CAPITULO 12: EL FABULOSO

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“¿Quién hizo el dobladillo de esta falda?” preguntó Doña Blanca.

Las modistas interrumpieron el trabajo y se miraron. Nadie se atrevió a contestar porque sabían que la jefa del taller estaba enfadada. Doña Blanca les miraba, esperando una respuesta, cuando Pepa se levantó y dijo:

“Fue yo, Doña Blanca.”

La jefa del taller se acercó de la modista y mostrándole el dobladillo le preguntó irritada:

“¿Y eso le parece un trabajo aceptable?”

“No, Doña Blanca.”

Blanca le dio nerviosamente la falda antes de añadir:

“Dentro de una hora el dobladillo de la falda tiene que ser perfecto si no quiere pasar el resto del día a ordenar tejidos y contar agujas. ¿Entendido?” 

“Sí, Doña Blanca.” contestó Pepa bajando la mirada y empezando a trabajar.

Doña Blanca se giró y vio que las otras modistas la estaban mirando. Suspiró y se exclamó:

“¿Y vosotras? ¿Qué estáis mirando? ¡A trabajar!”

La jefa del taller se alejó y las modistas se pusieron a trabajar sin decir una palabra. Isabel se había quedado en silencio a observar lo que había pasado y suspiró. Siguió a Doña Blanca en el otro cuarto: la jefa del taller estaba ordenando tejidos y Isabel se acercó de ella antes de preguntar:

“Blanca…¿te encuentras bien?”

Blanca se giró y poniendo una cara seria, contestó:

“Muy bien.”

Isabel no se había todavía acostumbrado a esta Blanca tan rígida y severa, una Blanca que no mostraba sus sentimientos y parecía casi un robot.

“Blanca…perdón si te lo digo, pero no creo que fuera necesario regañar a Pepa así.”

“Ha cometido un error: el dobladillo era inaceptable.”

“Bueno, era sólo un poquito impreciso. Pero nada de grave…”

“Las Galerías Velvet producen ropa de alta costura.” contestó secamente Blanca. “Las imprecisiones no son toleradas.”

Isabel suspiró y se apoyó contra la mesa antes de decirle tranquilamente:

“Blanca, tú sabes muy bien que no estás enfadada por el trabajo de las chicas…”

“No puedo tolerar los errores.” la cortó Blanca, irritada.

“No es lo que te estoy pidiendo, Blanca. ¿Dónde está la Blanca que conocí? No dejar que lo que pasó con Esteban te transforme en una mujer fría y rígida. Tú no eres así, eres una buena persona…generosa… No encerrarte en ti misma, no dejar que el dolor te transforme en otra persona.”

Blanca no dijo nada y siguió mirándola. Isabel vio los rasgos de la jefa del taller crisparse y le pareció en aquel instante que estaba volviendo a ser la Blanca que conocía. Isabel sabía que sus palabras habían tenido impacto sobre le jefa del taller pero de repente, Blanca dejó caer violentamente un tejido sobre la mesa antes de contestar:

“No sé de qué está hablando.”

“Sí que lo sabes. Comportarte así, como si no tuvieras sentimientos no te ayudará a no sufrir. Yo lo sé, Rafael me quitó mi hijo y mi primera reacción fue la misma que la tuya. Piensas que te proteges comportándote así, alejando a la gente y mostrándote tan fría, pero la verdad es que te hace sufrir aunque más.”

SOMBRAS DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora