prólogo

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                    Prólogo.

Años atrás.

Alemania,Berlin.

Mientras la música sonaba ella se movía con elegancia por el escenario mostrando su sensualidad a los hombres..

Su cabello rojizo suelto cubriendo su rostro,su pequeña ropa de lentejuela de dos piezas marcando su figura y las luces de colores reflejaban su cuerpo brilloso. Tomando del tubo salto, haciendo piruetas,girando lentamente,su forma de bailar hipnotizaba a los clientes..

Heidi observó a través de su antifaz como su jefe hablaba con un hombre que estaba en una mesa y la miraban, siguió bailando hasta que la música a cabo,bajo del escenario y fue su camerino con la demás chicas.   

Las demás se movían de un lado a otro y se sentó frente al espejo para quitar su antifaz.

-Esta noche hay más clientes. - comentó recogiendo su cabello con un broche.

-lo sé,me quiero largar de este lugar ya estoy demasiada cansada.- dijo su amiga Penélope mientras se maquillaba. - estoy harta de este lugar ,los hombres son un asco. 

Era verdad  un asco,muchas de las veces los hombres querían más privados con ellas ,pero también querían sexo y ellas tenían que dárselo por órdenes de su jefe.

Pero para Heidi no tenía opción, necesitaba trabajar para juntar dinero y poder largarse de ahí y hacer su vida. Estaba sola, no tenía familia y ni un lugar adonde ir. 

Solo estaba ella y este trabajo. 

-¡Dense prisa  por salir ! - grito unos de los guardias. Miro a Heidi - te llama el jefe.

Se puso nerviosa en un instante,sabía para  que la quería.

Heidi volvió a ponerse su antifaz y se puso de pie.

-ten cuidado Heidi - le dijo su amiga a su lado .

Ella asintió y siguió al guardia.

Cuando llegaron a la habitación privada que contaba el local vio a su jefe Elies afuera de la puerta.

Se acercó a ella.

-se buena chica con el cliente,es muy importante.

-si señor.

El guardia abrió su puerta y entró la puerta se cerró detrás de ella. 

Ella miro un hombre obeso trajeado Mostró una sonrisa lujuriosa.

-desnudate. 

Ella sin protestar lo hizo,despojo de su ropa y cayó al suelo mostrando su cuerpo desnudo frente al hombre.

El tipo se acercó a ella y la acarició.

-Sabes que hacer lindura..

Y  otra vez hizo su trabajo.

*************

Al día siguiente Heidi se despertó en su habitación adolorida, otro hombre la había lastimado.,su cuerpo estaba cansado y  pequeñas manchas rojas en su piel blanca se notaban. Se dio una ducha rápida y se vistió con unos jeans de mezclilla,blusa roja mangas corta,sus tenis converse blancos.

Salió de la habitación que ocupaba con otras chicas de su mismo trabajo y bajó al local. 

Varias chicas estaban reunidas ahí mismo y eso le hizo extraño. 

Duarte (libro 3 ) ±18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora