33. Lo siento

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☕️Capítulo 33.☕️

Kiara.

Los pasillos de la escuela estaban en completo silencio, he tenido que llegar temprano porque me daba pereza tomar un taxi, y mamá tenía que estar aquí antes que los estudiantes.

Me encuentro sentada en una de las aulas que se encontraban completamente vacías, mientras repaso las últimas notas antes de que el maestro empiece con el examen.

Tengo nervios desde esta mañana, porque ya las universidades están activas en cuanto a quienes van a recibir en sus institutos, luego de que termine esta semana de exámenes, sabré a cuál de todas las que envíe una solicitud iré o más bien en la que me han aceptado.

Dwayne no ha parado de hacerme llamadas a las cuales he ignorado, es algo hipócrita de mi parte, porque apenas han pasado dos días de ese momento y no he dejado de extrañarle o de querer que aparezca en mi vida.

Los pasillos empiezan a llenarse de murmullos y chicos empiezan a cruzar las puertas del aula. Caroline llega con cara afligida, pero no le presto ni la más mínima atención, eso con ella ya es agua pasada.

El maestro Will entra y las manos me pican de ansiedad, esta es la única materia que siento que comparte la misma energía que yo, porque es capaz de ponerme a mil con tan solo su nombre: matemáticas. El examen de hoy será pan comido y espero impaciente a que el maestro reparta los exámenes.

― Chicos, buen día. Quiero que separen las filas y se formen ― informa.

Todos nos dividimos rápidamente.

― Les deseo suerte. Los resultados los obtendrán junto con la calificación de las demás asignaturas.

Toma una pila de hojas blancas y se pasea por el medio de las filas dejando una prueba en el pupitre de cada uno. Cuando llega a la tercera fila que es donde me encuentro yo, no está bien puesto sobre la mesa cuando ya me encuentro rellenando los espacios que me pide.

Los minutos van pasando y el maestro nos observa desde el escritorio con ojos de águilas. Puedo escuchar la voz de Caroline desde la esquina, interrogando a la pobre Mia para que le suelte las respuestas. Cuando he terminado reviso mi examen y me pongo de pie tomando mis lápices y mochila, dejo el examen en el escritorio del maestro y me despido.

― Bendiciones y prosperidad en la universidad, Kiara ― me dice el maestro Will y sonrío llena de entusiasmo.

Por un momento he podido olvidarme de Dwayne, porque a pesar de que soy más complicada que las matemáticas con ellas me entiendo y estoy feliz, se que me ha ido bien y este era uno de los exámenes más complicados o bueno muchos los ven así.

Mamá aun se encuentra examinando a su grupo y le pongo un mensaje.

Kiara.

Me iré en un taxi, quiero largarme a casa.

Su respuesta no tarda en llegar.

Mommy.

Vale, cuídate y usa protección.

Arrugo la nariz con su mensaje sin entender muy bien a que se refiere y decido no responderle, ya que está ocupada y solo estaré ocupándola con cosas banales.

Guardo mis cosas y cuando voy a continuar discurriendo por los pasillos, ya Caroline ha salido junto a otras chicas. Me quedo con el teléfono en manos y empiezo a navegar en las redes, hace días que no lo hacía.

Cruzo la enorme puerta del instituto seguida de algunos chicos. Camino para avanzar hasta la acera, pero mis pies se detienen abruptamente cuando levanto la mirada y me encuentro con la Ranger Rover de Dwayne. Mi corazón da un vuelco. No solo está ella, también se encuentra él recostado en ella mientras se fuma un cigarrillo, luciendo pantalones deportivos y suéter completamente blanco, su cabello está deshornado y su rostro brilla por el sol resplandeciente de la mañana rumbo al medio día.

EL CHICO DEL CAFÉ© +18 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora