DULCE LONDRES

13.- GEORGE VILLERS

CANDY

¿Qué es este lugar? ¿Dónde estoy? Me pregunté, estaba confundida, algo mareada y adormecida. Al abrir poco a poco mis ojos, me di cuenta de que estaba en una habitación de algún hospital o clínica, mi cuerpo estaba adolorido, no recordaba muy bien lo que había sucedido.

Una enfermera entró a la habitación para controlar mis signos vitales, aproveche la oportunidad para preguntarle que me había sucedido.

Al enterarme de que había perdido al bebé, no dije nada, no podía llorar, solo me quedé mirando al vacío... Sentí que era una persona sin valores porque en el fondo de mi corazón había un pequeño alivio, ese bebé no merecía a dos padres que se odiaban.

Esa mezcla de sentimientos me causó un gran dolor emocional, no quería ver a nadie, tenía que huir de ahí, solo así tal vez algún día podría sanar esas heridas.

Mientras la enfermera me atendía, dijo que Terry se había quedado toda la noche junto a mí en compañía de dos personas, esperando a que yo despertara; imagine que esas dos personas eran Albert y la hermana Margareth.

—Su esposo se retiro por unas horas,  nos pidió que estemos al pendiente de usted y que si había alguna novedades se lo hiciéramos saber— dijo la joven enfermera, una pequeña luz de esperanza aparecía en mi camino, esta era mi oportunidad para poder escapar.

Desconfiaba absolutamente de todos, hasta de mis amigos con los que crecí desde niña, si el duque compró a una mujer a la que creí conocer toda mi vida, queriendola como una segunda madre, de seguro los demás serían capaz de lo mismo. No sabía a quién recurrir pidiendo ayuda, hasta que recordé a un viejo amigo de mi hermano Thony, sabía que vivía en Londres, no tenía muchos datos sobre él, solo tenía el nombre de su empresa...

FLASHBACK

-BLONDIS HOUSE COMPANY... ¡Que nombre tan peculiar para una constructora! -mi hermano reía a carcajadas al escucharme hablar en tono burlón de la empresa de uno de sus mejores amigos en Londres.

-Algún día lo conocerás y quiero ver que te rías en su cara del gracioso nombre de su empresa.

- ¡Por su puesto que lo haré!-dije segura de mi misma.

Thony nunca me dio detalles exactos de como se conocieron, solo decía que George era una buena persona, le tenía mucha confianza y respeto por que lo ayudó en múltiples ocasiones, también me dijo que si algún día tendría que confiar mi vida a alguien sería a él.
Según Thony el padre de George era quien le heredó la fortuna al morir, haciendo que él asumiera su puesto muy joven, era mayor que mi hermano por diez años.

FIN DEL FLASHBACK

En cuestión de segundos idee un plan para huir, amablemente le pedí un teléfono a la enfermera, haciéndole creer que yo misma quería darle la noticia de mi mejoría a mi amado esposo. Una sonrisa se dibujo en su rostro creyendo en un amor que no existía.

-Esta bien señora Grandchester, terminare de aplicar su tratamiento y en seguida le traeré un teléfono.

-Llámeme Candice por favor - dije con una sonrisa forzada.

La enfermera me veía con lástima, tal vez se compadeció de mi estado, ya que a mi edad no era común ver a mujeres sufriendo accidentes el mismo día de su boda. Espere a que ella se retirara y marque a la central de operadoras de Londres, pregunté si tenían el número telefónico de la empresa de George Villers, para mi suerte me lo dieron de inmediato ya que era muy conocía en todo el país.

Llame repetidas veces, pero la línea estaba ocupada, los nervios me invadía  de tan solo pensar que no lograría mi cometido, pasaron varios minutos hasta que al fin contestaron mi llamada.