•Dulce Venganza• ✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

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Año 1947

Una gran boda se celebró ese año, fue motivo de innumerables notas en los periódicos por haber sido tan costosa a tan poco tiempo del termino de la guerra. El enorme banquete, la belleza celestial de la esposa y el enamoramiento nato del esposo también adornaban las portadas.

Todo indicaba ir perfecto, eventualmente Ryeowook dejó de vivir como el ama de llaves y ocupó su puesto como Señora de la casa, era extremadamente amable y comprensiva con todos sus empleados y con las demás personas también, eran la familia modelo de la cuadra. Sin embargo a pesar de ser tan buenas personas, no se salvaban de las malas intenciones de la gente envidiosa que solo se encargaba de crear rumores acerca de aquella "Hermosa joven" que se aprovechó de la enfermedad incurable de su jefe para hacerse de toda su fortuna y por si fuera poco de aquella manera tan vil. Había utilizado su belleza para engatusarlo y tenerlo totalmente a su merced.

Una foto en especial causó revuelo pues si antes la mujer ya era elegante, ahora que se había convertido en una Señora, su gusto por la moda y verse bien había aumentado y por supuesto se había refinado. Su cabello lucía mejor acomodado, aun rizado pero mucho más brillante y mejor cuidado que antes, gustaba de vestidos para nada obscenos pero llegaban a ser sexys, porque a pesar de haber tenido ya una hija se veía como una muchacha de al menos 20 años que para nada aparentaba sus reales 24 y su maternidad, ante los ojos de las demás personas Eunhyuk se había sacado la lotería con esa esposa.

-¿Qué haces aquí?...¿Que no ves que el tío se siente mal?...-Wook salió de la habitación de Hyuk después de una larga charla y se encontró con su pequeña sentada frente a la puerta, era una niña dulce de 5 años que seguía a todas partes a ese chico, sin embargo ahora le sería imposible jugar con él.

-Tío muñecas...-le mostró sus juguetes y Wook negó, de nuevo el médico lo revisaba, toda la casa estaba sumida en un oscuro silencio que no era para nada normal en ese lugar. La razón principal era que Hyuk en realidad se estaba despidiendo de todos ahí.

Después de la boda Wook se encargó arduamente de hacerle recuperar un poco la salud con todos los tratamientos y doctores que fueran posibles, quería darle el mayor periodo de felicidad posible y ese trabajo le valió solamente 2 años. Logró mantenerlo con vida y feliz durante dos años enteros pero queriendo o no, tarde o temprano las cosas llegan a su fin.

Dos días antes Eunhyuk presentó de nuevo los síntomas más fuertes de su enfermedad, ésta vez ya no pudo hacer nada por sacarlo. La hora había llegado y no quedaba más que despedirse apropiadamente ahora que era posible.

-El "Tío muñecas" está algo cansado cariño...quizás en un momento puedas entrar a verlo pero no puedes hacer demasiado alboroto ¿Está bien?

Hasta ese momento Wook había estado conteniendo un llanto que de haberlo sacado frente a la gente que estaba en esa habitación, lo habrían creído un hipócrita por todos los rumores. Así que salió y decidió mantenerse en silencio. Si bien sufría de una manera horrible, no pudo evitar pensar que no era el momento oportuno. Sí, su esposo estaba a punto de morir, pero su sufrimiento no se debía a eso, era meramente el dolor de perder a su mejor amigo, su hermano, esa persona que había estado a su lado ayudándolo durante tanto tiempo. Cosas que esa gente no entendía.

Después de casi dos horas, las personas que tenían cosas que discutir con Hyuk se fueron. Entonces Wook volvió, su pequeña entró primero que ellos y salió tan solo media hora después, tenía una enorme sonrisa y a pesar de querer saber la respuesta no les dijo nada de lo que había ocurrido en el interior de la habitación.

Leeteuk salió y entró junto con Wook, sus rostros reflejaban el dolor que sentían, pero de la misma manera una ligera sonrisa por ver a Hyuk.

-Hola...-Wook se sentó a su lado en la cama y le tomó la mano-¿Cómo te sientes?...

-Me cuesta más respirar...-era de suponerse, a ese joven le quedaban como máximo dos horas pero no quería perder su tiempo, el castaño suspiró profundo al oírlo y acarició su cabello-gracias Wook...

-Yo debería agradecerte a ti...-susurró bajo mordiéndose los labios-haz hecho tanto por nosotros yo...no merezco para nada lo que haces...

-Claro que lo mereces...toda tu vida fuiste humillado por cosas que tu no puedes controlar...de ahora en adelante estarás solo, así que debes ser fuerte... eres La Señora Lee...levanta esa barbilla y camina con elegancia entre la multitud...todas te envidian...-susurró-dales motivos para admirar en lo que te haz convertido...

-¿De qué sirve ser La Señora Lee si mi esposo no está?...-susurró bajito acariciándole la mano.

-La Viuda Lee debe ser inclusive más elegante que la Señora...ya te lo he dicho...vive de una manera orgullosa...sé perfectamente que no me amaste...-cuando esas palabras llegaron a los oídos de Wook, este se petrificó, pero era real así que no pudo decir nada-y no te culpo...te amo...me hiciste tan feliz...así que eso es suficiente para mi...además, me diste la felicidad de tener lo más parecido posible a una hija...

-Lamento no haberte correspondido como debería...sin embargo...tu también me hiciste feliz...-le acarició la mejilla-por favor...en una próxima vida, volvamos a encontrarnos como buenos amigos.

Todos esos años no vivían como una pareja normal, Wook dormía en su propia habitación y Hyuk también lo hacía, seguían estando juntos como buenos amigos y de vez en cuando compartían una plática amena, daban paseos o jugaban con la pequeña en el patio. Ninguna pelea, ningún malentendido.

Hyuk no respondió nada, solamente se recostó y cerró los ojos con una sonrisa-tengo sueño...¿Me cantas una canción?

Leeteuk también luchaba internamente por no soltarse a llorar, él y Wook sabían que era la hora, así que comenzaron a preparar todo, Wook lo arropó bien y se recostó a su lado, tomándole la mano.

-Está bien si quieres dormir...aquí voy a estar contigo...-vio su rostro tan pacífico y no pudo evitar sentir un nudo en la garganta, le besó los labios por primera vez después de su boda, Hyuk sonrió aún más y se relajo por completo, entonces la dulce voz del menor inundó la habitación y sus oídos mientras cantaba.

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