•Dulce Venganza• ✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

♔22♔

-Nadie va a descubrirnos...-Yesung susurró a su oído mientras le levantaba el vestido, Wook se miró en el espejo frente suyo y después miró el mármol bajo sus manos, esa escena era tan familiar y añadida a esas palabras, era aún más nostálgica.

-N...no lo sé...no estoy seguro Joven Kim...-el deseo ardía en sus ojos al ver al mayor tan lleno de energía, acariciando su cuerpo por encima de la ropa y poco después apretando su trasero.

Lentamente su raciocinio se nubló y entonces dejó que Yesung le hiciera lo que quisiera dentro de aquel lujoso baño.

Inicialmente habían ido a aquel baile para pasar el rato, hablar un poco de los intereses de ambos y por supuesto para llevar a Yesung mucho más adentro de su plan, pero de un momento a otro las cosas se habían salido de control y ahora Wook estaba siendo follado con rudeza contra aquel tocador.

Yesung lo tomaba fuertemente del cabello mientras lo embestía, las manos del menor estaban pegadas contra el cristal del espejo y su frente pegada a él para a tener un poco el equilibrio.

-"Señora Kim"...eres completamente indecente en esta posición...¿quien iba a imaginar que es la misma que hace aquellas buenas obras y ayuda a los necesitados?...-golpeó su trasero con fuerza tras cada palabra, eso lejos de molestarle al menor simplemente lo excitó aún más, tanto que no pudo ser capaz de resistirse más, justo después de eso se corrió, manchando un poco del interior de su preciado vestido de diseñador.

Tras lo apretado que se puso su interior, Yesung no tardó en correrse también, lo llenó con su esencia y se quedó dentro mientras ambos recobraban algo del aire y de las fuerzas perdidas.

-Joven Kim...permitame decirle que es usted un hombre irrespetuoso...-el cuerpo de Wook descansaba sobre el mármol para evitar caer al suelo pero cuando retomó algo del aire se enderezó, quedándose quieto y sonrojado cuando el líquido espeso que antes lo llenaba se derramó y bajó por sus piernas, era tan caliente que de inmediato un escalofrío lo recorrió y aquella excitación que había bajado con el reposo, lo volvió a invadir.

El mayor lo notó de inmediato, lo abrazó por la espalda y lo hizo mirarse en el espejo nuevamente mientras su falda seguía levantada.

-¿Ves eso?...-susurró contra su oído con la voz más gruesa que había usado hasta ahora, la piel del más bajo se erizó, no entendía como ese simple gesto era capaz de provocarle tanto-muchos me dijeron que te negabas rotundamente a tener contacto con alguien más...pero quiero que me digas, ¿qué se siente ser libre ahora?...

-Lo veo...-respondió casi sin voz de pronto su boca estaba seca, tenía razón. Desde que Yesung había regresado no se había quedado como siempre lo hacia, salía, reía, se divertía mucho más que antes y claro estaba que su vida empezaba a cambiar, todos esos sentimientos que antes no tenía salían a flote. Estaba hundiéndose en ese enorme abismo y le sería muy difícil salir ahora-se siente...-sus ojos se fueron cristalizado al recordar la verdadera razón por la que estaba en ese lugar y haciendo eso. Miró su reflejo una vez más, de arriba a abajo y lo recorrió varias veces, su pecho subió y bajó para tratar de aguantarse el llanto, todos esos buenos sentimientos se habían ido y sin decir nada más se apartó de su agarre, se acomodó la ropa, salió del baño rápidamente, casi corrió entre la multitud hasta llegar al jardín de la casa donde el baile se llevaba a cabo, estando ahí se dejó caer entre las flores. Parecía una mujer loca y tuvo suerte de que nadie lo hubiera visto, pero había sido el único lugar que sintió seguro para esconderse.

Miró el cielo estrellado con los ojos aún llorosos y se quedó así un buen rato, inmerso por completo en sus pensamientos, estaba tan triste que en poco tiempo, ya se encontraba llorando.

Yesung logró llegar donde él poco después, corrió hasta donde estaba y con las manos temblorosas lo levantó, al verlo salir tan de repente y luego encontrarlo ahí acostado pensó en lo peor pero al darse cuenta de que estaba perfecto solo lo abrazó sin preguntar nada, si necesitaba llorar lo entendería, si necesitaba alguien en quien apoyarse, ahí estaría.

Conforme las horas transcurrieron el llanto de Wook y todo su miedo se detuvieron, ahora sólo se encontraba recostado sobre las piernas de Yesung, aún miraba las estrellas como un estúpido pero nadie hablaba nada. No hasta que Yesung se atrevió a preguntar.

-¿Estás bien?...

-Lo estoy...-de golpe se levantó, haciendo temer el mayor de que volviera a huir, pero no pasó -lo lamento...recordé...algunas cosas...como sabes no había salido con nadie desde que enviudé...es algo...nuevo para mi...

-Lo entiendo...está bien...no voy a juzgarte...-le acarició el cabello, Wook quiso llorar de nuevo estaba siendo demasiado bueno con él y en el fondo parte de su tristeza era más bien enojo, ¿porqué no se comportó así cuando le contó sobre su hija?-quizás fui yo el que se excedió al seducirte para hacer algo como eso en este lugar...voy a quedarme aquí hasta que estés listo para irnos...y después descansarás en tu casa...¿está bien?...

-Está...bien...-se dio la vuelta para meter el rostro entre la ropa de Yesung y sollozó por un rato más. Ya no le importó nada lo que él pudiera pensar o si aun estaba enamorado como decían, quizás en realidad estaba enamorándose de nuevo después de tenerle tanto odio. Ya no sabía que hacer. Solo quería llorar y quedarse así todo lo que se pudiera.

Empezaba a creer que quizás Leeteuk tenía razón, esa venganza iba a terminar destruyéndolo también, pero no iba a dejar impune todo el daño que había recibido por parte del mayor, aunque su alma se quemara y terminara más hundida de lo que ya estaba. Iba a terminar con eso. Iba a continuar.

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