17. Aún no estoy lista

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☕️Capítulo 17.☕️

Kiara.

Continúa el recorrido de sus besos, mientras mi cuerpo yace sobre el suelo frío y húmedo de la cueva, estremeciéndome la piel. Tengo la piel de gallina, con cada beso que deja desde mi clavícula hasta mi cuello, me está costando respirar y me asusta el rumbo que están tomando las cosas. Las veces que me ha tocado va directo a esa zona sensible, pero ahora me toca despacio y sin premura, mientras yo no sé si estoy respirando o me he quedado inmóvil.

Sus labios vuelven a los míos reclamándolos y espabilo un poco disfrutando de la sensación que provocan sus besos. Su mano se coloca debajo de mi playera de manera tortuosa deteniéndose en uno de mis pechos donde ejerce un poco de presión. Un jadeo se me escapa al mismo tiempo en que reacciono y trato de detenerlo.

Aunque esté loca porque lo haga, por que me toque y me haga suya, no sé si es lo correcto dejarme usar de esta manera cuando no estoy clara de cuáles son sus intenciones hacia mi persona. Está claro que ya me ha tocado, pero no de esta manera y no estoy lista para este paso, me atemoriza pensar en que me le abra de piernas, que le deje cogerme y que luego pase de mi como ya lo ha hecho antes, sería una forma bastante cruel de dejarme pisotear el orgullo. Está claro que estoy loca porque se fije en mí, pero no de esta forma, donde puede venir a cogerme cuando le plazca y dejarme varada después. Mi forma de querer que alguien se fije en mi es extraña, pero también tiene límites.

Hacer esto me duele, porque estoy ansiosa, estoy que ardo y no estoy segura de que pasara después de esto.

El gris de sus ojos conecta con los míos, escudriñando mi rostro a la espera de una oración o cualquier palabra, no se me ocurre nada, sin embargo...

― Noah podría vernos ― digo en un hilo de voz, en vez de decir las palabras precisas: no estoy lista.

Me dedica una sonrisa socarrona, se aleja de mi devolviéndome el paso del aire y se pone de pie. Extiende su mano a mi dirección ayudándome a poner de pie, y juro que ver a mi crush hacer estas cosas es de lo más placentero. Pensé que se enojaría y se iría no que haría esto.

― No voy a insistir, pero ― sonríe de lado volviendo a colocarse debajo del chorro del agua ― si viniera Noah, dejaría que disfrutará del espectáculo, tus gemidos son canticos para mis oídos y dignos de ser escuchados ― expresa con tanta simpleza y a la vez tan seductor que mis mejillas arden tornándose rosa y no sé donde poner la cara de la vergüenza a pesar de que estoy consciente de que no me está mirando.

Un silencio bastante incomodo llena el lugar y no sé cómo actuar.

― ¿Regresamos? ¿O seguirás explorando el lugar? ― dice lo último con un poco de diversión irritándome y le paso de lado enojada.

― Eres un idiota ― murmuro, me lanzo despacio al agua para empezar a nadar y le escucho reír mientras viene detrás de mí. Esta faceta suya no le conocía.

Te recuerdo que, en vez de conocerlo, decidiste acosarlo, es obvio que va a sorprenderte y seguirá sorprendiéndote.

¿Qué vas a saber tú? Eres mi conciencia y lo quieras o no, estás más loca que yo.

Sacudo un poco la cabeza, alejando todo pensamiento de lado.

Salimos del agua en silencio, regresando a la casa del lago. Las chicas no se ven por ningún lado y Noah nunca regreso en busca de Dwayne. Estoy empapada y siento la penetrante mirada de Dwayne sobre mí.

Es medio día y el sol se siente tan agradable como los toques de Dwayne.

Continuamos caminando, nadie dice nada, hasta que nos detenemos delante de la puerta, la abro, Dwayne entrando después de mí. Empiezo a caminar, pero escucho la voz de Lía proveniente de la cocina, miro en esa dirección, ella y Sash me están interrogando con la mirada.

EL CHICO DEL CAFÉ© +18 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora