hombre fue dirigido hacia el gran sofá que habia en la sala

Carlo y Jose aun seguían escondidos tras el pequeño arbusto, teniendo contacto con Hai e Igor para saber qué estaba pasando dentro de la gran casa -Hai dime cuando sea buen momento de acercarnos -Habló en un susurro por la radio. Miro hacia donde se encontraba José, quien estaba fumando un porro tranquilamente sentado en el pasto del lugar viendo su teléfono como si nada importara -¡JOSE! -Grito por lo bajo -¿¡Que coño haces!? -Pregunto quitándole el porro de la mano. El hombre solamente se quedo callado viendo a los ojos a su superior, al creer sentir como la mirada amenazante de Carlo penetraba a más no poder su alma, solamente quedo atento a lo que pasaba a su alrededor

-Pato yo cleo que ya tenemos la folma de entlal -Escucharon los dos hombres por la radio

-¿Por donde vamos sin que nos vean? -Preguntó el colombiano