Mala amiga

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El día estaba muy bien iluminado por los rayos del sol mientras los dos amigos se miran el uno al otro.

Darwin: Al fin te pude encontrar.

Pachirisu: No, yo fui la que te encontró.

Darwin: ¿Qué?

Pachirisu: Así es, te volviste a perder y yo fui la que te encontró.

Darwin: Jajaja no estoy perdido, mira el camino está ahí, podría volver a casa muy fácil si quisiera.

Pachirisu: ¿Enserio...entonces porque me estabas llamando?

Darwin: Quería volver a verte y demostrar que realmente puedo hablar con los Pokémon.

Pachirisu: Oh ya entiendo...

Darwin: ...

Pachirisu: ....

Darwin: ...

Pachirisu: ....

Darwin: ....

Pachirisu: Bueno me alegra que no estés perdido, chao.

Darwin: Eh Pachirisu espera...

Ella lo vio esperando que hablara a lo que el niño comento-Ya que somos amigos quería preguntarte si podemos jugar...o conversar.

La Pachirisu se puso a pensar pero su rostro reflejaba que estaba algo deprimida.

Darwin: ¿Oye estas bien? te ves algo triste

Pachirisu: No es nada...solo que...

Darwin: Vamos dime, quizás pueda ayudarte.

Pachirisu: No sé, hace un rato pasaron cosas y no estoy segura de que hacer.

Darwin: ....

Pachirisu: ...Darwin.

Darwin: ¿Si?

Pachirisu: Tú crees... ¿tú crees que soy una mala amiga?

Darwin cruzo los brazos y con una gran sonrisa contesto-Para nada.

Pachirisu: ¿Deberás?

Darwin: Claro que sí, te conozco poco pero eres muy simpática y divertida además que eres muy valiente y nunca abandonas a los que te necesitan así como anoche, yo creo que alguien así no puede ser una mala amiga y quisiera que me enseñes a ser igual.

Pachirisu se quedó mirando sorprendida por las palabras del niño y soltó algunas risas.

Pachirisu: Gracias.

Darwin sonrió-O si casi lo olvido- se sentó y de su mochila saco las galletas para mostrárselas a la Pokémon.

Darwin: Toma, te traje unas galletas para que comas pero también pueden ayudarte a alegrarte.

Pachirisu: ¿Galletas, de esas que les dan a las mascotas?

Darwin: No, estas son...mmm bueno son de las que se dan en las fiestas.

La Pachirisu tomo la galleta y le dio un mordisco, de repente sintió una alegría inmensa que la hizo desear volar por el gran sabor que tenían.

Pachirisu: ¡Wao esto es increíble!

Los dos compartieron las galletas hasta que se terminaron.

Pachirisu tenía la pancita hinchada por todas las galletas y pasaba su lengua alrededor de la boca-jejeje gracias estuvieron deliciosas.

Volveré a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora