CAPITULO 17: CUENTAME TODO

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"Maximiliano... ¿qué pasa? Te veo distraído..."

Max pasó nerviosamente una mano por su pelo antes de mirar a Blanca y contestar:

"Lo siento..."

"¿Te encuentras bien? Sigues mirando alrededor como si te buscara la policía..."

Maximiliano seguía mirándola sin decir nada y Blanca se cubrió la boca con su mano derecha antes de susurrar:

"Por Dios, Maximiliano, ¿qué has hecho?"

Max seguía siendo preocupado después de su encuentro con Esteban pero nunca podía hablar de eso con Blanca. No quería implicarla en este asunto: tenía demasiadas preocupaciones por el momento y no quería que sufriera de nuevo. Ya había sufrido demasiado en su vida y él sólo quería protegerla. Max no pude reprimir una sonrisa mirando a la cara trastornada de Blanca que imaginaba en qué situaciones Max habría podido meterse. Seguro estaría pensando que él había robado en un almacén o que se había peleado con alguien... quizás estaría pensando que había matado alguien. La cara de Blanca estaba siempre más trastornada con cada segundo más de silencio de Max que acabó por ponerse a reír. Blanca frunció el ceño, contrariada, antes de decir:

"¿Por qué estás riendo? No me parece algo divertido."

"Relajarte Blanca, no ha pasado nada. No te vuelvas Lucifer conmigo..."

Blanca levantó los ojos al cielo antes de ponerse de nuevo seria y de tomar la mano de Max en la suya, murmurando:

"Sabes que conmigo puedes hablar de todo, ¿verdad? Me parece preocupado..."

Max sonrió y puso su otra mano en la de Blanca antes de contestar:

"Estoy sólo cansado...y preocupado por ti... La situación en las Galerías no es..."

"Estoy bien." Lo cortó Blanca. "Estoy mejor cuando hablo contigo. No es fácil en las Galerías y saber que Isabel está..."

Blanca se interrumpió. Su voz temblaba y sentía las lagrimas formarse en sus ojos cuando de repente, sintió Maximiliano acariciar delicadamente su mano. Blanca sonrió antes de añadir:

"No es fácil...pero si tu no fueras aquí, sería mucho peor..."

Max le sonrió y estaba en el punto de decir algo cuando un camarero los interrumpió para dar un pequeño papel a Maximiliano. Blanca lo miraba curiosa y él abrió lentamente el papel:

Deja la mano de Blanca

Maximiliano dejó inmediatamente la mano de Blanca como si lo hubiera quemado y miró alrededor, buscando a Esteban pero non lo vio. Blanca seguía mirándolo, frunciendo el ceño, antes de preguntar:

"Maximiliano...¿qué pasa? ¿Qué está escrito en el papel?"

Maximiliano arrugó de repente el papel antes de ponerlo en el bolsillo de su abrigo y de contestar:

"Nada...parece que mañana tendré que ir más temprano a trabajar..."

"¿Estaba escrito en el papel?" preguntó Blanca, desconfiada.

"Sí...pienso que el jefe me había buscado aquí y me dejó este mensaje..."

Maximiliano veía que Blanca no estaba convencida totalmente por sus palabras pero no podía decirle la verdad. Se aclaró la garganta y dijo:

"Pues...mejor que vuelva a casa temprano...tengo que descansar. Ven, te acompaño a las Galerías."

Blanca no dijo nada pero el comportamiento de Max le parecía muy extraño. Se levantó de su silla mientras Maximiliano la ayudaba a poner su chaqueta. Salieron juntos del local y anduvieron hasta las Galerías. Caminaban en silencio y Blanca podía percibir cuanto Maximiliano estaba tenso. Quería saber lo qué estaba pasando y qué estaba escrito en el papel, pero Maximiliano no quería hablar de eso. Blanca no había creído a la excusa del trabajo, pero no podía imaginar lo que podía ser.

Maximiliano sentía la mirada de Blanca y después de algunos instantes, no pudo ignorarla más. Se giró para mirarla y dijo, burlándose:

"Pues...si sigues mirándome así, voy a creer que quieres algo de mí..."

Blanca levantó los ojos al cielo y le dio un pequeño golpe en el hombro, riéndose. De repente, se estremeció. Las temperaturas eran demasiadas frías para su chaqueta negra y Blanca se maldijo de no haber tomado su abrigo. Maximiliano notó que Blanca estaba temblando ligeramente y se quitó inmediatamente su abrigo para ponerlo delicadamente en los hombros de Blanca. Blanca se opuso primero pero tenía bastante frío y se lo puso como si fuera un abrigo de su talla. Siguieron andando y Blanca que tenía los dedos gélidos, puso sus manos en los bolsillos del abrigo. En lo de derecha, sus dedos encontraron una pequeña bola de papel y empezaron a jugar con ella hasta de que Blanca se recordara del mensaje en el local y la sacó del bolsillo. Abrió la bola de papel y sólo en aquel momento, Maximiliano se dio cuenta de todo. Blanca se quedó inmóvil, temblando pero esta vez no por el frío.

"Blanca."

"¿Qué es eso?"

Blanca se dio cuenta de cuanto fuera estúpida su pregunta. Sabía muy bien lo que era y sabía muy bien quien había escrito aquel mensaje. Conocía esta caligrafía: la había vista demasiadas veces.

"¿Es Esteban, verdad?"

"Blanca, por favor."

"¡No!" gritó Blanca. "Esteban nos estaba observando... ¿Te amenazó?"

"Blanca, no es..."

"¡Contesta a mi pregunta, Maximiliano!" gritó ella, acercándose de él.

"Blanca, por favor, no gritar."

Blanca lo agarró por la manga de su camisa y lo llevó a rastras hasta la callejuela donde lo blocó contra el muro, diciendo:

"Ahora puedes hablar. Esteban nos estaba observando en el local. Estabas extraño, seguías mirando alrededor y ahora entiendo por qué. ¿Te estás siguiendo? Te ha amenazado, ¿verdad? ¿Dónde lo has encontrado? ¿Cómo te conoce?"

"Blanca...es complicado y..."

"¡No! ¡Yo confiaba en ti!" se exclamó Blanca.

"Y puedes seguir haciéndolo."

"Sólo si me dices la verdad. Quiero saber todo."

"Y yo quiero sólo protegerte..."

"Oh...te dijo que iba a hacerme daño, ¿verdad? ... ¡Qué mierda!"

"Blanca..."

"Maximiliano, si tu tienes un mínimo de aprecio para mí...dime la verdad. Toda la verdad."

"Sabes que es mucho más que eso..." susurró Maximiliano.

Se miraron en los ojos algunos instantes sin decir nada. Blanca se acercó y le acarició la mejilla con una sonrisa triste antes de murmurar:

"Pues...te suplico, cuéntame todo..."

SOMBRAS DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora