Algún día

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Era medio día y Darwin se encontraba acostado en la cama con los brazos abiertos y la puerta cerrada.

Estaba mirando el techo, quizás pensando o solo mirando la madera que sostiene el tejado.

Ayer en la noche cuando regreso se había pegado un buen baño y se fue rápido a dormir para fingir que estaba deprimido por haber regado la comida en el festival.

Recibió una buena gritadera por parte de sus padres y casi que le dan un golpe pero por pena paternal en verlo deprimido no lo hicieron.

De repente la puerta se abrió y la luz le segó los ojos momentáneamente.

Abuelo: ¿Darwin que horas de dormir son estas?

Darwin se sentó y sonriente dijo-Oh, no, no estoy dormir solo estoy pensando un rato jajaja.

Abuelo: Mejor sale a ayudar en algo no estés solo acostado, por cierto tus padres preguntan ¿si ya tienes todo guardado para irnos?

Darwin miro a un lado donde estaba toda su ropa desordenada y sus cosas tiradas.

Darwin: Eee...claro ya está todo, ya sabe abuelito yo siempre soy el primero en tener todo.

El abuelo asintió y estaba por irse, Darwin quiso detenerlo para preguntarle algo.

Pero recordó que su abuelo es muy serio y posiblemente le diga que no pierda el tiempo así que mejor se levantó a ponerse los zapatos.

Ordeno todas sus cosas de forma desordenada y rápida hasta que encontró el stiker de su Pokémon favorito.


Unas horas más tarde

En el gran árbol


Pachirisu estaba caminado a los alrededores, vio una bellota y sonriente corrió muy rápido hacia a ella y le dio una fuerte patada, quería atinarle a una roca lejana pero su tiro fallo.

Pachirisu: Ehm...eso quería que pasara.

Orgullosa miro el gran árbol y entro en el agujero que había en la base, recogió todas las cosas que sus amigos coleccionaban y los guardo dentro de un agujero en la tierra al que tapo con varias hojas.

Entonces escucho unos pasos acercándose, no se puso nerviosa y valiente salió a ver que era.

Entonces al salir se chocó con Darwin y ella por el miedo grito diciendo-¡Atrás o ya verás!-Y entonces desprendió mucha electricidad de su cuerpo lastimando al niño.

Darwin cayo mareado al suelo con el cuerpo humeando, Pachirisu se acercó asustada.

Pachirisu: ¡No, no, no! perdón por eso, vamos arriba.

Ella le abrió un ojo al chico y este mareado dijo-¿Ya me morí...este es el cielo?

Ella suspiro aliviada y le ayudo a levantarse.

Pachirirsu: Ya te dije que mejores tu forma de aparecerte.

Darwin: Bueno tampoco ayudas mucho.

Darwin miro a todas partes y pregunto-¿Oye y donde están los demás?

Pachirisu: Todos deben estar en sus casas, nos dijeron que no salgamos por si acaso haya más entrenadores cerca.

Darwin: Entonces tu estas aquí para recordar las cosas de tu hermano.

Pachirisu: No.

Darwin se extrañó y ella entro de nuevo al árbol mientras el niño iba detrás.

Volveré a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora