Cap. 2:Parte 8.

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Durante toda la semana hicimos lo mismo, yo trabajaba y Sylvie hacia los quehaceres, durante la noche le enseñaba a escribir y leer, además de algunas clases teóricas sobre la cocina, estaba esperando con ansias el fin de semana para volver a salir con Sylvie, y sentía que ese sentimiento era compartido por cierta persona... ella ahora mismo estaba limpiando un estante de libros mientras yo habría una carta la cual me había llegado....

La carta fue enviada por mi hermano Ferrum, abrí el sobre y empecé a leer el contenido... [querido hermano virgen y pervertido que vive con una chica la cual es mucho menor a el] enserió ahora el también me llama pervertido... ya tengo suficiente con la chica de proporciones que superaban a la normalidad de cualquier persona.

Incluso molestas en cartas, si que se nota que eres mi mejor amigo, y único....

Seguí leyendo la carta... [primero, ¿cómo estás? No me importa así que iré al grano] si que eres despreciable, [necesito que nos encontremos urgentemente, necesitamos hablar sobre Sylvie y lo que acabo de encontrar mientras investigaba, además de eso quiero ver a mi hermano, al que tuve que encontrarle pareja y dejarla en su casa] enserio que tengo ganas de golpearte Ferrum, [te preguntarás, "¿cómo nos encontraremos? Siempre te la pasas viajando" la solución es una sorpresa, este fin de semana ven hacer tus compras al mercado, y yo me ocupo del resto, solo trata de caminar por la zona de vegetales, nos vemos, tu siempre molesto y querido hermano Ferrum]

-¿Esa carta es del señor Ferrum?

Voltee para ver de dónde salía esa voz, mi sorpresa fue que choque mi mejilla con la de Sylvie... nos quedamos un rato así hasta que ambos empezamos a sentir que la temperatura de nuestra piel se hizo demasiado caliente, Sylvie se separó de golpe.

-Lo siento... no debí voltear... enserio lo siento.

-N-no es culpa de usted, es mi culpa por apegarme demasiado a usted.

Sylvie volvió a mirar la carta la cual yo estaba sosteniendo, se volvió acercar y miro con detenimiento.

-Es su hermano ¿verdad? Sabe, quisiera volver a encontradme con el, tengo muchas cosas que agradecerle.

-¿Agradecerle? Supongo por enseñarse buenos modales, eso fue de gran ayuda... ¿que pasa?

-La verdad, es que la razón por la cual quiero agradecerle es... porque gracias a él pude conocerlo a usted....

No dije nada a lo último mencionado, mire la carta una vez más, Ferrum quería que fuera al mercado, ¿Qué es lo que planea? De seguro solo vino a dejar un cargamento y quiere que nos veamos, aunque ya a pasado tiempo desde la última vez que nos vimos... el dijo que nos volveríamos a encontrar, más rápido de lo que yo imaginara, cosa que es verdad....

Ahora que lo pienso, no he llevado a Sylvie al mercado, ese nerviosismo que ella siente en lugares con gente abundante hizo que no la llevará.

Mire a Sylvie la cual no entendía porque la veía....

Supongo que es momento para llevarla, sus nervios con la gente se han disminuido.

-Sylvie... ¿quisieras ir al mercado? Hay mucha gente ahí y puede que te moleste la gente... te haga sentir incómoda, por eso pregunto.

Ella miro la carta y empezó a leerla en su mente, quería guardar la carta pues las cosas que decía Ferrum ahí....

-El señor Ferrum estará haya, si es así quisiera ir para poder agradecerle por lo que hizo por mi... además podría ir a un lugar nuevo con usted.

-Bueno, entonces este fin de semana iremos al mercado, solo te aviso que los fines de semana el mercado siempre anda a tope.

-No se preocupe, estaré bien siempre en cuando usted esté cerca....

Guarde la carta en el sobre y la puse a un lado.


-Hace bastante calor, yo también debería usar algún tipo de gorro o sombrero.

-....

-Sylvie estás apretando demasiado mi camisa.

-L-lo siento... por favor déjeme hacer esto, solo por esta vez.

-Esta bien.

Sylvie no estaba del todo preparada, al ver la cantidad increíble de gente ella solo se ocultó detrás de mí agarrando con ambas manos mi camisa.

-¿Quieres regresar? Podemos hacerlo.

-No, solo... no se aleje de mi.

-Entonces iremos a comprar las cosas para la semana.

Ambos seguimos con el recorrido, el lugar estaba rebosado de gente, los diferentes aromas podían ser percibidos en el aire, tanto agradables como desagradables... mientras caminábamos pude ver los distintos puestos de mercado, este mercado en mayoría era al aire libre, los dos últimos días de la semana, una gran cantidad de comerciantes vienen a esta ciudad, armando su pequeño puesto cada uno... podías ver diferentes tipos de objetos, algunos no sabes ni para que sirven, pues la mayoría de estas personas son extranjeros.

Camine unos minutos más hasta llegar a la zona de verduras frutas y ese tipo de cosas, Ferrum dijo que por estos lugares...

Eche un vistazo al lugar, debería comprar algunas cosas, almenos hasta que Ferrum aparezca.

Me di cuenta que en este lugar la cantidad de gente había disminuido, por lo cual Sylvie estaba menos nerviosa que antes, dejando de sostener mi camisa con la rudeza de hace unos minutos atrás....

Parece mas tranquila.

-Parece ser, que a la gente no le interesa mucho este lugar.

-Si supongo, busquemos cosas para la semana ¿te párese?

Sylvie asintió dando visto bueno, siguió sosteniendo mi camisa aunque sin tanta fuerza...

Estábamos comprando bastante verduras las cuales ya solíamos comprar donde la el hombre de aquella vez. Ahora que lo recuerdo, no llegue a mencionarle sobre la devolución del dinero, ese hombre... tiene algo de misterio en sus palabras, no me atreví a mencionar sobre la lata de dinero, bueno, más para mí....

-¿...? Sylvie, ¿te interesa?

Sylvie se quedo viendo el estante de un comerciante el cual vendía frutas, ahora que lo recuerdo, Sylvie no a tenido oportunidad de probar alguna fruta fresca, y yo tampoco, no soy tan amante de la frutas, sé que agregarlas a tu dieta diaria ayuda a ti cuerpo pero... no sé porque razón no suelo comer frutas.

-Amo, ¿Qué tipo de verduras son esas?

-No son verduras, son frutas, compraremos algunas, de seguro no has probado una en tu vida.

-Bueno, en eso tiene razón... me pregunto cómo es que se cocinan.

-No es necesario hacer eso, solo lavarlas bien y ya está.

-¿Se comen crudas? ¿Acaso no te hace daño?

-No te preocupes, sabes, esta noche vamos a estudiar sobre eso.

Me acerqué a la vendedora la cual atendía con una sonrisa a sus demás clientes los cuales esperaban para ser atendidos, pregunte el precio y quede algo impresionado.

Las frutas están realmente caras, pero valdrá la pena.

Le pedí una cantidad de manzanas y mandarinas, las cuales fueron empacadas en una bolsa de papel, quería que Sylvie probase una manzana ahora, pero tenía que lavarla, no quisiera que se enfermara.

-Deberíamos conseguir algo de carne y volver, ¿te sientes cansada?

-Un poco, pero supongo que puedo aguantar hasta la fuente de siempre.

-Si quieres podemos descansar un poco... ¿¡...!?

Una mano grande y fuerte cogió mi hombro, me detuve de inmediato, Sylvie también noto la mano la cual estaba sosteniendo mi hombro, pero ella no parecía sorprendida ni asustada, ¿Quién era? Si era algún malhechor estaba dispuesto defender a Sylvie incluso si eso significaba que alguien pasivo como yo le dé un buen golpe.

-Antes de que hagas algo estúpido y intentes golpearme como la última vez... ¡oye se supone que conoces mi voz porque incluso así me golpeaste!

-Supongo por lo de la carta, debes dejar de gastar tinta en escribir cosas tan molestas.

Le di un golpe en la cara a la persona la cual estaba atrás mío, quién era esta persona era el tipo que siempre lleva un sombrero marrón en su cabeza, ahora que lo veo vestido de esa forma, párese un estafador en potencia.

-Estas siendo grosero con tu hermano mayor, deja de mirarme como si fuera un delincuente... ¿cómo estás Sylvie?

-La estás asustando.

-¡No es verdad! Deja de pensar que soy un delincuente.

-¿Pero tengo razón?

-...Tienes razón.

Sylvie dejo de ocultarse detrás de mi, no parecía nerviosa frente a mi hermano el cual no tuvo mejor forma de aparecer.

-Como está señor Ferrum, es un gusto volver a encontrarme con usted.

-El gusto es mío, ves se algo más respetuoso conmigo Alessandro, se más como la inocente Sylvie... ¿o talvez ya no es tan inocente?

-Buscas que te golpee ¿verdad?

Presione mi puño frente a Ferrum, el solo mostró una sonrisa como siempre lo suele hacer, hay veces que su sonrisa se vuelve irritante.

-¿Qué haces aquí? No me digas que abriste un puesto.

-Oh... adivinaste, y yo quería darte una sorpresa.

-...¿Que? ¿abriste un puesto? No estás bromeando ¿verdad?

-No, por supuesto que no, sabes ya me cansé de viajar, y decidí quedarme y asentarme en un lugar, y bueno que mejor que abrir un pequeño negocia junto a tu hogar.

Así que enserio abrió un puesto, ¿me pregunto cuántas cosas ilegales puedo encontrar ahí?

-Bueno, entonces vamos a mi pequeño puesto, quiero conversar sobre algunos asuntos, sígueme.

Ferrum se dio la vuelta y empezó a caminar, me fijé si Sylvie seguía a mi lado y seguí a Ferrum.


-No se a que te referías con pequeño... esto es un local bastante grande, que humildad al decir que esto es pequeño, tienes posiblemente el local más grande de estos alrededores.

-Bueno, tampoco es tan grande.

-Ferrum, este lugar es enorme, no quieras pasarte de humilde, enserio, que es lo que hiciste para conseguir el dinero para poder alquilar este lugar.

-De que hablas, no lo alquilo, lo compre....

-Deja de hablar como si esto fuera algo normal para ti.

El "pequeño puesto" era en realmente un local bastante amplio, no entiendo cómo es posible que el haya podido comprar tremendo lugar... en mi mente se podía ver varias escenarios donde esté "hombre de bien" conseguía el dinero para comprar el lugar....

Sin quejarme más decidí pasar dentro siguiendo a Ferrum, Sylvie se apego más por la cantidad de gente que estaba comprando en el lugar... artilugios extranjeros, libros y demás cosas de ese mismo estilo son los que podía ver en venta, bastante gente estaba comprando en el lugar.

De seguro tiene ayudantes, dudo que el solo pueda atender a tanta gente.

Mientras caminábamos por el lugar lleno, una mujer grito el nombre de Ferrum, está se acercó hasta donde estaba el y quede sorprendido por lo que llegue a ver, una cara un tanto conocida.

-Tardaste demasiado tiempo, tienes que fijarte en qué condiciones está el nuevo cargamento... ¿el es tu hermano?

-Si el es mi hermano, sobre lo del cargamento me ocuparé de eso en unos minutos así que tranquilizante.

La mujer era un poco más baja que yo, tenía una cabellera de color castaño atada en una cola de caballo, sus ojos eran del mismo color de su cabello, era un persona normal, no parecía una extranjera, de hecho me párese alguien conocida.

-Es un gusto, mi nombre es Alessandro Rodríguez, mi acompañante aquí es Sylvie.

-¿Rodríguez? Eres el hermanastro de Ferrum, mi nombre es Serafina... por el momento quisiera que mi apellido sea secreto, siento hacer esto.

-No te preocupes, todo está bien.

Sylvie se puso a la par mía, levanto la cara mirando hacia Ferrum y Serafina.

-Mucho gusto conocerla señorita Serafina.

-El gusto es mío Sylvie... ¿cicatrices? Ferrum, ¿es ella verdad?

Ferrum miro hacia Serafina asintiendo.

-Bueno, porque no mejor vamos a la sala de descanso, Sylvie podría quedarse con mi hija.

-Que estás diciendo, Ariane no es hija tuya.

-Estas celosa porque ella es más apegada a mi.

Mientras Ferrum y Serafina discutían una chica de aproximadamente 15 años se acercó hacia Ferrum.

-Señor Ferrum. Ya he acabado con mi trabajo, ¿puedo tomarme un descanso?

Ferrum la vio y le sonrió, la chica también parecía normal, su cabellera compartía el mismo todo que el de Serafina, pero sus ojos mostraban un color oscuro, un marrón bastante oscuro que parecía negro... la chica vestía de un mandil de cuero, una tela la cual sujetaba su cabello el cual caía por sus hombros.

-Claro tomate el descanso, ¿podrías llevarte a la acompañante de mi hermano? Tengo asuntos que hablar los cuales no quisiera que ella esté presente.

-¿El es el señor Alessandro? Parece alguien bastante joven para ser doctor, mi nombre es Ariane Vaganay.

-Mi nombre es Alessandro Rodríguez, es un gusto.

Eche un vistazo al local, pude ver a unos 5 ayudantes vendiendo cosas a varios clientes, el lugar estaba teniendo éxito y por lo cual Ferrum y sus dos ayudantes que me presento no serían suficientes para poder atender a tantos clientes.

Mientras unos empacan objetos ya comprados otros explicaban a los clientes que tipo de objetos son los que iban a comprar.

Cuánto dinero tiene que tener Ferrum para contratar tanta gente, pero como el negocio va bien supongo que tiene para pagar a incluso más persona para que trabajen para el....

Note un jalón en mi camisa, mire hacia donde sentí tan sensación viendo a Sylvie más apegada, Ferrum había mencionado a Ariane para que la lleve a otro lugar donde no pueda escuchar nuestra conversación....

No creo que se sienta cómoda con alguien nueva, ahora mismo una gran cantidad de clientes solían fijarse en nosotros, más que todo en Sylvie, en específico, su cicatrices, estás llamaban la atención, más ahora que ella estaba vistiendo el mismo vestido de cuando fuimos al bosque, sus brazos descubiertos hacia ver sus cicatrices de color vivo.

Voltee mi rostro hacia Ferrum, este nos veía con una sonrisa como de costumbre, me preocupe un poco, si dejaba a Sylvie sola de seguro se empezaría a poner nerviosa, creo que la sensación que me causa al ver a Sylvie así me preocupa bastante...

-Ferrum, ¿y si Sylvie se queda conmigo?

Ferrum dejo de mostrar su sonrisa y su rostro se tornó confuso, el miro a Sylvie la cual se había escondido detrás de mí, Ferrum se puso serio y con una voz algo alzada dijo.

-Lo siento, necesito que hablemos solo los tres, Sylvie se quedará solo un pequeño tiempo con Ariane, no tienes porque preocuparte.

Mire a Ariane la cual estaba esperando a que Sylvie vaya hacia ella, mire hacia Sylvie la cual aún estaba nerviosa y algo asustada, note eso en la presión que hacia en mi camisa con sus manos.

-Estarás bien, no tardaré mucho.

-¿Quiere que vaya con ella?

Me pregunto con una voz con tono bajo, solo para que yo pudiera escucharlo... dirigí mi mirada hacia Ferrum el cual mostraba su rostro serio, ya conocía esa mirada, aunque Ferrum siempre muestra una sonrisa y se la pasa bromeando, cuando pone ese rostro da miedo, solo me queda escucharlo y hacer lo que me dice.

-Sylvie, por favor ve con Ariane, regresaré en seguida, lo prometo.

Puse una mano detrás de su cabeza dándole una caricia, y empecé a empujarla suavemente hacia Ariane, ella soltó mi camisa y se acercó a la chica Ariane la cual extendió su mano para que Sylvie pudiera ir con ella...

-Bueno, descansaré un poco.

Ariane dijo eso y se llevó a Sylvie la cual no protesto, mientras la veía irse ella volteó su rostro viéndome... no tardo mucho en desaparecer de mi vista.

Mire hacia Ferrum el cual seguía mostrando su rostro serio y aterrador a la vez.

-Espero que no me escribiste solo para decirme alguna tontería.

-¿Crees que te llame para eso? Pensaba que me conocías, sabes no hagamos esto largo, sígueme.

Empecé a seguir a Ferrum, no era el único, Serafina iba detrás de nosotros, pasamos por algunos clientes, uno de los empleados saludo a Ferrum, el mostró una sonrisa como lo hace siempre, hasta que llegamos a la puerta de madera, sabía que si entraba ahí no iba a salir con un buen sabor de boca, Ferrum empujó la puerta y se puso a un lado, como todo un caballero nos dio el paso.

-Pasen, tengo te y bocadillos.

Camine hacia la puerta pasando por ella, mire a mi alrededor antes de entrar por completo, habían varios cuadros los cuales no me importaron mucho, un simple cuarto de descanso y reuniones al estilo de nuestra ciudad, bastante acogedor aunque tenía un toque de tenebroso....

Mire a Ferrum, no había cambiado su expresión, mire una vez más al centro del cuarto, una mesa con sillas preparadas para recibir a alguien.

-Oye, ¿podrías pasar de una vez? Yo también tengo que trabajar.

Serafina dijo eso en un todo serio, no dije nada y avance hacia la mesa, me dirigí hacia una de las sillas y la agarre por detrás....

Se sentía de calidad, parece ser un juego bastante caro.

Mientras daba mi reseña a la mesa y silla, la puerta se cerró con los tres dentro, Serafina se acercó hacia un estante donde tenía un juego de té, Ferrum de dirigió a la ventada y en cuanto a mí me senté en una de la sillas.

-Comencemos con esto de una vez, tengo cosas que hacer después.

Dije eso con un tono molesto, Ferrum cerró la cortina para no dejar pasar la luz.


Teaching Feeling: Watashi No Chīsana Dorei Vol.1 Vol.2 (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora