20. Despertando en otra cama

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☕️Capítulo 20.☕️

Kiara.
Me muevo despacio sobre la cama sonriendo con el hermoso sueño que tuve anoche.

Dwayne estuvo conmigo, dormimos juntos y susurraba cosas calientes a mí oído y... abro los ojos despacio sin dejar de sonreír mirando los tonos azules sobre mi cuerpo. Me incorporo en la cama poniéndome de pie para tomar una ducha y bajar para ir a la escuela antes de que mamá suba por mí.

Me estremezco mientras camino al baño. Abro la puerta yendo directamente a el espejo, me miro al espejo y veo mi cuerpo completamente desnudo, me confundo, miro a mi alrededor y veo que no estoy en mi baño, que tengo marcas rosáceas en las clavículas, que... oh carajo... no, no.

Es mentira, solo es un sueño. No entres en pánico Kiara, calmarte. Mi respiración toma otro ritmo al mismo en que los flashbacks de anoche comienzan a reproducir en mí cabeza oprimiéndome en pánico.

¿Qué carajos hice anoche?

Kiara, esto no es las vegas, así que aterriza, tuviste sexo con tu crush y ahora estás es su baño.

Tú no te metas.

Pero si rosaste el cielo no seas alcahueta.

Estuvo bien, si, me encantó, pero ¿qué le voy a decir a mis padres? Hoy tenía un repaso súper importante y estoy aquí en la casa de mi crush, después de haber hecho el delicioso con él.

Espabilo tomando una ducha rápida con los nervios de punta y una vergüenza tremenda. Salgo de la ducha en busca de mi ropa, la cual no la encuentro, me desespero hasta que escucho el manubrio de la puerta sonar deteniéndome. Dwayne entra en la habitación con una bolsa en la mano, y maldigo el haber tenido sexo con él y querer desearlo justo a ahora que lleva pantalones deportivos y playera blanca junto a su cabello desordenado bajo las malditas luces azules que le dan un toque tan sexual y provocativo.

Se queda mirando mi cuerpo y noto las venas que se le marcan en el cuello al mismo tiempo en que mi respiración comienza a tornarse pesada con el morbo que se carga en la mirada. Se acerca a dejar la bolsa sobre la cama; sin mirarme y una punzada de decepción se clava en mi pecho.

― Cámbiate, voy a llevarte al instituto ― demanda a unos centímetros de mi cuerpo y tengo que hacer uso de todo mi autocontrol para no lanzarme le encima y pedirle que... no importa.

Sale de la habitación sin decir nada y la furia invade mi cuerpo. ¿Qué se cree este? ¿Después de cogerme va a tratarme como si fuera su hermana?

Voy a llevarte al instituto — repito en un intento fallido de imitar su tono de voz, poniéndome la ropa de mala gana, menos mal que las marcas son en la clavícula y no el cuello, de todas formas, tuvo una muy buena elección de blusa.

Me coloco la ropa caminando hasta el baño.

Tiene bueno gusto, si él ha sido quien la ha comprado, claro. Es una blusa ajustada de mangas largas, color negro y cuello tortuga, acompañado de una falda marrón de tela de cuero, que se ajusta perfectamente a mi cuerpo y me llega hasta las rodillas con un pequeño abierto en mi muslo derecho. Peino mi cabello y acomodo mi flequillo y no sé qué me pasa que luego que termino y miro mi rostro en el espejo sonrió como desquiciada, aunque también un tanto decepcionada, aunque bueno no importa yo me lo busqué como también me queda tiempo antes de irme a la universidad.

Ya cambiada tomo mi teléfono, que cuenta con unas tres llamadas perdidas de Sash y un mensaje de mamá.

Mommy.

Te espero en la escuela.

Miro la hora y aun tengo tiempo de llegar, no respondo, solo apago la pantalla del teléfono y camino en dirección a la salida mientras escucho mis gemidos hacer ecos en la habitación. Apresuro el paso hasta abrir y cerrar la puerta detrás de mí. Bajo las escaleras con cuidado y escucho ruidos provenientes de la cocina. Trago grueso, aclarándome la garganta.

EL CHICO DEL CAFÉ© +18 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora