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Casi una semana después la carta llegó hasta la residencia de Yesung, él estuvo enviando decenas de cartas todo ese tiempo y esperaba pacientemente una respuesta. Sabía que las cosas estaban muy mal en Corea así que no se pondría a buscarle cinco pies al gato imaginando posibles escenarios estúpidos.

Lo que ese chico de cabello negro oscuro no sabía, era que ninguna de sus cartas había salido del país realmente, todas aquellas habían sido interceptadas por su abuelo, ese anciano estaba obsesionado con verlo triunfar en la empresa y al leer que su amor era profesado hacia un muchacho, menos dejaría que todo eso avanzara. Era totalmente inaceptable que hiciera algo tan inmoral en medio de la alza tan grande que comenzaba a tener en su carrera.

Aquellas cartas donde Yesung le contaba acerca de sus planes para el futuro, donde le hacia saber palabra a palabra lo ansioso que estaba por volver a verlo. Todo aquello estaba quedando en el olvido.

El día que el abuelo recibió la carta del chico, le pareció que el sobre era demasiado tradicional como para ser una carta común y corriente. Leyó atentamente cada una de las palabras y al terminar la rompió, tiró los restos en el cesto de basura y comenzó a escribir una carta de vuelta para ese chico. Nada de eso podía ocurrir. Él mismo iba a encargarse de que su nieto olvidara para siempre a ese muchacho.

Y así fue, al enviar la carta de regreso a Corea, Yesung fue enviado inmediatamente a estudiar en Estados Unidos, eso haría que olvidara al menos por un tiempo lo que tenía con ese muchacho, después de todo comenzaba a resignarse a no recibir una respuesta, seguro y él de había olvidado de todo, era demasiado joven y se trataba de experimentar, quizás solo había sido eso.

La carta llegó a Ryeowook casi cuando cumplió los 5 meses. Se habían cortado comunicaciones con el exterior y todos los correos habían sido detenidos. Cuando las actividades fueron retomadas él pudo leer ese horrible mensaje. Aquello deshizo su corazón tan pronto como sus ojos pusieron atención en la tinta. Junto a la carta había algo de dinero, eso lo obligo a ponerse peor debido a la razón por la que estaba ahí.

"Debiste imaginar que algo así podía ocurrir, quiero que sepas que mi intención no es hacerme cargo de nadie que no sea yo y mi carrera. No pienso arruinar mi vida casándome con un muchacho y menos uno como tu. No eres de una familia renombrada, no vienes de un buen lugar en la sociedad y seguro no sabes como comportarte. Usa este dinero para deshacerte del bebé, o bien busca a un buen hombre que quiera aceptarte con él y forma esa familia que tanto me pides. Por favor no vuelvas a buscarme porque en mi sólo hallarás rechazo. Te repito una vez más que no voy a truncar mis sueños por un insolente muchacho tonto.

Espero que te valla bien en la vida, también quiero aprovechar para confesarte que mi amor por ti no fue más que una jugarreta que usé para divertirme, lo hiciste bien. Así que me despido. Toma buenas decisiones

Att:Kim JongWoon"

Al terminar de leer la carta la miró por un momento, sus manos temblaban de nuevo y estaba tan triste y decepcionado que ya nada le importaba. Le había ido como si estuviese en el mismo infierno tratando de ocultar el embarazo todo ese tiempo. Había tenido que salir con su padre al campo aguantando sus malestares y los dolores, incluso le asustaba que lo descubriera por lo lento que se había vuelto. Tomó el dinero, rompió la carta y corrió donde aquella mujer que dijo poder ayudarlo,  su rostro no mostraba ninguna emoción, se paró frente a su puerta y soltó un suspiro acariciando su vientre, fue entonces que sintió una pequeña patada.

Algo en su interior le estaba avisando que estaba ahí, que estaba vivo y que necesitaba ayuda como él, era algo tan pequeño y tan frágil que dependía tanto de como se cuidara. Su respiración se agitó al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, dio media vuelta y volvió a casa, ya no le quedaba más que decirle la verdad a sus padres. Confesarle que estaba esperando un hijo de ese chico. Que le había fallado a toda la educación que le habían brindado, y que estaba totalmente solo.

Esperó hasta la hora de la comida, miro a su padre que comía tranquilamente y después a su madrastra.

—Yo...tengo algo que decirles...es algo importante...—susurró apretando los palillo en una de sus manos.

—¿Qué ocurre hijo?...¿te sientes mal?...puedo llevarte con la Señora Lee para que te revise un poco...veo que en el campo te haz estado esforzándome mucho, es normal que te sientas así...

—No Appa...no es eso...—sus ojos se llenaron de lágrimas, él era tan bueno.

—Seguro estas haciendo solo un berrinche...—su madrastra en verdad no lo quería ni se preocupaba por él—no le hagas caso cariño...siempre ha sido un chico dramático...

—No es nada de eso...—jadeó tallándose los ojos, con una de sus manos tomó su vientre y al sentir más de aquellas patadas supo que tenía que hacer algo rápido—yo...estoy embarazado...

Ambos mayores soltaron los palillos quedándose quietos y bastante sorprendidos. Su madrastra se apresuró rápidamente para abofetearlo, lo tomó por el cabello e hizo que se levantara para abrirle la ropa y así poder ver su vientre ya bastante crecido.

—Eres un sinvergüenza...un maldito sinvergüenza...—volvió a abofetearlo, su padre solo se quedó quieto con la cabeza agachada, él prácticamente suplicaba ayuda entre su llanto. Necesitaba ayuda. No ese tipo de cosas, y desgraciadamente era lo único que podría recibir.

Cuando lo dejaron en paz se dejó caer al suelo cubriendo su rostro.

—Dios mío...te vas de esta casa...¡ahora!...no voy a permitir que sepan que mi hijo terminó embarazado...

—¡No voy a irme!—gritó de vuelta —mi padre no dejará que usted me corra, ¿cierto?...—miró al mayor quien lo ignoró, dejó la mirada en la mesa y negó suavemente, fue entonces que realmente se encontró sólo, aún más de lo que estaba antes.

—Tu padre te echará lo mismo que yo así que vete ahora...

Las palabras de esa mujer fueron claras, Wook se levantó, acomodó su ropa y dio la vuelta, fue a su habitación para reunir un par de cosas y salió de aquella casa.

Sintió el viento en su rostro secándole las lágrimas, soltó un suspiro hondo, no miraría hacia atrás, ya no había nada que lo detuviera, miró su vientre, la gente lo observaba pues ahora no trataba de esconderlo, ahora todo su pueblo sabía que estaba esperando un bebé, se sentía discriminado. Todas las personas en las que había confiado lo habían abandonado.

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•Dulce Venganza• ✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora