3.- BESOS ROBADOS

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Mis queridas amigas, este capítulo es algo apasionado, espero que les guste 😘😘
Si les resulta incómodo les invito a pasar de largo. 😎

CANDY

No sabía si echar a correr o quedarme ahí, me sentía avergonzada, por la forma en que me miraba, era obvio que él había escuchado todo lo que hable con Eliza. En una de sus manos tenía mi portafolio y en la otra un látigo, dándome la impresión de que me castigaría.

— No tienes ni idea de cuánto me alegra volver a verte— me dijo con la misma sonrisa de costado que me dio en el aeropuerto, pero esta vez se veía distinto.

— Déjame presentarme formalmente, aunque creo que ya lo hicieron por mí, soy Terrence, pero puedes llamarme Terry.

Dio un salto desde donde se encontraba y cayó unos metros más allá de donde yo estaba, camino lentamente hacia mí, tenía puesto un uniforme de equitación que marcaba sus músculos, en especial su abdomen y brazos bien trabajados.

Inmediatamente me di cuenta de que él era un alumno del colegio. Al llegar a mí tomo uno de mis rizos entre sus dedos, se lo llevo a su nariz y me dijo — hueles a jazmín — sentí nuevamente el olor a tabaco y menta de su boca, ya que él casi rozaba mis labios, pero también pude percibir un olor a alcohol.

Levante mi mano directo a su rostro para darle una bofetada por el atrevimiento que tuvo conmigo, pero él fue más rápido y me detuvo, me sujeto con ambos brazos, eran muy fuertes me domino por completo.

Me jalo hacia él y me dio un beso feroz, apasionado, trate de soltarme, pero se me hacía imposible, sentía como su lengua húmeda entraba a mi boca para jugar con la mía, me arrincono hasta el árbol más cercano. Levantó mi cabeza para tener más acceso a mi boca, aunque tenía miedo de que este chico podría aprovecharse de mí, sentía deseos de responder a ese beso tan apasionado. Me excitaba la forma en cómo me tenía prisionera entre sus brazos y como tocaba mi cuerpo, quería más de lo que estaba recibiendo. Poco a poco comencé a ceder y le seguí el juego, el beso era cada vez más intenso y algo comenzaba a crecer en la entrepierna de él, pude sentir su erección en mi abdomen.

El miedo volvió a mí y le dije — ¡Suéltame! — mientras sus labios se encontraban sobre los míos — por favor no sigas — un leve gemido escapo de mí.

El miedo volvió a mí y le dije — ¡Suéltame! — mientras sus labios se encontraban sobre los míos — por favor no sigas — un leve gemido escapo de mí

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Sus manos me sujetaban con fuerza, incentivando mis deseos pasionales y el temor a la vez. Parecía que él quería violentarme, pero se contenía por alguna razón, en medio de la lucha pude ver sus ojos, había cierta oscuridad en ellos, se separó unos centímetros y me susurro al oído.

— No eres diferente a las demás, todas lo llevan en la sangre como una marca que las hace deseables y logran hacer perder la cabeza a muchos, pero a mí no me engañas.

No entendía por qué me trataba de esa manera, talvez era el efecto del alcohol o alguna droga que consumió, no era el mismo chico que conocí hace unos días.

— Veo que disfrutaste tanto como yo — volvió a decir — ¿Recuerdas que te dije que nos veríamos de nuevo y cuando sucediera te daría un beso? Claro que si tú quieres puedo darte más, no tengas miedo, no voy a hacer nada que tú no quieras.

— ¿Cómo te atreves? ¡Eres un imbécil! No soy ninguna mujerzuela como las que debes estar acostumbrado a frecuentar, tengo novio y si él se entera la pasarás muy mal.

Quise darle un golpe con mis piernas, pero él no me lo permitió, me dio media vuelta y quedé con la espalda delante de su pecho con los brazos entre cruzados.

— ¡Suéltame, me lastimas!

— No lo creo Candy ¿Ese es tu nombre verdad? — no me sorprendió el hecho de que conocía mi nombre así que le grité — No eres de mi confianza para que me llames así, para ti soy Candice ¡Ya suéltame!

— Por lo que escuché, sé que no te soy indiferente. Me recordabas, deseabas volver a verme a pesar de que tienes novio y eso te hace una completa zorra, porque piensas en otro hombre teniendo un amor presente. Imagino que en todo el tiempo que estuvieron juntos nunca te hizo sentir los deseos que acabas de experimentar conmigo, tan solo en pocos minutos ¿O me equivoco? Déjate llevar Candy... ya no luches más en contra de lo que tu cuerpo pide, verás que la pasaremos muy bien.

Aunque jamás le fui infiel a Archie, cuando conocí a Terry dude de los sentimientos hacia él, pero eso no me hacía una zorra o eso creía yo, tenía dignidad y no estaba dispuesta a permitir que un completo idiota me rebajara a tanto.

— ¿De verdad quieres que te crea que aún eres virgen? — “No puede ser” pensé, debo huir o no tendré escapatoria—podrás engañar a tu estúpida amiga pelirroja, pero no a mi.

— Déjame enseñarte como se folla, te va a encantar, verás que ya no desearas a ningún otro hombre que no sea yo, si prometes estar tranquila y no golpearme te dejaré libre. Mira que ya es tarde y está a punto de anochecer ¿O quieres quedarte aquí toda la noche?

Trate de tranquilizarme y así lograr que me soltara — déjame ir por favor, tengo novio— suplique.

— ¡Pero no lo amas! — Esas palabras hicieron que me quedará en silencio y una vez más dudará de mis sentimientos hacia Archie — ¡Tú llegaras a ser mía! Te lo aseguro Candice, puedo percibir que produzco reacción en ti, tu boca podrá insultarme y negar lo que sientes, pero tu cuerpo me demuestra lo contrario, me deseas preciosa.

No pude resistirme más y eché a llorar desconsoladamente temiendo lo peor, sentí como sus brazos dejaban de aprisionarme.

Al ver mi reacción Terry me soltó, recogió el portafolio que estaba en el pasto y me lo dio — ¿Has oído del amor a primera vista? — al oír esas palabras empecé a llorar de ira.

Desde el día que te conocí Candice tuve fantasías contigo, y puedes estar segura de que cumpliré cada una de ellas — hizo una reverencia hacia mí, dio media vuelta y se marchó.

— ¿Amor a primera vista? — dije alzando la voz lo suficientemente fuerte para que él pudiera escucharme mientras caminaba – ¡Nunca podría amar a un imbécil como tú! ¿Escuchaste? ¡Eres un imbécil! ¡Idiota! ¡Cobarde! Cuando se entere Archie, la pasaras muy mal ¡Te matara a golpes! ¡Idiota! ¡Te odio!

Terry se detuvo en su caminar, me miro de soslayo y dijo – Si yo fuera tú, lo pensaría dos veces antes de contarle alguna historia a tu novio, ¿Cómo se sentiría al saber que su amada piensa en otro hombre y lo desea? Ya se me presentará nuevamente la oportunidad de comprobar si en efecto eres una chica virginal o solo aparentas serlo.

Mi corazón latía a mil por hora, “¿Acaso piensa que volveré a dejar que siquiera me ponga un dedo encima?”

— Escúchame imbécil, jamás volverás a tocarme, ¡Jamás!

— Ya lo veremos — fue la respuesta de Terry a lo lejos…

Continuará…

DULCE LONDRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora