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-¡Ryeowook!-la puerta de su habitación fue tocada rápidamente y un par de veces más después.

Sus cortinas estaban cerradas y la luz apenas si entraba en el lugar, no tenía ganas de levantarse, sus manos se deslizaron por las almohadas y después hacia su lado, se quejó un poco al notar que se encontraba totalmente solo.

-Ryeowook, ¿estas durmiendo tan temprano?...-Sungmin siguió golpeando la puerta unas cuantas veces más, el mencionado se sentó y se talló el rostro con las manos-son las 5 de la tarde y desapareciste desde las 2...¿sabes cuanto tiempo te he buscado por la finca?

-¡Estoy cansado!-bostezó-iré para la cena ¿está bien?...-no iba a decirle que se había enredado con el chico que le gustaba y mucho menos que el trasero le dolía como el demonio-lamento haber desaparecido de esa manera, el sol me mareó y quise venir a descansar.

-Mamá envió a hacer tu platillo favorito...espero que en serio vengas, el Señor Kim y su nieto fueron a la ciudad con ella para firmar un par de papeles...me daré un baño rápido así que no me busques...-se alejó con pasos elegantes, dignos de un muchacho educado en la alta sociedad como lo era él.

Wook se dejó caer nuevamente en la cama pensando en lo que había hecho, era en serio que todo aquello había pasado. Se había entregado a Yesung. Una sonrisa boba apareció en su rostro y la cubrió con una almohada, él le había dicho que le amaba.

-No es verdad...-se susurró bajo aún con la almohada en el rostro-claro que no es real...¿como es que soy tan idiota?...ese tipo solo quiere acostarse conmigo...-suspiró suavemente dejando a un lado su sonrisa, se miró el cuerpo desnudo y suspiró, él también necesitaba un baño así que se levantó, se envolvió en una bata y caminó demasiado lento al baño, necesitaba poner en orden su cabeza.

Se sumergió en el agua, empezando a lavar su cuerpo, a simple vista había notado que se chico de lindos ojos era todo un seductor, pero quizás en el tiempo que estarían juntos podría hacer que cambiara y pudiera amarlo. Quizás después estando separados pudieran seguir enviándose cartas.

Se valía soñar un poco al respecto.

Bajó a cenar casi arrastrando los pies por el dolor en su trasero, antes de entrar al comedor soltó un suspiro rápido para tratar de fingir, se escuchaba una conversación un tanto amena entre los presentes, pero no lograba distinguir si Yesung se encontraba ahí. Poco después entró a la habitación, hizo una reverencia y de sentó en su lugar, su mayor no estaba por ningún lado pero su abuelo sí. Se sintió un poco mal consigo mismo, quizás ya no volvería a verlo. Sus ojos se cristalizaron pero se aguantó, sólo suspiró y comenzó a comer en silencio. Sólo escuchaba de vez en cuando lo que los adultos hablaban.

—¿Ya tu sientes mejor?...—Min le tomó la mano, hablando bajito para no interrumpir a los mayores.

—¿Umh?...bueno...sí...—alzó los hombros—hacia demasiado calor y no pude aguantarlo. Vi que estabas bien con Yesung así que creo que te deje en buenas manos...—le sonrió suavemente tratando de fingir que no sabía nada.

—¿Yesung?...ese desgraciado me dejó solo en la piscina...—hizo un puchero agradeciendo que la mesa fuera enorme y no pudieran escucharlo—su abuelo dice que probablemente se aburrió y fue a caminar por la finca, total, me quedé solo leyendo una maldita revista...después cuando apareció se subió al auto con su abuelo y no lo he vuelto a ver...

—Valla...—tomó su último bocado fingiendo que el tema no le importaba. La noche empezaba a caer y cuando todos se fueron, él y Min fueron a sus habitaciones, Wook se sentó en uno de los sofás individuales de su habitación y se hizo bolita en él, eso no podía ser posible, Yesung no pudo haberlo usado de esa manera.

Quiso ser fuerte, quiso no llorar pero le fue imposible, Yesung no era suyo, para nada que lo era. Pero Wook se había dado cuenta de que él si era suyo. Desde ese momento en el que lo besó se volvió completamente dependiente.

Abrazó sus piernas y dejó que las lágrimas cayeran rápidamente, se tallaba los ojos pero no podía dejar de llorar, era un chico tonto y de campo que se había enamorado. Pensó que seguramente tambien habría hecho lo mismo con su primo, o incluso a esas horas estaría con alguien en algún lugar.

Apagó la única lámpara que alumbraba su habitación y se quedó sentado en la oscuridad, sus cortinas estaban abiertas esta vez así que lograba ver el cielo y la luna, era demasiado tarde para arrepentirse. Se quedó dormido en ese lugar, no se movió ni un poco hasta que fueron al rededor de las 3 de la mañana. Se levantó, cerró sus cortinas y suspiró desganado, necesitaba regresar a Corea lo antes posible.

Se metió a la cama y se removió, las sabanas aún tenían el olor del perfume de Yesung en ellas, tomó una de sus almohadas y la abrazó imaginando que era él, que estaba con él y que nada de lo anterior había pasado, que no se había cegado entregándose a él de una sola y que no lo había abandonado. No pudo conciliar el suelo para nada así que bajó a la cocina, tomó una de las botellas de vino de su tía y la subió a su habitación, nunca había probado una gota de alcohol pero esta sería la primera vez.

A la mañana siguiente se dio la vuelta, chocando con un bulto, abrió los ojos de golpe y comenzó a temblar. ¿quien demonios estaba ahí?

—Oye...no te vallas...—susurró aquella voz ronca que reconocía bien, de inmediato se miró el cuerpo, hasta apenas había notado que se encontraba desnudo. La botella estaba vacía en el buró y la cabeza le dolía. No recordaba nada de lo que había ocurrido. Sintió ganas de llorar, era tan idiota que seguramente había caído de nuevo.

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•Dulce Venganza• ✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora