Volverte a ver (Obidei)

Capítulo 13

—Gracias —pronunció luego de pagarle al chofer.

Se adentró, a toda prisa, al centro de salud y se apoyó estrepitosamente sobre el escritorio de recepción.

Aquel muchacho todo acelerado era Deidara Kamiruzu, ya que había recibido una llamada por parte de Itachi, quien le avisó que Obito se encontraba en el hospital.

—Uchiha Obito... —respiraba agitado—. ¿Dónde se encuentra?

La muchacha detrás de la computadora lo miró parpadeando. Cuando recobró la compostura, preguntó—: ¿Es familiar?

—Sí —mintió; ella lo observó desconfiada—. Soy su hermano.

—Bien —dijo no muy convencida—. Habitación 330, pasillo... —no terminó, pues el chico salió corriendo sin oírla—. Derecho —finalizó con un suspiro. 

Cuando el rubio dio con la habitación indicada, frenó para calmar su respiración; además, quería detener el temblor de sus manos, ya que el temor de no saber cómo estaría Obito allí adentro, no se le pasaba.

Respirando hondo, golpeó la puerta y, al no recibir respuesta, entró.

—Permiso, Obi...

Se detuvo, parpadeó repetidamente y un tic de enojo se instaló en su ojo.

—Hola —saludó Kakashi tranquilo.

La furia del ojiazul no arremetía contra el peliblanco, sino con el Uchiha postrado en la camilla que sostenía una bolsa de hielo en su frente y un paño en los ojos.

Antes de que lanzara su furia hacia el ojinegro, quien todavía no se había dado cuenta de su presencia, Kakashi habló:

—Se golpeó con un poste mientras bailaba "Dance Queen"... —comentó—. De ABBA —aclaró.

—¿Y qué hacía bailando "Dance Queen"? —cuestionó con una ceja levantada.

—¿Dei? —Obito se quitó el trapo y no dejó que su amigo le respondiera a Deidara—. Dei, ¿eres tú? ¿el real?

El rubio frunció el ceño, ¿por qué le hacía una pregunta tan estúpida?

El Uchiha se levantó y lo abrazó, tomando por sorpresa al ojiazul.

—Dei, mi Dei. Perdóname por todo lo que te hice. ¿Sabes? Me gustas muchísimo, tanto, tanto....

El pelinegro seguía divagando, pero el chico Kamiruzu ya no lo escuchaba, en su lugar, observó a Kakashi, éste desvió la mirada.

—¿Por qué ésto huele a alcohol? —despegó al Uchiha de su cuerpo.

—Bueno... —el peliblanco se rascó la mejilla, nervioso—. Digamos que cuando le dijiste esas cosas horribles, él... Bueno, él decidió beber hasta olvidarte, o eso dijo. La verdad es que apenas empezó a tomar, se puso a llorar por tí y a preguntar porqué no lo amas.

<<Y eso que no te cuento que le narró al barman toda su historia; cantó "¿por qué me abandonaste?", y se puso a perrear>> el rostro del chico Hatake se puso rojo de la vergüenza; deseaba emborracharse y borrar él todas esas escenas vividas con su amigo.