☕️Capítulo 2.☕️Kiara.
Tuve que esperar a que desapareciera del lugar a las diez del medio día para pararme de mi lugar, por suerte me sé casi su horario completo y no regresará por aquí hasta mañana, (tuve que espiarlos unos cuantos días para ver si venía a la misma hora por su café). Ahora debo esperar a que el reloj marque las seis para irme a casa. Lejos el objetivo, el lugar apesta.
No he hecho mucho en todo el día, bueno en realidad no he hecho nada, y me he ganado un regaño por el incidente de haber derramado café sobre mi chico, me disculpé con el viejo gordo panzón diciéndole que no volverá a pasar y que Sasha me ayudará, aunque no es lo que quiero, pero bueno si a todo por él. Conseguí el trabajo de 8 a 6 los sábados y domingo, son los únicos días que me interesa, porque los demás días de la semana él no pasa por aquí, lamentablemente está en tiempo completo en la universidad, como dije no me dejan ir a fiesta y cuando salgo uno de mis padres me acompaña, no importa que Sash diga que se hará cargo, así que mi única salida y lugar en donde puedo coincidir con él es aquí.
El gran reloj grande del frente marca las seis y me bajo del taburete.
― ¡Sí! ― suelto un pequeño chillido de alegría, me acerco a tomar mi mochila del armario. ― Sash ya deja eso, que se encarguen las del siguiente turno ― se encuentra arreglando unas tazas.
― A diferencia de ti, yo si necesito el trabajo ― se quita el delantal rojo que lleva puesto con el logo del café y ruedo los ojos.
― Yo lo necesito más que tú.
― ¿Y cuál es la gran causa? No me has contado.
Un chico sexi, hermoso, atractivo y el que me hará su señora Marshall. No lo digo y no creo que le cuente la razón.
― Ya te dije mis necesidades.
― Uju, ― toma su bolso ― y yo trabajo porque quiero hacerme el cuerpo de Kim Kardashian ― expresa con sarcasmo.
Las del siguiente turno van llegando, y las famosas víboras no vinieron por el lugar porque la tal Vivian no se sentía bien y Sofia cuidaría de ella, según lo que escuché de parte de Lía.
Salgo del lugar seguido de Sash, la noche está fría y los autos rondan la calle.
― ¿Están apuradas? ― Lía llega caminando a nuestro lado, ― es que no las vi salir, ¿tan mala impresión he causado? ― se dirige a mí.
― No, como crees, es solo que quería largarme ya de ahí. ― niego enseguida. Es demasiado dulce como para caerle mal a alguien, parece la hermana perdida de Sash.
― Pensé que querías trabajar ahí.
― Solo por obligación.
― ¿Te obligan tus padres? ― se preocupa, poniéndome nerviosa. Ha de pensar que tengo unos padres cavernícolas.
― No. ― Sash se divierte.
― ¿Entonces? ― a ver, es una chica dulce que ha sido amable conmigo, no puedo mentirle o bueno un poquito.
― Soy una compradora compulsiva ― miento y Sasha comienza a reírse. Le golpeo el hombro para que pare, ya que últimamente anda muy graciosa.
― Entiendo, pensé que era algo más, te pusiste nerviosa cuando comencé a hablar del tema ― sonríe, niego y continúa caminando por la acera a nuestro lado. ― ¿De hecho quería decirles si pueden acompañarme a una fiesta hoy? ― acomoda un mechón de cabello tras su oreja. ― Es que mi hermano me ha pedido que le acompañe y aquí no tengo amigas que me acompañen.
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EL CHICO DEL CAFÉ© +18 ✔️
Novela JuvenilImagina que tienes un plan para conquistar a tu ardiente y sexi crush, al que casi no puedes ver y cuentas con un tiempo límite de un mes para hacerlo, y decides poner en marcha las siguientes tácticas de tu alocado plan: 1- Decides espiarlo y traba...